domingo, 28 de febrero de 2016

LOS DIOSES ESTÁN DIVERTIDOS


DIOSES DE EGIPTO
(Gods of Egypt)
2016. Dir. Alex Proyas.

 


            El Rey - Dios Osiris (Bryan Brown) va a heredar su trono al hijo perezoso y hedonista Horus (Nikolaj Coster-Waldau) pero antes de que suceda, llega su hermano Set (Gerard Butler) quien lo desafía y asesina, además de dejar ciego a su sobrino. Pasa el tiempo y el pueblo de mortales se ha convertido en lugar de esclavos. Uno de ellos, Bek (Brenton Thwaites), hábil ladrón, visita a su novia Zaya (Courtney Eaton) quien es sirvienta del arquitecto Urshu (Rufus Sewell), por lo que se entera de los planos del almacén donde Set guarda todos los tesoros que hurta de otros lugares, además de tener los ojos de Horus. Beck se lanza a rescatarlos, aunque consigue solamente uno. Al ser descubiertos y escapar, Zaya es alcanzada por una flecha que la mata y la manda al lugar de los muertos. Beck busca a Horus a quien le devuelve la vista parcial a cambio de lograr la resurrección de su amada. Juntos iniciarán toda una serie de aventuras.



            Con gran sentido del humor y variantes posmodernas de la mitología egipcia (a la cual se ha recurrido para no caer en divagaciones) estamos ante un espectáculo de acción y fantasía. Viene a complementar el uso de personajes imaginarios o reales ya conocidos (Sherlock Holmes, Edgar Allan Poe, Abraham Lincoln) para someterlos a una trama que los incluye en otros ámbitos de la ficción. La película utiliza efectos especiales sin caer en la sofisticación, solamente en la abundancia. Hay toda una serie de enfrentamientos, transformaciones de los Dioses en los seres que simbolizan, para dar un panorama del mítico territorio en que se mueven estas representaciones de un pasado que desea explicarse por la metáfora o el cuento (ya sea creado como el mundo de “El señor de los anillos” o venerado como “El viejo testamento”).



            La cinta divierte con ese par de amantes juveniles que son separados por la vida y la muerte, como trama paralela del mito de Orfeo. La Diosa de la Belleza es tan vulnerable que utiliza un amuleto para no ser arrebatada por el Más Allá y es tal su naturaleza que fue amante del Dios enajenado de su reino, como ahora del soberano poderoso: no es tanto la infidelidad como su destino natural del amor y el placer. Los Dioses son mucho más altos que los mortales marcando así una verdadera división clasista y necesaria. La cinta viene a narrar una perspectiva del mundo actual: es tanta la ambición del ser intoxicado de poder, que no le importa llegar al Caos con tal de lograr sus fines personales: claro ejemplo de nuestro mundo destruido ecológicamente aunque las riquezas no puedan detener huracanes o el definitivo fin del planeta. Un discurso subliminal que, por desgracia, no se convierte en emblema. La película viene a ser a nivel de mitología egipcia, lo que Hollywood intentó con la griega en Furia de titanes.



            El maestro Alex Proyas, nacido en Egipto de padres griegos pero emigrado a Australia desde pequeño, se ha distinguido anteriormente por Yo, Robot (2004) o Presagio (2009), aunque la cinta, ahora de culto, que le abrió las puertas del reconocimiento mundial fue El cuervo (1994) con el malogrado Brandon Lee. Su sentido visual y su espléndida imaginación se notan en esta película: el Dios de la Sabiduría Thot (Chadwick Boseman) se encuentra rodeado por infinidad de réplicas de sí mismo para ir complementando todo el conocimiento del mundo, ayudándose consigo. La Diosa Neftis vuela majestuosamente con unas alas impresionantes. Ra (Geoffrey Rush) es la imagen del Sol, el gran Dios que lucha contra la amenaza del Caos y su persona se envuelve en llamas y vive en una especie de nave en las alturas del cielo. Habría que destacar la visualización del mundo de los muertos, antes del paso al Más Allá. En esta cinta se utilizó por primera vez un nuevo lente de Panavision para formato digital que permitió las imágenes de diferencias de estaturas entre los actores.



