viernes, 10 de diciembre de 2021

EL AMOR IMPOSIBLE

 

AMOR SIN BARRERAS
(West Side Story)
2021. Dir. Steven Spielberg.

         La conocida trama de Romeo y Julieta trasladada al Nueva York de finales de los años cincuenta, entre pleitos de pandillas étnicas: los norteamericanos (descendientes de blancos, extranjeros) y los puertorriqueños, defendiendo su territorio, se narra a través de la historia de María (Rachel Zegler) y Tony (Ansel Elgort), enamorados apasionadamente, divididos por los odios raciales. En esta nueva adaptación de la comedia musical de Leonard Bernstein, se buscó la fidelidad hacia la puesta en escena, sin la intención de utilizar la referencia obligada y conocida de la versión cinematográfica de 1961. Para quienes conocemos y amamos la película de Wise y Robbins, es ineludible la comparación y el extrañamiento. Sin embargo, es otra película de Spielberg, con su narración fluida y su perspectiva visual.

         La comedia musical se estrenó en 1957, luego de haber estado una década como proyecto en las mentes de sus creadores, Bernstein y el letrista Stephen Sondheim, aparte del dramaturgo Arthur Laurents y el coreógrafo Jerome Robbins. Spielberg, con diez años de edad, quedó deslumbrado con las canciones del disco que reproducía esa versión teatral, adquirido por su padre, al cual dedica la película. Como era de esperarse, el nuevo guion ofrece contexto al colocar la acción en medio de las demoliciones del centro de Nueva York para la construcción del Lincoln Center. Igualmente, los personajes se definen con algunos datos que jamás se tocan en la puesta original: María llega a Nueva York para vivir con su hermano Bernardo, del cual se sabe que se dedica al boxeo y vive extramaritalmente con la modista Anita. Por su parte, el joven Tony acaba de purgar una condena de un año por haber golpeado a otro rival de la pandilla que había fundado, los Jets, de los cuales ahora es cabecilla Riff, amigo de siempre de Tony, que los ha abandonado, y trabaja en la tienda de Valentina (Rita Moreno, en un rol escrito para ella). De esta manera, se le da mayor sentido a la presencia latina en Nueva York por el carácter de estado asociado que tiene Puerto Rico y que se nota como amenaza hacia la hegemonía de los blancos que, en realidad, tienen ascendencia extranjera (italianos, irlandeses, polacos).

         Y está la historia de amor más fuerte que los lazos familiares y que todo sentido moral. Spielberg se siente conmovido y decide regodearse sobre esa fuerza. La escena del balcón, que en este caso son las escaleras de escape de las viejas casas de apartamentos, muestra las barreras del título en español. Las rejillas estorban. Tony tiene que escalarlas para llegar hasta su objeto amoroso. Lo más impactante de esta historia reside en el sentido trágico: cuando todo se ha planeado de la mejor manera, interviene la fuerza del destino. Contra toda esperanza e ilusión, se enfrenta la imposibilidad amorosa. A pesar de que exista una pequeña alternativa de felicidad, no podrá ser. Hay detalles y pequeñas circunstancias que refinan a la trama. Spielberg evita los excesos que pueden dar lugar al ridículo (por estar pasados de moda). La vieja Valentina viene a ser el coro griego cuando canta “Somewhere”, hablando de una situación general, de humanidad, más que del caso singular de una pareja. Anita y Bernardo cantan sus ventajas y desventajas de vivir en “América”, al salir a la calle, a plena luz de día, para expresarse en medio de la gente.

