lunes, 26 de septiembre de 2016

LA CORRUPCIÓN ENDÉMICA


ATENTADO EN PARÍS

(Bastille Day)

2016. Dir. James Watkins.





         Un hábil ladrón y carterista, Michael (Richard Madden) roba la bolsa de una joven mujer, Zoë (Charlotte Le Bon) que se ha detenido en una calle de Montmartre sin saber que en la misma viene una bomba dentro de un oso de peluche. Al no encontrar nada de interés, abandona la bolsa que estalla a los pocos instantes dejando cuatro muertos detrás. Será labor del agente de la CIA Briar (Idris Elba) localizarlo y detenerlo para que el joven le confiese que no tenía idea de lo que contenía el objeto de su robo y que no es un terrorista. A partir de ese momento inicia todo un ingenioso juego de dobles traiciones y situaciones impensables para darnos cuenta que la corrupción se encuentra por todos lados, infiltrada en los antiguos emblemas del honor y la protección, aunque ahora manipulativa en extremo al existir las redes sociales.





         No puede contarse mucho sobre la trama para no echar a perder ciertas sorpresas narrativas. Lo que debe establecerse es que el realizador Watkins (a quien debemos previamente otros ejemplos de la maldad inherente y endémica: Silencio en el lago (2008) y La dama de negro (2012) tanto en ámbitos naturales como sobrenaturales) tiene un gran sentido de la acción constante y de las secuencias útiles: no hay nada que sobre ni falte. La tensión es constante, sobre todo cuando se realizan limitaciones en el tiempo. El título original de “Día de la Bastilla” está presente porque todo sucede como terrorismo antes del día nacional francés, pero lo mejor es que no se torna en eje principal. Lo que importa es dejar claro que estamos inmersos en cloacas de ambición y hasta los fines idealistas, ya sean reprobables como el terrorismo, o inspiradores como el ecologismo, por poner un ejemplo, pueden ser traicionados.





         Idris Elba y Richard Madden están perfectos en sus roles. Cada uno ofrece humor y tensión. Elba es un actor versátil que tanto puede reflejar una gran introspección (¿lo han visto en la serie Luther en el canal BBC?) como ser héroe invencible, con cuerpo atlético y energía. Madden, popular por la serie Juego de tronos, es toda una revelación. Las tomas de un París hermoso, mezcladas con sus azoteas y las panorámicas con su simbólica Torre Eiffel, nos sitúan en un drama contemporáneo de acción intermitente y de interesante discurso donde el racismo es simplemente un pretexto para oscuras intenciones, en una ciudad que se encuentra entre las más pobladas con personas de otras razas y países. Extraordinaria.

sábado, 24 de septiembre de 2016

EL PRESENTE VISTO DESDE EL PASADO


LOS SIETE MAGNÍFICOS

(The Magnificent Seven)

2016. Dir. Antoine Fuqua.





         Nueva lectura de una cinta clásica filmada en 1960 por el maestro John Sturges (1910 – 1992) acerca de un pueblo mexicano fronterizo que cada año era acosado y robado por un bandido y sus secuaces, por lo que se mandaba traer a pistoleros norteamericanos que les ayudaran a erradicarlos. Esta adaptación para un siglo XXI incrementa la violencia, la crueldad, el número de matones que acosan a un pueblo que ahora está amenazado por un tipo rico que desea quedarse con todas las tierras del lugar porque hay oro en unas minas aledañas. El pueblo está constantemente vigilado por un alguacil comprado por el villano y donde se cometen atroces crímenes sin castigo. La cinta inicia con una pequeña masacre que el hombre perpetra durante la reunión de algunos ciudadanos que buscan alguna solución. Al asesinar al marido de una joven mujer (Haley Bennett), ésta decide ir en busca de ayuda. Encuentra al caza recompensas Chisolm (Denzel Washington) que, a su vez, reclutará a otros seis ladrones, estafadores, jugadores, un mexicano, un indio nativo-americano experto en flechas y otro oriental hábil con los cuchillos.