            Y el reparto es magnífico, aunque contrastando entre los derivados del cine o quienes aparecen en series exitosas por televisión: el danés Coster-Waldau (popular por Juego de tronos), el imponente Gerard Butler en otro rol guerrero que tanta fama le ganó en el pasado, o el joven Thwaites dado a conocer por Oculus. Y entre las mujeres Elodie Yung (conocida por la serie de Netflix Daredevil) o la joven amada Courtney Eaton que antes apareció solamente en la reciente Mad Max.


            Leo comentarios en periódicos y sitios web de la crítica desilustrada (por su falta de referencias y su complacencia fácil) o la crítica Xerox (por su copia natural de lo que dicen los noteros gringos para quienes éxito equivale a taquilla) o la crítica improvisada (porque les llegó el espacio por casualidades y no por méritos) y se confirman los motivos por los cuales hay divorcio entre lectores y “críticos”.  No deje de ver una película que le va a divertir y dejar un sentimiento de respiro ante las amenazas del fin de mundo que vivimos constantemente por estos tiempos.

sábado, 20 de febrero de 2016

LOS ALCANCES DE LA AMBICIÓN


LEYENDA: LA PROFESIÓN DE LA VIOLENCIA
(Legend)
2015. Dir. Brian Helgeland.

 


        Una reconstrucción del Londres de los años sesenta y el retrato de dos personajes del hampa que adquirieron notoriedad. Los hermanos Reg y Ron Kray, originarios del East End, con la ambición de apoderarse de Londres vendiendo protección, adquiriendo casinos, asociándose con la mafia norteamericana de Meyer Lansky. Reg era el inteligente, la cabeza de los negocios, y Ron era el psicótico esquizofrénico condenado a una vida de pastillas controladoras. Reg era el romántico, enamorado de la hermana de su chofer, Frances, a la cual corteja y luego desposa. Ron era abiertamente homosexual pero enfatizaba que era el que daba y nunca el que recibía porque no era maricón. La cinta se narra a través de comentarios de Frances hasta llegar al desenlace irónico.

 
Los verdaderos gemelos Kray y el libro
en que se basa esta película


        Leyenda procede del libro de John Pearson La profesión de la violencia que investigó y presentó con detalle los hechos sangrientos y tenebrosos de esta pareja gangsteril. La cinta va desarrollando las estafas, chantajes, amenazas, para que los hermanos Kray fueran asentándose como poderosos. Su inicial rivalidad con otra banda terminó con violencia y la posterior unión con un tipo listo que manejó sus intereses, al grado de introducirlos con personajes clave de la política. En todos lados la corrupción se impone.

El extraordinario Tom Hardy


        Sin embargo, lo que más destaca es la naturaleza afectiva de Reggie al prendarse y luego enamorarse de la inocente Frances (Emily Browning) quien le pide que se redima y abandone la vida criminal. Ante una primera promesa, que no cumplirá, ambos se casan. Hay una secuencia donde Reg aparece bajo la ventana de la muchacha al salir de prisión. Ella le pide desde lo alto que entre, pero el hombre no quiere ver a la madre, quien lo desprecia. Desea darle un regalo. No le queda más remedio que subir por el tubo de desagüe cargando unas flores que le entrega y luego le da un anillo antes de proponerle matrimonio. Es uno de los momentos clave para indicar cierta clase de humanidad del tipo.

 
        Al contrario, Ron es salvaje. Su enfermedad mental no podrá curarse jamás y solamente controlarse por medicamento que, en ocasiones, deja de tomar llevándolo a la paranoia y la violencia extrema. Una de las cualidades de la película es que no se regodea en la homosexualidad ni presenta escenas extremas, ni muestras escandalosas de afecto porque, en realidad, era personaje instintivo: satisfacción cuando fuera necesaria sin que se llegara a alguna demostración de afecto. Siempre se le presenta con dos jóvenes acompañantes y se sugiere que uno de ellos es el amante de planta.