         Y el reparto es muy adecuado. Ahora tiene actores que cantan y bailan. Ansel Elgort es muy expresivo, excelente actor, que deja muy atrás al inadecuado Richard Beymer en la versión de 1961: el momento en que se entera de la falsa muerte de María, su expresión vale por todo su desarrollo actoral en la trama. La coreografía de Robbins se respeta parcialmente, en su esencia, pero ahora se está adaptando a otro tipo de escenario. Se sigue la tendencia actual del cine: muchos cortes que solamente dan idea general de baile, en lugar de una cámara que permita disfrutar de los movimientos corporales: claro, no es teatro, ni es película musical de antaño: es la época de la rapidez. Los números de danza están como fondo, a distancia, de la trama que se está presentando. Spielberg muestra la derrota del sueño americano, aunque la trama permite cierto dejo de esperanza. La cinta es espléndida para el público al cual está dirigida, que no es, para nada, aquel que la disfrutó en su versión anterior.

El maestro Steven Spielberg con su elenco



 

          

viernes, 3 de diciembre de 2021

MASCULINIDAD

EL PODER DEL PERRO
(The Power of the Dog)
2021. Dir. Jane Campion.

         Montana, 1925. El rudo ranchero Phil (Benedict Cumberbatch, excepcional) y su hermano George (Jesse Plemons) llegan al restaurante de Rose (Kirsten Dunst), donde el primero, bravucón, impone su presencia. Se burla del hijo de la mujer, Peter (Kodi Smit-McPhee), por su delicadeza. George se enamora de Rose y se casa con ella. Así, inicia una relación tortuosa entre cuñados que llevan a Rose al alcoholismo. Cuando Peter llega de la universidad para pasar el verano, lo que primero acontece es una continuidad de burla y escarnio hacia su persona; de pronto se torna en amistad y acercamiento con Phil, que será significativa y determinante para el futuro… Imposible continuar describiendo lo que sucede sin revelar puntos importantes de la trama.


         Estamos ante los hermanos con personalidades opuestas: George es serio, obeso, siempre vestido de manera muy propia, aun cuando cabalga. Phil es vulgar, prepotente, siempre vestido con chaparreras, regodeándose en su suciedad y la peste que produce. Phil se burla de su hermano (le llama “fatso”: gordinflón), pero duermen en la misma cama. No obstante, se menciona que Phil estudió en Yale y es experto en latín y griego, aparte de cultivar una afición entomóloga, lo que es una total contradicción debida a su manera de comportarse. Al casarse George, y traer a Rose a vivir al rancho, Phil cambia el blanco para sus burlas. La mujer se angustia y encuentra una salida por medio del alcohol. La llegada de Peter al rancho todavía provoca otra redirección de su escarnio, algo que el joven larguirucho recibe impasible, pero luego capitaliza.

         La cinta se distingue por las miradas, los gestos. La realizadora hace uso de acercamientos que dicen más que cualquier diálogo. El mejor ejemplo está en la noche de bodas de George cuando duerme con su mujer en un cuarto adjunto al de su hermano. Phil escucha los gemidos del acto sexual y se nota su rechazo, su disgusto, o tal vez un deseo reprimido. El título de la cinta (por ende, de la novela en la cual está basada) proviene de un salmo bíblico: Libera a mi alma de la espada; libera a mi querida del poder del perro, que vendrá a darle sentido a las acciones, y a sus consecuencias, que realizan los personjes.

         Una visión existencialista sobre la sensibilidad masculina. Dos seres, Phil y Peter, cuyas condiciones humanas buscan encontrar sentido a sus vidas. Cada uno guardando apariencias, ocultando sus naturalezas, disfrazando sus deseos. Cada uno con motivaciones distintas para esas acciones que se confunden bajo otros objetivos. Dividida en cuatro capítulos que van estableciendo personajes, encaminándolos en sus destinos, la película va lanzando cabos sueltos para unirlos, magníficamente, al finalizar. La realizadora neozelandesa Campion se ha distinguido por la descripción de sus personajes masculinos a lo largo de su carrera (como el rudo campesino ante su esposa comprada en El piano, 1993; o el detective libre que investiga un asesinato en En carne viva, 2003), algo que ahora resulta más distintivo gracias a, como ella dice en una entrevista, el movimiento #me too. La cinta aborda dicha esencia desde otra óptica. Extraordinaria.

Jane Campion y Kirsten Dunst en el Festival de Venecia 2021