         No puede haber comparación. La cinta original (7 hombres y 1 destino) será recordada por personas de mi generación, quizás. Ahora a nadie le interesaría y parecería obsoleta por completo. Su tema musical, por Elmer Bernstein, se hizo entrañable (es el que se utilizaba para los comerciales de los cigarros Marlboro) y aquí en la versión actual tuvieron el acierto de reproducirla hasta los créditos finales. La cinta original dio lugar al crecimiento de nuevas estrellas (Steve McQueen, Robert Vaughn, Charles Bronson) o lucimiento de otras establecidas (Yul Brynner, Eli Wallach o Brad Dexter) y era la versión norteamericana de una obra maestra por Akira Kurosawa (Los siete samuráis, 1954). Se puede conseguir en vídeo y es magnífica.





         Antoine Fuqua es un realizador del cine violento, con mucha acción, cuyos protagonistas deben luchar contra la corrupción que les rodea. El policía novato ante su compañero veterano que realiza acciones ilegales para su beneficio (Día de entrenamiento); el honesto trabajador que desea sacar a una jovencita de la prostitución forzada (El justiciero): el medieval rey Arturo contra los miembros de su deshonesta corte (Rey Arturo). Aquí tenía una veta excelente de explotación de su temática favorita que le permite, además, hablar de las diversidades raciales, de la ambición económica en cuanto a la explotación de pocos por muchos en la constante acumulación de riqueza, de la completa inhumanidad que lleva a la falta de respeto sobre todo a la vida de los demás. La masacre contemporánea, digna de una tragedia isabelina, tiene su representación en pantalla. No es exagerada ante una comparación con la información de lo que sucede cada día en la guerra cotidiana o en el enfrentamiento en la lucha contra el narcotráfico, por ejemplo. Un perfecto tratamiento de hechos que suceden en siglo XIX pero que retratan a la voracidad del siglo XXI. Y la moralidad se impone como gran deseo ficcional ante la impunidad de nuestra realidad.


Peter Sarsgard representa a la voracidad
de nuestro siglo XXI desde el pasado



         Denzel Washington ocupa el rol del líder, caza fortunas legal, con territorialidad amparada, aparte de un extremo deseo de venganza. Chris Pratt, carismático, está en lugar de Steve McQueen.  Dos iconos de nuestro tiempo para continuar con la idea de un Hollywood ya desaparecido que, de todas maneras, mantiene el culto a la personalidad. Una sorpresa agradable es que nuestro paisano Manuel García-Rulfo cumple perfectamente con su papel, no es disminuido como mexicano, además que su personalidad se impone. Todas las cualidades para mostrarnos una visión de nuestros tiempos modernos (¿civilizados?) desde una perspectiva del pasado salvaje. 

El excelente Antoine Fuqua

lunes, 19 de septiembre de 2016

HUMOR CON OLOR A SANITARIO


NO MANCHES FRIDA

2015. Dir. Nacho G. Velilla.





Ezequiel (Omar Chaparro) sale de la cárcel para descubrir que sobre el terreno donde escondió su botín se ha construido el gimnasio de una escuela privada. Al ir a pedir trabajo como intendente, debido a la terrible disciplina de los estudiantes que hace correr a otros candidatos, se le confunde y es aceptado como maestro. Le toca cubrir a un salón de clase temido por todos los docentes. Cuando Ezequiel lo toma, primero es víctima de las bromas del grupo y luego logra domarlo. Alrededor de esto hay una maestra soñadora e idealista (Martha Higareda) que se torna en su objeto amoroso.



Versión mexicana (con producción norteamericana y alemana, dirigida por un español) de una cinta filmada en Alemania en 2015 llamada Fack ju Göthe (2013, Bora Dagtekin) y que copia la trama esencial de la norteamericana De ladrón a policía (1999, Les Mayfield), donde un ladrón descubría que sobre su botín estaba una estación de policía por lo que se hacía pasar como agente para lograr recuperarlo. Desconozco la alemana, de la cual no espero mucho. Me gusta la de Mayfield con Martin Lawrence. Sobre películas acerca de alumnos insoportables que son llevados a la razón y el respeto existen, por suerte, títulos afortunados.



