lunes, 30 de mayo de 2022

COINCIDENCIA E IMAGINACIÓN

LA RULETA DE LA FORTUNA Y LA FANTASÍA
(Wheel of Fortune and Fantasy / Gûzen to Sôzô)
2021. Dir. Ryûsuke Hamaguchi.

         Del director de la excelsa Drive my Car, tenemos ahora una cinta dividida en tres mediometrajes cuyos personajes no tienen conexión alguna, pero lo que les sucede sí se debe a la coincidencia y a la imaginación, acorde con el título original japonés. Magia (o algo menos convincente) nos habla de un doloroso triángulo amoroso. La puerta abierta es acerca de una trampa dolosa que no resulta como se esperaba. Otra vez es sobre un reencuentro sorpresivo. En los tres casos, las protagonistas son mujeres que expresan sus deseos más íntimos y que serán el motivo para su equilibrio emocional. A Hamaguchi le interesa compartirnos cómo la interacción entre personas puede llevar a la solución de las inquietudes.

         Meiko, modelo, sostiene una larga conversación, en un taxi, con su amiga Tsugumi quien le cuenta sobre su nuevo interés romántico. Lo que le está narrando, hace que Meiko recuerde a un anterior enamorado con el cual rompió porque ella le fue infiel. La ternura que emana de las palabras de su amiga, hace que Meiko quiera corroborar si el hombre que se menciona es casualmente su antigua pareja.

         Nao es una mujer mayor que ha vuelto a la universidad para complementar sus estudios: se ha casado, tiene marido y un hijo pequeño. Sin embargo, vive una aventura extramarital con el joven Sasaki. Ambos platican del nuevo libro del profesor Segawa que ha ganado un premio. Sasaki le guarda rencor porque meses atrás lo suspendió en su clase. Planea con Nao tenderle una trampa para desprestigiarlo.

         Nana reencuentra a su antigua amiga Moka en las escaleras que llevan a una estación del Metro. Ambas platican de la reunión por el vigésimo aniversario de graduación de su preparatoria. Moka le dice que no fue invitada, pero insiste a Nana que la acompañe a su casa para tomar el té. Mientras platican, se dan cuenta de que todo ha sido una confusión: ellas no fueron compañeras de colegio.

         Los tres personajes hablan acerca de sus errores, sus fracasos, aquello que provocó desilusión o el arrebato que terminó con una relación. Ya con Drive my Car  o Asako I y II había demostrado la inteligente construcción de sus textos: los diálogos largos que expresan de manera centrada, inteligente y completa, el sentir de sus personajes. No obstante, jamás cansan las palabras. Lo que se está escuchando es tan revelador y toca tanto a nuestras vidas de una u otra forma, que no queda más que poner atención. Meiko cuestionará al hombre que amaba, pero al cual le fue infiel. Nao leerá un pasaje erótico de la novela del profesor, con la intención de seducirlo, pero al mismo tiempo reflejará su propia verdad. Nana hará que Moka revele indirectamente su fracaso marital.

         Se le ha comparado a los realizadores Rohmer y Rivette. En este caso, el segundo episodio es el que más se acerca al maestro Rohmer tanto en esencia, escenario y personajes: dos ex compañeras de colegio se reencuentran en su fiesta, hablan del pasado, rememoran a algunas compañeras y luego, aunque invitan a Nana para seguir celebrando, ella prefiere separarse y tomar su camino: muy en el estilo rohmeriano de continuar explorando el destino, en vez de tomar la salida simple. Con Rivette, más que en situaciones, está la palabra, como mencioné previamente, por la forma en que se conectan los personajes.

         A Hamaguchi le interesa el paso del tiempo. En los tres episodios se pasa a días o meses o años después. Le interesa compartir las consecuencias de los actos de sus personajes. Las interacciones han producido cambios trascendentales. Así, Meiko sabrá que no podrá interponerse entre una pareja enamorada: su momento ya pasó. Nao valorará lo que supuso un momento de gran erotismo y frustrada seducción. Nana confesará su amor lésbico, mientras que Moka aceptará su rol de esposa sometida, surgiendo una esperanza de relación. Todo debido a encuentros, pláticas, coincidencias. La imaginación de Hamaguchi a todo lo que da. Satisfacción plena del espectador que, luego de ver esta película, recuerda personajes y situaciones aún con el paso del tiempo, como le interesa a su extraordinario realizador.