 
        Luego está la violencia, los enfrentamientos, las amenazas, el ascenso y la caída. Se tiene un guion bien adaptado y una realización correcta. El director Brian Helgeland siempre ha sido mejor escritor que realizador [fue quien perpetró la vulgar y estupidísima Corazón de caballero, pero fue el adaptador de la extraordinaria Río Místico (2003, Eastwood) luego de haber sido galardonado por Los Ángeles al desnudo (1997, Hanson)]. Y fuera de todo ello, es una película de actor: Tom Hardy ofrece una excelente actuación doble al interpretar a ambos hermanos, capturando sus personalidades distintas, su parecido físico, pero también sus diferencias naturales o accesorias (lentes, gestualidades, sobre todo los variados caracteres y comportamientos).

Gary y Martin Kemp, del grupo Spandau Ballet
en la cinta de 1990 con los mismos personajes


        Ya se había filmado otra producción británica con estos personajes llamada precisamente Los Kray (The Krays, Peter Medak, 1990) donde fueron interpretados por los hermanos (no gemelos) Gary y Martin Kemp, miembros de un popular grupo de rock de los años ochenta y noventa llamado Spandau Ballet. En esa cinta, además de la violencia natural, se le daba importancia al personaje materno (aquí simplemente se sugiere breve pero significativamente), que le dio premios a la actriz Billie Whitelaw. Al conocer ambas películas uno piensa en que se complementan desde diversos puntos de vista. No es una gran película, pero al menos alcanza su objetivo al mostrar los alcances y avatares de la ambición.

Brian Helgeland, mejor guionista
que realizador, logra una cinta aceptable

domingo, 14 de febrero de 2016

EXTRAORDINARIA


DEADPOOL
2016. Dir. Tim Miller.



         Wade Wilson (Ryan Reynolds, simpatiquísimo) es un golpeador a sueldo que conoce a Vanessa (la brasileña Morena Baccarin) de la cual se enamora perdidamente. De pronto, descubre que tiene cáncer terminal. Aparece un tipo que le ofrece la cura a la enfermedad por lo que una noche abandona a Vanessa y se interna en un lugar sombrío donde un sociópata Ajax / Francis (Ed Skrein, quien estuviera en la subestimada El transportador recargado) es quien lo somete a tratamiento que remediará su enfermedad pero lo convertirá en superesclavo para trabajar como mercenario, por ejemplo. En una de las etapas, Wade queda sin oxígeno y su cuerpo entero adquiere una textura seca, manchada, con estrías. Logra escapar y lo que esperará será reencontrar a Ajax para que lo devuelva a su estado inicial.

 Ryan Reynolds resulta simpatiquísimo y muestra su versatilidad
que tanto lo lleva a ser dirigido por Atom Egoyan o ser héroe de película

         Todo lo que le acabo de contar es lineal, aunque la cinta está estructurada de otra manera: inicia con la búsqueda de Ajax y luego, con diversos retrocesos en el tiempo, el héroe, ahora llamado Deadpool narra su vida previa, su amorío, su enfermedad, hasta llegar a este punto nuevamente, mostrando lo inteligente del guion. No queda cabo suelto y se van cubriendo antecedentes, hechos y consecuencias. Todos los personajes tienen razón de ser y nada sobra, nada falta.