La película es una larga sucesión de chistes fáciles, palabrotas, comportamientos extremos y groseros, además de rendir el culto eterno a la coprofilia, que apelan a la reacción primaria. Seguramente tendrá mucho éxito entre el público que no es exigente y acepta cualquier bobería como No se aceptan devoluciones o Nosotros los Nobles como gran ejemplo del mejor cine mexicano. Es de esperarse que existan alumnos como los describe la cinta: sin rumbo ni intereses, viviendo para el momento, bajo el pretexto de que no se les entiende. Una realidad exagerada que provoca la risa por situaciones increíbles (las bromas de los estudiantes) o la utilización de soluciones inverosímiles (la excavación en el sótano, sin que nadie se dé cuenta, aunque, bueno, el túnel de El Chapo le dará la razón a los defensores de la película).



Hay un momento que parece serio: cuando el “maestro” lleva a sus alumnos por un recorrido entre sus amigos: un miserable, un drogadicto y un narcotraficante, como ejemplos de lo que pudieran llegar a ser. Uno imagina que si esa fuera la fórmula perfecta para colocar a los jóvenes por el buen camino, otro gallo cantaría en nuestra realidad. Para redondear la universalidad del ladrón vuelto maestro, se torna en “director de teatro” que “reescribe” su propia versión de Romeo y Julieta. Sin embargo, es un negocio. Todo está conformado para atrapar a la ignorancia y ganar mucho dinero. Todo se resume en las fórmulas fáciles: copia de copia de copia que es más o menos la definición generalizada del cine mexicano contemporáneo, con honrosas excepciones. Es una producción de Televisa Cine donde se dice y hace lo que no se puede por sus canales abiertos (pero se iguala con sus programas por "cable" como Telehit).



Es una película que disgusta, aunque en la sala donde la vi, los pocos asistentes estuvieron riendo todo el tiempo. Otra señal de los tiempos de deterioro en que vivimos...

LAS ILUSIONES QUE NOS PROTEGEN


MI AMIGO EL DRAGÓN

(Pete’s Dragon)

2016. Dir. David Lowery.





         Pete (Oakes Fegley) perdió a sus padres en un accidente automovilístico. Al quedar solo, como único sobreviviente en el bosque, encuentra a un gigantesco dragón que lo protege y cuida. Pasan seis años y ahora es un niño salvaje que habita en una cueva (dentro de las profundidades del inmenso bosque) donde el diligente dragón, que puede volar y tornarse invisible, lo ha mantenido. Cierto día Pete llega hasta un lugar donde ya intervienen los taladores de árboles. Es descubierto por la agente forestal Grace (Bryce Dallas Howard) y su hija Natalie (Oona Laurence) quien lo lleva hasta un hospital para después tenerlo en su casa. Pete le revela que su amigo es un dragón y la lleva hasta la cueva. Ahí, el ambicioso cuñado de la oficial lo descubre.





         A casi 40 años de la primera versión que la propia compañía Disney produjera como cinta musical y con animación que alternaba al lado de actores vivos, tenemos esta relectura que solamente parte del hecho de que el pequeño Pete encuentre al dragón que es su amigo. En ambas versiones hay malvados que desean capitalizar el descubrimiento de esta criatura legendaria. Ahora, la versión contemporánea toca lateralmente el final de la fantasía y la realidad depredadora del hombre. El relato central está en la amenaza que se cierne sobre el fabuloso animal para su sobrevivencia (que nos recuerda al gracioso extraterrestre de Spielberg), pero finalmente se tiene la valorización de la familia. Se comenta que Grace vive con su novio, del cual ha nacido una hija. Pete pierde a su familia y reencuentra otra gracias a la materialización de un ser mítico. Es una manera de decirnos que son las ilusiones las que nos mantienen y nos soportan ante las crueldades del mundo.


La versión de 1977 mezclaba
animación con seres vivos



         El realizador (editor, guionista, director de fotografía) Lowery ofrece bellísimos paisajes (la cinta fue filmada en Nueva Zelandia) y permite momentos de reflexión alargando sus secuencias sin caer en la edición rápida: se nota su dominio de los diferentes oficios dentro del cine. El dragón es una delicia de personaje: verde, con pelo, un colmillo protuberante roto y una expresiva mirada. Al recordar la también graciosa cinta de Don Chaffey, filmada en 1977 (con Helen Reddy y Mickey Rooney), uno se acuerda del Cine Montoya y de las alegres canciones que complementaban a la narración. En esta versión Robert Redford (a los casi 80 años de edad) es cuidado por la cámara: dentro de su admirable vejez (ya que no recurrió a excesivas cirugías) se notan los restos de su belleza madura. Impecable y satisfactoria diversión.