El extraordinario Ryûsuke Hamaguchi



 

 

 

jueves, 26 de mayo de 2022

SENTIR ALGO

DETENGAN LA TIERRA
(Stop-Zamlia)
2021. Dir. Kateryna Gornostai.

         Es importante que se exhiba esta película ucraniana en estos tiempos cuando nos imaginamos los horrores que han vivido sus habitantes, sobre todo porque se narra la vida cotidiana de un grupo de jóvenes adolescentes, en su último año de la preparatoria. Una tenue línea entre ficción y realidad separa a los personajes de los intérpretes. La directora Gornostai, en su ópera prima, entrevistó a los jóvenes que aparecen en la película y así fue estableciendo el hilo narrativo. De hecho, se alternan varios momentos de estas audiciones, junto con lo que se está contando. Todo es muy simple: Masha (María Fedorchenko) convive con sus mejores amigos, Yana (Yana Isaienko) y Senia (Arsenii Markov). Los tres se conocen desde pequeños y hasta pasan noches juntos. Senia tiene algunas inquietudes respecto a su sexualidad, aparte de conflictos con su madre. Masha está enamorada de Sasha (Oleksandr Ivanov) quien no le corresponde, pero más que nada porque ni idea tiene de la atracción que produce en la chica. Masha tiene padres que usualmente, por trabajo, andan fuera de casa, y ha tenido problemas emocionales (cortarse el cuerpo, por ejemplo). Sasha tiene una madre preocupada y posesiva.

         Estamos ante el umbral de la vida adulta. Jóvenes inmersos dentro de la tecnología, sin gran claridad acerca de su futuro (y ahora, con la guerra, uno se pone a reflexionar acerca de cuál ha de ser su situación). La realizadora quiso poner al día lo que fue su experiencia como adolescente en la preparatoria y de ahí que entrevistara a 250 jovencitos para responder a sus inquietudes. Así nos enteramos de que viven el presente de la manera más absoluta porque ni idea se tiene de lo que traerá el día siguiente. El título se refiere a un juego semejante a nuestra “gallina ciega”. Lo único que tiene que evitarse es tropezar con un obstáculo, por lo que se convierte en metáfora de sus existencias. Simplemente, hay que sobrepasar los obstáculos que se presenten, pero si no ocurre, no hay problema, es un juego, habrá que repetirlo.

         Masha es callada. Contempla su alrededor: se fija en la huella congelada que dejó una hoja sobre el cristal de una ventana, y tiene conversaciones acerca de sus problemas íntimos con alguien, que desconoce, en un chat. Ella piensa que podría ser Sasha, y así va incrementando su obsesión. La realizadora introduce sueños, alucinaciones, fantasías que vive Masha: luego de cortarse, imagina que fluye una gran corriente de sangre viscosa, brillante, fuera de su vena o se piensa abrazada a Sasha mientras éste toca el piano. En alguna de las entrevistas, uno de los chicos expresa me gusta sentir cosas, es mejor que no sentir nada. Y se vuelve de nuevo a comenzar el juego, a detener la tierra, a buscar nuevas sensaciones para encontrarle sentido a la vida…

La directora Kateryna Gornostai



miércoles, 25 de mayo de 2022

ESCAPAR

FLEE
2021. Dir. Jonas Poher Rasmussen.

         Amin es un hombre originario de Afganistán. Ha decidido contar su historia personal a un amigo cineasta, bajo la condición del anonimato: de hecho, hasta el nombre no es real. Entonces, a través de la animación, se ocultan rostros y paisajes. De vez en cuando aparecerán imágenes de archivo para ofrecer contexto histórico. Así, de manera original, se tiene un documental, otra microhistoria que se convierte en testimonio de época, en símbolo de sufrimiento, en mensaje de superación que, sin embargo, no deja de tener sus límites: el hecho del anonimato se debe a que Amin es gay, procede de un país que mata a los homosexuales (más bien, los deplora y los niega). El título de la cinta se traduce como “huir” y eso es lo que toca a Amin, como a muchos de sus compatriotas, como a tantas personas en el mundo, como en tantos países donde impera la injusticia y la ambición. El valor y fuerza de este documental residen en su visión del mundo: Amin se transforma en ejemplo universal.