Morena Baccarin es Vanessa

         Hay que destacar que Deadpool es otro personaje de Marvel pero resulta malhablado, sensual (toda una secuencia de variantes en la cama) y hasta ambiguo en su sexualidad (Vanessa lo somete analmente y Wade alaba el trasero de Wolverine). Y se agradece que se hayan permitido la libertad de presentar desnudos, palabrotas y dobles sentidos, sin que importara la violencia o tener que ser correctos políticamente. Al personaje no le importan ciegos o negros y su falta de compasión se extiende hasta a los mismos personajes mutantes que lo conectan con la otra serie de X-Men. Los diálogos juegan sin solemnidad con los estereotipos del género, se mencionan a otras cintas y personajes y se va desenvolviendo la trama de manera natural, clara, amena. Viene a ser el equivalente a Ant-Man (2015, Peyton Reed), del año pasado, donde sin elencos estelares ni inmensas inversiones económicas, se alcanza un cine extremadamente divertido, con una trama simple de duración normal.


El sociópata Ajax (Ed Skrein)


         La película vuelve a hablarnos del héroe, aquel que utiliza sus poderes para el bien del prójimo, pero no lo canoniza ni torna en ser perfecto. El discurso es muy violento y obviamente está la lucha del bien contra el mal, aunque con un giro delicioso que tiene humor y un reparto de gran simpatía (incluye al comediante T.J. Miller que usualmente presta su voz para cintas animadas o la legendaria cantante Leslie Uggams, como una ciega cocainómana y hasta la campeona de artes marciales Gina Carano). Deadpool viene a ser la primera gran película de entretenimiento masivo del 2016. Extraordinaria.

Tim Miller en su ópera prima como director

        

sábado, 13 de febrero de 2016

UNA TIBIA PASIÓN


CAROL
2015. Dir. Todd Haynes.




         Carol (Cate Blanchett) conoce a la joven Therese (Rooney Mara) en la tienda departamental donde ésta trabaja. Lo que es una simple interacción entre clienta y dependienta es en realidad una sutil seducción entre mujeres que se atraen. Carol ha olvidado una prenda en la tienda y Therese le llama para informarle. La invita a su casa para que comience una relación primero platónica, ya que Carol tiene problemas con su matrimonio, y luego carnal, cuando emprenden un viaje por carretera.




         Todd Haynes ha sido un extraordinario recreador de épocas y cultivador de la relectura de melodramas. Lejos del cielo (Far from Heaven, 2002) es un homenaje indirecto a las cintas de Douglas Sirk, realizados en la Universal de los años cincuenta, al mostrar el romance entre un hombre de color y una convencional ama de casa de suburbio norteamericano.

Mildred Pierce (2007) es una miniserie para televisión donde volvía a narrar, con mayor libertad, la trama de una novela audaz de los años treinta, donde una mujer lograba enriquecerse, por el bien de sus hijas, para recibir el desprecio y traición de la mayor.



Ahora en Carol, regresa a los años cincuenta.




         El interés principal del realizador reside en la denuncia del sufrimiento por la presión social. Así, en Lejos del cielo, la protagonista vivía dos crisis: descubrir la homosexualidad de su marido y, sobre todo, la imposibilidad de consumar su amor por un hombre negro, al estar limitada por el qué dirán dentro de su medio social. Acá tenemos a  Carol es un ama de casa, madre y esposa, con inclinación lésbica. Su marido, alcohólico, rico, está enterado de ello y es lo que hace que la persiga para chantajearla emocionalmente (el divorcio, la custodia de su hija) y dejarla caer en un vacío social. En una época cuando era difícil ser un homosexual declarado, Carol busca la amistad y cercanía con mujeres que comparten su sexualidad. Al encontrar a Therese se enamora. La cinta está narrada como un gran retroceso en el tiempo para enterar al espectador del inicio de la relación.




         La gran cualidad de la película reside, como mencioné anteriormente al hablar de Haynes, en la extraordinaria recreación de época. Cate Blanchett viste un abrigo de mink sobre sus exquisitos vestidos. Los automóviles, los objetos, la tecnología de entonces, dan idea perfecta de lo que eran esos represivos años cincuenta. Rooney Mara es la contraparte humilde en ropa y accesorios (como la cámara fotográfica que recibe por parte de Carol). Sin embargo, además de actuaciones correctas, que no son mejores que las insignes actrices han dado en otras películas, esta cinta se siente tibia y no se muestra, en toda su extensión, la pasión que supuestamente se da entre las mujeres. Carol queda desdibujada y Therese no enfatiza su atracción a la mujer.