El realizador David Lowery

Robert Redford, a los 80 años, bien cuidado
por la cámara de cine...


lunes, 12 de septiembre de 2016

LA AMENAZA RESENTIDA


STAR TREK: SIN LÍMITES

(Star Trek Beyond)

2016. Dir. Justin Lin.





         El capitán Kirk (Chris Pine) y su tripulación son víctimas de un engaño. Se trasladan a un planeta lejano donde son atacados, dejando inservible a la nave Enterprise, y todo para que el villano en turno, Krall (Idris Elba), se apodere de una pieza que le permitirá utilizar un armamento poderoso para aniquilar Yorktown, un espacio artificial creado por la Federación para la convivencia de civiles.


La tripulación del Enterprise (a la
izquierda, el malogrado Anton Yelchin)



         La cinta inicia con Kirk ofreciendo el retorno de la pieza a sus dueños originales como símbolo de paz para recibir un ataque al considerarlo más bien ofensivo. Kirk retorna a su nave y guarda la pieza sin imaginar que ella lo llevará a esta aventura sorprendente. Sin embargo, la trama muestra a Kirk aburrido luego de tres años de volar en una misión que todavía durará dos más. Está la alternativa de aceptar el puesto de Vicealmirante que lo dejará en trabajo clerical. Por su parte, Spock (Zachary Quinto) quiere salvar a la raza vulcana buscando a una mujer de su especie y desposarla, sobre todo por el fallecimiento de su padre. La nueva misión pondrá a ambos a dudar sobre sus respectivos futuros.


Un nuevo personaje, Jaylah (Sofia Boutella), quien ayuda
a la tripulación para escapar del planeta incomunicado



         Las secuencias de acción son efectivas, con mucho movimiento y ediciones rápidas, al estilo que su director Lin nos tiene acostumbrados luego de sus episodios de la serie de “Rápidos y furiosos”, además que el guion está escrito por Simon Pegg (quien aparece como el ingeniero Scotty) y Doug Jung (quien aparece como el esposo de Sulu en Yorktown), que lograron darle el tono de los episodios de la serie original por televisión, además de sentido del humor. Esto debe satisfacer a los fanáticos de la misma.


Kirk es amenazado por el villano Krall



         Habrá que destacar nuevamente el sentido de familia que ha sido recurrente e importante para las superproducciones del Hollywood contemporáneo: en el caso de Kirk, la idea de seguir adelante con el honor de su padre; en el caso de Spock, el deseo de ser una especie de Nuevo Adán para reproducir a su especie ahora sin planeta propio; en el caso de Sulu, simplemente la llegada a Yorktown para encontrarse con su pareja masculina que carga a una pequeña, dando idea de que no hay discriminaciones en lo sexual como en la convivencia entre diferentes razas de las galaxias; en el caso del personaje de Jaylah, reivindicar la memoria de su padre, muerto por uno de los soldados de Krall.


El coguionista Doug Chung aparece
como la pareja de Sulu



         Y está el caso de Krall, personaje considerado héroe por su pérdida en el espacio, considerándosele muerto y héroe por la historia, para que surja de las cenizas como villano resentido, pensando que la Federación lo había abandonado, sin saber que no existía comunicación posible. Su mismo rencor lo lleva a metamorfosearse para sobrevivir. Es un personaje entrañable, como todo buen villano de película, que es al que tomamos en cuenta por sus efectos sobre la historia.


Idris Elba, o sea Krall, nunca aparece con su rostro,
excepto en un vídeo de su pasado



         Al finalizar la cinta se recuerda la memoria de Leonard Nimoy (el original Spock de la serie de tv, además de las primeras cintas de la franquicia) y hay una dedicatoria para Anton Yelchin, muerto en un estúpido accidente. Su presencia es la que hace más cálido el recuerdo y permite que reflexionemos sobre la fragilidad de la existencia. Por tantos motivos, se pasa un rato entretenido y conmovedor en esta excelente secuela.

El esplendido realizador Justin Lin