         Flee surge de la amistad entre Amin y el realizador Poher Rasmussen que nació de su encuentro, muchos años atrás, cuando ambos fueron compañeros escolares en Dinamarca, país al cual arribó finalmente Amin luego de sus odiseas de escapatoria y búsqueda de libertad y supervivencia. A lo largo de varios años, ambos personajes tuvieron largas conversaciones, de las cuales se fue conformando la línea narrativa. Amin traía consigo una fuerte carga emocional, culpas, recuerdos alegres y dolorosos. Más que entrevista, fue una terapia liberadora. La animación nos permite disfrutar de paisajes, calles, casas, plantas, personas. También nos ilustra sobre dolor y crueldad, abuso y maldad. Al final, nos damos cuenta de cómo inició el conflicto en Afganistán, cómo afectó a vidas que eran normales, por medio de este personaje que, además, traía el conflicto personal de su identidad sexual.

         Amin fue el menor de una familia donde el padre era piloto aviador y la madre se dedicaba al cuidado del hogar. Tuvo dos hermanos: el mayor que emigró a Suecia desde que era pequeño y otro que permaneció con familia. Además, estaban dos hermanas. Cuando empezaron los conflictos sociales que derrocaron a la monarquía, el padre fue considerado traidor y desapareció sin que se volviera a saber de su existencia. Así, comenzó el martirio. El documental narra las experiencias de viajar ilegalmente para poder abandonar el país. La estancia en Moscú, por el tiempo cuando había caído la Unión Soviética y la situación era terrible en cuanto a corrupción policiaca que, por una parte, permitió que se mantuviera su estancia simplemente por medio de pago. El hermano que estaba en Suecia se convierte en apoyo indirecto. La vida va llevando a Amin por diversos caminos hasta llegar a Suecia.


         Cabe destacar que el uso de a animación permite que se traten temas que, en otro caso, serían inadmisibles y peligrosas, sobre todo con actores infantiles. Amin va descubriendo sus inclinaciones homosexuales desde pequeño: su adoración por Jean-Claude Van Damme, la atracción hacia estrellas masculinas de cine, la visión esporádica de jóvenes que mostraban su afecto por las calles moscovitas, la amistad con un joven en sus mismas circunstancias y del cual permanecerá un recuerdo. Todo lo que fue modelando la existencia de este niño, luego joven, presa de temores y amenazas, fue afectando también su vida adulta. No obstante, se nota que gracias a este proyecto, a la exploración de su pasado, a la necesidad de ir explicándose su propia existencia, fue esclarecedor y terapéutico para Amin. Bien valió el paso de casi una década de creación para poder llegar a este resultado y compartirlo con un público interesado en entender al mundo que le rodea.

El director Jonas Poher Rasmussen



        

lunes, 23 de mayo de 2022

¡TANTA MENTIRA!

¡QUERIDOS CAMARADAS!
(Dorogie Tovarishchi)
2020. Dir. Andrei Konchalovski.

         Es junio de 1962 en el pequeño pueblo industrial de Novocherkassk, que se encuentra al suroeste de Rusia. El gobierno ha incrementado los precios de los alimentos pero, además, en la fábrica eléctrica del lugar, han reducido los salarios. Los obreros se lanzan a una huelga que sorprende a los miembros del partido del lugar, y el hecho hace que se movilice el ejército, así como enviados del primer ministro Nikita Khruschev. Lyuda (Yulia Vysotskaya, excelente) trabaja en el partido, es comunista convencida, añorante del régimen estalinista, hasta que los hechos la llevan a entender una realidad más allá de los ideales: su hija Svetka se encuentra entre los desaparecidos, luego de que se abre fuego contra los manifestantes, provocando una inesperada (y anticonstitucional) masacre. El realizador Konchalovski se ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia 2020 por esta desgarradora película, en límpido y claro blanco y negro, además de formato convencional académico, que narra un hecho sangriento encubierto por el gobierno soviético por ese tiempo.