         Está basada en una novela de Patricia Highsmith, publicada bajo seudónimo en 1952, con el deseo de mostrar una pasión existente pero negada usualmente, y tal vez con tintes autobiográficos, que ocurría en los años cuarenta, cuya gran distinción era el final feliz, algo inesperado e impensable para esos tiempos cuando la homosexualidad era considerada enfermedad mental que merecía el castigo. No cabe duda que Haynes es un distinguido realizador, aunque en este caso el resultado queda lejos de ser satisfactorio como en sus otras cintas, aunque se respete en la adaptación los intereses de la novela.


          

viernes, 5 de febrero de 2016

VIAJE HACIA ELLA ,MISMA


BROOKLYN: UN NUEVO HOGAR
(Brooklyn)
2015. Dir. John Crowley.

 


         Eilis (Saoirse Ronan) viaja a insistencia de su hermana, desde Einiscorth en Irlanda hacia Nueva York, específicamente a Brooklyn, donde un sacerdote le ha conseguido alojamiento y trabajo. Salir de un pueblo pequeño, con pocas opciones de progreso y lleno de figuras peculiares sumidas en el chisme o la frustración, a donde podrá ser posible la superación personal es un sacrificio (dejar hermana y madre) y un reto (la alternativa de mejoría) para la joven irlandesa que en Brooklyn trabajará, estudiará teneduría de libros y encontrará el amor en un chico italiano. Cierta circunstancia le hará retornar a su pueblo aunque con secretos y otros cuestionamientos. Son los principios de la década de los cincuenta.
 


         Brooklyn es una hermosa película. Una historia de descubrimiento y reinvención personal. La cinta ofrece el retrato de una joven que florece paulatinamente. A pesar de la nostalgia inicial y el sentimiento de no pertenecer a un hogar, la vida le ofrece opciones de cambio. Su timidez se va transformando en seguridad y luego, el hallazgo del amor en la persona de un joven que resulta sincero y con buenas intenciones, además de mostrar un enamoramiento con esperanzas y expectativas la lleva a resoluciones jamás pensadas en la chica recién llegada a Estados Unidos. De ahí que el retorno al pueblo, ante otra perspectiva, le hará tomar una importante decisión.



         Hay una secuencia en el viaje por barco donde recibe lecciones de experiencias vividas por otra muchacha joven que ya ha pasado por esta situación y que se tornará emblemática para significar el crecimiento personal de Eilis en una inesperada circularidad del relato. Basada en una bella novela de Colm Tóibín (ni más ni menos), con adaptación de Nick Hornby (nada menos), la película es una cinta amable, atractiva, que mantiene al espectador con el alma en un hilo porque ya está acostumbrado a las fórmulas de cintas y tramas pasadas: ¡gran sorpresa! Además, el reparto es magnífico. Ronan muestra que ha sabido elegir siempre sus papeles y que ya ha madurado desde aquella adolescente negativa de Expiación. Sus galanes son Emory Cohen y Domhnall Gleeson, ambos perfectos en sus roles y cada uno acordes con su coprotagonista. Brooklyn le hará sentirse bien y podrá romperle y alborozar el corazón. Obra suprema.
 
John Crowley, realizador de "Brooklyn"
 

lunes, 1 de febrero de 2016

¿CÓMO ES EL SER HUMANO?


UNA PALOMA REFLEXIONA SOBRE LA EXISTENCIA
DESDE LA RAMA DE UN ÁRBOL
(En duva satt på en gren och funderade på tillvaron)
Suecia-Noruega-Dinamarca-Alemania-Francia, 2014.
Dir. Roy Andersson.

