sábado, 29 de mayo de 2010

RAMÓN Y AGUSTÍN



Este 28 de mayo se cumplieron cincuenta años de la muerte de Ramón Gay; al día siguiente se conmemoró el de Agustín de Anda. En 1960 fueron dos asesinatos seguidos que conmovieron al medio artístico. Ambos fueron crímenes pasionales.

Ramón Gay (28 de noviembre de 1917) actuaba al lado de su amiga Evangelina Elizondo en una obra de teatro. Luego de la función fueron a cenar, Ramón llevó a Evangelina a recoger su auto y se quedaron platicando. Ahí llegó José Luis Paganoni, exmarido de la actriz quien se había separado al descubrir que el tipo ya estaba casado. La insultó, comenzó a golpearla, Gay intervino pero el otro sacó una pistola con la cual lo hirió de muerte.

Agustín de Anda (13 de agosto de 1933) estuvo en el espectáculo que su novia Ana Bertha Lepe presentaba en el centro nocturno La Fuente. A su mesa llegó el padre de la vedette, llamado Guillermo Lepe, exmilitar, con el cual comenzó a discutir. Salieron del lugar y en las escaleras Lepe sacó una pistola hiriendo mortalmente a De Anda.



Gay apareció en 90 películas. Desde sus inicios a mediados de los años cuarenta como extra hasta el estrellato como galán, apareció en cintas que ahora son entrañables como “Eugenia Grandet”, “La venenosa”, “Mi esposa y la otra”, “La momia azteca”, “Muñecos infernales”, “Las aventuras de Carlos Lacroix”, entre muchas otras.



Hizo honor a su apellido si le damos el significado que ahora se acostumbra para indicar otra preferencia sexual ya que sostuvo una relación apasionada con Arturo de Córdova quien asistió destrozado a su funeral. De ahí que los celos infundados de Paganoni terminaron con la vida de un hombre inocente que no le ponía mano a las mujeres.



De Anda era el hijo preferido de Raúl de Anda ya que insistió en colocarlo como galán fílmico en las once películas que le produjo. Sin embargo era pésimo actor, peor cantante, como lo demuestran esos mismos testimonios. Pueden caerse de la risa al verlo en “La máscara de carne” o “Bataclán mexicano” porque era estático, sin gracia, y ni siquiera era un hombre con físico espectacular o facciones atractivas. Se comenta que había embarazado a Ana Bertha para luego negarle matrimonio y que ese fue el motivo por el cual Lepe, padre deshonrado, discutió y lo asesinó. Su muerte propició que Rodolfo (fallecido recientemente), su hermano menor, accediera al estrellato gracias, también, a su padre productor.


Había que recordar este hecho que fue impactante para el medio artístico mexicano y para el público cinéfilo que, por esos años, era abundante y asistía a las salas de cine para ver nuestro producto nacional.

CHICOGRANDE


Felipe Cazals vuelve a estar en forma y alcanza los niveles de calidad de sus mejores tiempos con esta maravillosa reinvención de la búsqueda de Villa por los "ultrajados" norteamericanos de Columbus que a su vez ultrajaron a nuestro país. Es un retrato de la lealtad de un pueblo representado por el personaje que da título a la película (un Damián Alcázar extraordinario) y de la perenne invasión, disfrazada de "salvación", que se ha cometido en Vietnam, Irak, Afghanistán...

Un guión de Ricardo Garibay rescatado 33 años más tarde por Cazals quien lo habría de filmar en 1977 pero se lo impidió la gorda pendeja que manejaba RTC en esos años.

Les invito a leer mi comentario en
www.dianagonzalez.com.mx

y si quieren conocer un "anticomentario" tan estúpido, pleno de ignorancia e injusto, realizado por una mente ya gelatinizada por lo peor de Hollywood, lean lo que salió hoy sábado 29 de mayo en la sección Gente de El Norte. No quiero darle importancia, pero llega a tantas personas que resultan influenciadas por tales barbaridades que da al traste con el buen cine mexicano actual que surge de vez en cuando... Forma parte de la decadencia en la que estamos sumidos...

Una foto de Felipe Cazals dirigiendo al excelente Daniel Martínez como el Mayor Butch Fenton en "Chicogrande"

miércoles, 5 de mayo de 2010

METRÓPOLIS RESTAURADA




Informa el New York Times que comenzará a exhibirse la versión restaurada de "Metrópolis" , una de las obras maestras de Fritz Lang, filmada en 1927, comprada por la Paramount para su exhibición en Estados Unidos, por lo que sufrió cortes. Así, la versión que se conoce hasta el momento está mutilada. La que se "estrenará" dura el tiempo original, explica personajes y momentos, dando una visión exacta de lo que pretendía Lang. Ya había sido exhibida en el Festival de Berlín en febrero pasado y la noticia del descubrimiento fue hecho público en 2008, pero ya es un hecho su paso por pantallas grandes. Ya saben, además, que nuestros vecinos del norte son buenos para publicitarse y lo mejor para nosotros son sus medios de distribución.

Por cuestiones del destino, un distribuidor argentino se encontraba en Alemania cuando fue estrenada la cinta y compró una copia para su distribución en el país sudamericano. Fue antes de los cortes. La copia permaneció en el Museo del Cine que existe en Buenos Aires, donde la burocracia siempre impidió su búsqueda y cuidado. Gracias a la persistencia de un cinéfilo, Fernando Peña, trabajador de archivos fílmicos, quien tuvo la suerte de casarse con una mujer, colega suya, llamada Paula Félix-Didier, la cual fue nombrada directora del Museo mencionado, logró finalmente contar con una bóveda a su disposición para rescatar esa copia completa, en 16 mm, que fue preservada. Se anuncia que estará disponible en DVD dentro de unos meses. Ya la esperamos ansiosamente.

Otra gran ventaja es que han descubierto cuatro cintas del tiempo silente: una soviética de 1928 y otras tres norteamericanas. Todas eran consideradas como pérdidas culturales. Todavía queda mucho por descubrir en esa bóveda argentina.

La noticia nos deja dos enseñanzas: la persistencia debida a la pasión que mueve a los seres humanos rinde frutos; por otro lado, existen bóvedas inexploradas: los obstáculos para penetrarlas se deben a la estupidez humana cuyos ojos están centrados en lo inmediato y lo económico. No valoran la expresión estética ni el conocimiento, ni los legados del pasado.

Felicitémonos porque todavía hay en el mundo apóstoles de este calibre: seres verdaderamente apasionados por las cosas que verdaderamente valen la pena y que verdaderamente hablan de nosotros.