         La cinta va desarrollando la temática política que llevará al hecho sangriento, pero le interesa más narrarlo a través de la historia personal de Lyuda, para dar una idea de los fanatismos políticos, los errores gubernamentales, la falsa idea de que existen sistemas perfectos para el manejo de la sociedad, pero, más que nada, los extremos a los que se llega con tal de evitar que se conozcan las imperfecciones y las fallas. Lyuda es burócrata con privilegios. Su estatus dentro del partido le ofrece abusos particulares como introducirse a los almacenes de las tiendas, atiborradas por clientes que buscan mercancía usualmente escasa y cara, para surtirse sin problema, contra la supuesta lealtad a las masas; por otro lado, es amante del propio jefe, casado, del partido. Lyuda fue enfermera durante la Segunda Guerra Mundial y se convenció de los métodos de Stalin, su fervor comunista, su entrega a una ideología, aunque desde la comodidad de su circunstancia social.

         La acción se centra en tres días de junio. El inicio de la huelga, la llegada del ejército, el enfrentamiento, el involucramiento de la KGB para atemorizar a los habitantes contra el ejército (que resultará culpable). Svetka, la hija de Lyuda, desaparece luego de los ataques. Iniciará la búsqueda, por parte de la mujer para tratar de encontrarla. No sabe si está muerta o anda escondida. Lyuda será testigo de todos los enjuagues y artimañas que el partido oficial inventará con la intención de justificar las acciones. Esto lleva a un proceso personal de cambio: ya no son los ideales políticos, sino las pasiones humanas. Ya no es el fervor comunista, sino el respeto por la vida. Ya son las tantas mentiras que se han estado viviendo, cultivando, incrementando. Konchalovski logra, al narrar una historia cruel y verdadera de hace sesenta años, abrir tantas posibilidades de comparación con otros regímenes, dictaduras, engaños, fanatismos, de muchos países en el mundo, sin dejar de lado, amargamente, en este tiempo, a México, donde la corrupción sigue a flor de piel, contra lo que afirme un estúpido pseudolíder.

         Konchalovski ha sido un caso especial en cuanto a los realizadores soviéticos: se dio a conocer a principios de los años setenta (Nido de hidalgos, 1969-70; Tío Vania, 1970) para llegar a la obra maestra que lo internacionalizó (Siberiada, 1979). En Estados Unidos filmó cintas que fueron taquilleras (Los amantes de María, 1984; El tren de la muerte, 1985; la deliciosa y subestimada Tango y Cash, 1989 con Stallone). Y luego ha alternado países, para filmar en los últimos años en Rusia. La maravillosa actriz Vysotskaya (además, esposa en la vida real del director) ha estado en sus cintas más recientes. El personaje de Lyuda, al inicio de la protesta, invoca a Stalin diciendo que “todo transgresor a la paz debería de ser arrestado y castigado por desgraciar a la nación”. Más tarde, se coloca de rodillas y pide a Dios que su hija no haya muerto: ella, que era atea confesa y ruda, ante su creyente padre. Y todo este cambio de ideología, fidelidad, creencia, fluye de una manera desgarradora y amargamente convincente.

La actriz Yulia Vysotskaya con su marido y director Konchalovski



jueves, 19 de mayo de 2022

ENCONTRAR UNA RAZÓN

ADAM: MUJERES EN CASABLANCA
(Adam)
2019. Dir. Maryam Touzani.

         Samia recorre las calles de la actual Casablanca tocando puertas y buscando empleo, pero es inmediatamente rechazada cuando se nota su avanzado estado de embarazo. Al ofrecer ayuda a la panadera Abla, quien vende su producto desde una ventana de su casa, primero recibe una negativa, pero más tarde, quizás por remordimiento o compasión, al ver a Samia sentada sobre el portón de una casa vecina, le llama, le ofrece que duerma en su sala, pero solamente se lo permitirá por un par de días. Lo que inicia como una simple empatía por la diferencia de circunstancias: Abla es viuda con una hija de ocho años, mientras que Samia es madre soltera, se transforma en una relación de complemento mutuo, de apoyos indirectos para que los problemas particulares de cada una de las mujeres vayan encontrando una solución. Samia es hábil en la cocina y comienza a diversificar la oferta de Abla, quien, a su vez, va superando el dolor de la pérdida de su marido.