 


         Esta singular película se mantiene fiel al estilo de su inteligente realizador al presentar viñetas y pequeñas anécdotas con algunos personajes repitiéndose o apareciendo entre ellas. El subtítulo es “tercera parte de la trilogía acerca de ser un ser humano”. La primera secuencia de la película presenta a una paloma disecada que se encuentra sobre la rama de un ficticio árbol en lo que sería un museo natural. Un hombre la mira, pero ella está un poco más arriba, por lo que puede verlo y reflexionar. Es una cinta plena de humor y de absurdos, aunque muy al estilo sueco. No es la gracejada exagerada mexicana o la muy explicada norteamericana. Una maestra de flamenco ilustra un paso que siguen sus estudiantes, entre ellos un joven apuesto. La mujer le ajusta sus brazos pero empieza a tocarle los brazos, el pecho, ante la seriedad solemne del muchacho.



         No todas las viñetas tienen subtítulos pero al inicio vienen tres “encuentros con la muerte” donde, por ejemplo, un hombre sufre un infarto en el restaurante de un crucero y muere aunque antes había ordenado y pagado una ensalada de camarones y una cerveza: al declararlo muerto, la mesera pregunta a otros comensales si alguien quiere ese platillo porque es gratis; parece tonto y ridículo, pero en el fondo contiene una gran ironía ya que uno de los hombres pide, al menos, la cerveza. De todas maneras, la película tiene dos personajes que son el hilo conductor entre tantos discursos visuales: Jonathan y Sam son socios que venden solamente tres productos para bromas: unos dientes de vampiro (cortos y largos), una bolsa que al apretarla suelta risotadas y la novedad: la máscara de un tipo que solamente tiene un diente. Ellos sufren, pelean, filosofan acerca del uso del hombre por el hombre.



         La película, rodada en estudio, mantiene distancia ante sus personajes y suceden muchas cosas al mismo tiempo: un piloto mira al ventanal de un restaurante donde se encuentran la maestra y el alumno ya mencionados anteriormente. El hombre habla por su celular y es la anécdota que importa, pero como espectadores conectamos la continuidad de la otra pequeña trama. Las tomas alejadas obligan a revisar el cuadro completo en pantalla: todo importa y tiene sentido. El estatismo en general (aunque sí hay movimientos internos) resalta, así como el maquillaje de sus actores.



         El propio realizador comenta en alguna entrevista que consigue a sus personajes con actores no profesionales. Explota sus características físicas y nombra a Fellini como una de sus influencias aunque sin llegar a los extremos del maestro italiano. Por otro lado, su sentido del humor que es contenido y frío, proviene de su admiración hacia las primeras cintas checas de Milos Forman (Los amores de una rubia, Pedro el negro) o Jiri Menzel (Trenes rigurosamente vigilados o Verano caprichoso) que hablaban de cuestiones simples, extrayendo toda la gracia posible de las mismas, acordes con el estilo nacional y la época.



         No obstante, hay unas viñetas que impactan por su crudeza: un grupo de esclavos son introducidos en un cilindro rotatorio con bocinas, al cual se le prende fuego para que los gritos de dolor se tornen en música: una metáfora acerca de la forman en que los privilegiados clasemedieros (o aristócratas, más bien), consiguen placer sin pensar en los sacrificios de quienes menos tienen. En otro momento, un laboratorio tiene prisionero a un mono que sufre y gime mientras la científica habla nimiedades por teléfono. Y finalmente, la crítica histórica ya que de repente, en época actual, aparecen militares de la caballería sueca del siglo XVIII al hablar de un mal gobernante, o se traslada a 1943 para distinguir la necesidad de gratificación humana ante el horror de la guerra.



         Así que esta paloma tiene mucho que reflexionar al observar al ser humano con todos sus defectos (aunque también algunas cualidades: la inocencia de unas niñas que producen pompas de jabón). La inteligente película es muy entretenida pero dentro de su juego nos está diseccionando puntualmente, con cortes sutiles y múltiples para responder a la gran obsesión de su director: ¿cómo es el ser humano? Se ganó el León de Oro en Venecia con toda justeza.

Roy Andersson (1943)