martes, 9 de julio de 2013

I'M SO EXCITED


LOS AMANTES PASAJEROS
2013. Dir. Pedro Almodóvar.



            Luego de melodramas oscuros, retorcidos, plenos de giros en tiempo, con personajes inolvidables, Almodóvar decidió regresar a la comedia brutal, cínica, abierta, para continuar demostrando que es narrador magistral: sus tramas son inteligentes y originales, además de saber contarlas con genio e ingenio.
            Los amantes pasajeros es un resumen de sus obsesiones, personajes y situaciones, además de comentario social a lo que está sucediendo en su España adorada (y en el mundo). Tres sobrecargos, en un vuelo desde Madrid hasta el Distrito Federal [Joserra (Javier Cámara), Ulloa (Raúl Arévalo) y el gordito Fajas (Carlos Areces)], deben drogar a los pasajeros de clase turista y a sus compañeras azafatas porque hay problemas en el avión (no funcionan las pantallas, por ejemplo) y es un largo viaje. En primera clase hay unos cuantos pasajeros que se dan cuenta que algo raro sucede y quieren conocer la verdad: hay un problema con el equipo de aterrizaje, debe volar en círculos hasta encontrar un aeropuerto libre y de poco uso para un descenso forzado.
            Mientras tanto, la cinta es una serie de episodios particulares de cada personaje o sus interacciones. Hay una mujer que es virgen y vidente; hay un banquero estafador; una famosa personalidad del porno sadomasoquista que ha grabado sus relaciones con grandes personajes; una pareja de recién casados donde el joven marido droga a su esposa para que lo satisfaga mientras está sonámbula; un actor con problemas amorosos; un mexicano que lee a Bolaño y cuya identidad misteriosa se revela más adelante.

Raúl Arévalo, Carlos Areces y Javier Cámara: ¡excepcionales!
 
            Los pilotos y los sobrecargos son homosexuales (de alguna u otra manera: un piloto lo niega, pero disfruta del sexo oral; otro es bisexual; dos de los sobrecargos tienen relaciones con sendos pilotos; el tercero es más bien ascético y creyente en una diosa oriental) por lo que Almodóvar ofrece una divertida parodia y muchos comentarios sobre la realidad de un grupo y sus actitudes, sin caer en la burla, pero sí en la nota ácida: ese baile que ya queda para la historia (I'm So Excited). Es una preferencia y un estilo de vida que debe tomarse de la manera más natural y es lo que la sociedad no ha permitido por completo (en la función que me tocó, hubo un grupo de personas que abuchearon un beso que se dan Cámara y Antonio de la Torre: mejor demostración de que todavía no se acepta, queda afirmada).  Quienes califican a Almodóvar de homófobo han de creer que el Papa es un santo.

            El personaje del banquero puntualiza la situación que se ha vivido en los últimos tiempos europeos. Estafas y comodidades: prepotencia sin misericordia hasta que la realidad lo consume. La estrella dominante
habla del sometimiento desde el número uno del país a través de la carnalidad como metáfora del instinto como relación de debilidades del mismo poder. El personaje mexicano puntualiza que es más fácil que se cometa un crimen en México porque nadie sospecharía (viene leyendo la novela “2666” de Roberto Bolaño, esa obra magnífica y alegórica sobre los asesinatos de mujeres en una ciudad que se asemeja con Ciudad Juárez). 
Los pasajeros "baratos" de clase turista son puestos a dormir para que luego uno de primera clase pase a satisfacerse con uno de ellos (explotarlo ¿verdad?).
Y así podrán irse elucidando tantos símbolos como se deseen mientras uno suelta la carcajada o simplemente se extasía ante tanto buen actor que sorprende. ¡Ah! ¡Y cómo se desea tomar esa “Agua de Valencia” con sus deliciosos ingredientes (y consecuencias, sobre todo).
            En abstracto, es una comedia enloquecida y truculenta. Una manera de decir y criticar con obviedad. Ya en serio, es un retorno al fondo y la forma: dentro de los momentos simpáticos, fuertes o débiles, está la negación crítica hacia quienes han desatado una triste realidad. Almodóvar tiene toda la inteligencia, mordacidad, talento para continuar una obra que ha sido, en su mayoría, admirable. Ya quisieran muchos de sus “críticos” tener una pizca de su genio.
Pedro Almodóvar: un genio de la narración cinematográfica