         Lo que parece ser una cinta muy sencilla acerca del inicio de una amistad, en realidad se torna en soberbio complejo comentario acerca de la situación femenina, en un país donde todavía es ilegal tener sexo fuera del matrimonio, o se considera que un hijo bastardo no tendrá mayores oportunidades en la vida. Aunque Marruecos es menos estricto en la vestimenta de la mujer, ésta no deja de ser menos que los hombres. La cinta toma su tiempo para que se vayan conociendo los detalles de cada personaje. Las actrices utilizan su lenguaje corporal, gestos, pequeñas acciones, para ir demostrando su mutua comprensión: la vida difícil de una viuda con hija que se compara ante el peor horizonte que se le presenta a la joven embarazada. El paso de los días irá cimentando la confianza. Aunque ambas mujeres son de carácter rudo y tenaz (o de otra manera no podría explicarse su sobrevivencia), habrá instantes vulnerables que permitirán que cada una vaya destruyendo el caparazón que se han construido para evitar la manifestación de sus sentimientos.

         Hay otros personajes: Wanda, la hija pequeña de Abla que recibe con agrado a Samia, como agua fresca dentro de un desierto familiar, estricto y seco, donde no se permite la música, por ejemplo, desde que ha muerto el padre. También está Slimani, el joven proveedor de harina y azúcar que busca la atención y oportunidad del cortejo hacia la cortante Abla. Samia vendrá a ser el equilibrio, aunque mientras más sirve para ir sacando a la panadera de su hermetismo, ella irá incrementando la complicación de sus sentimientos: ¿qué pasará con el hijo que pronto nacerá? Abla irá cambiando paulatinamente: el arreglo de sus ojos, la exploración de su cuerpo, todavía joven, ante el espejo o divertirse con los hechos cotidianos que suceden frente a su ventana. Samia, por su parte, deberá ir endureciéndose. La cinta no toca aspectos políticos, ni entra en el discurso feminista: se centra en sus personajes que viven las consecuencias de sus actos (Samia) o del destino (Abla). Lo más arriesgado de la cinta se manifiesta con la solidaridad entre mujeres que propicia el entendimiento de su situación: algo que el espectador comprende, sobre todo ante un final inesperado.   

         Dirigida por Maryam Touzani, actriz en la cinta múltiple Hacia la libertad (Razzia, 2018, Dir. Nabil Ayouch) que viene a ser de los pocos antecedentes de cine marroquí que hemos visto en la ciudad, es una ópera prima excepcional que, según la autora, se basa en experiencias que vivió junto con su familia al acoger años atrás a una joven en las mismas condiciones que Samia. Quiso mostrar los efectos de la violencia contra las mujeres “perdidas”, además del inmenso dolor que significa reprimir la emoción hacia el hijo que todavía no nace, del cual tendrá que desprenderse, para poder seguir adelante. Su siguiente cinta se está estrenando en estos días durante el Festival de Cannes (El caftán azul). Es una coincidencia feliz que se pueda disfrutar esta cinta en nuestra ciudad.

La realizadora y actriz Maryam Touzani



DOS BESTIAS

DOG: UN VIAJE SALVAJE
(Dog)
2022. Dirs. Reid Carolin y Channing Tatum.

         El veterano Briggs (Channing Tatum) trabaja en Oregon, como empleado de un local de comida rápida, mientras insiste en que le vuelvan a enviar a combate: el problema es que sufrió lesiones cerebrales que se lo impiden. Cuando se entera de que su excompañero Rodríguez ha muerto en un accidente, acude a conmemorarlo con otros militares. Uno de los oficiales le pide que traslade por carretera a Lulú, la perra belga malinois, de combate, feroz e incontrolable (porque también sufre de las consecuencias de guerra y solamente atendía las órdenes del difunto), hacia el funeral que será en Arizona. El viaje irá pasando por diversas etapas considerando la actitud rebelde y destructiva del animal, con base en la personalidad de Briggs. Junto con el perro, va un libro de recortes, memorias, cartas, fotos, discos, donde el fallecido Rodríguez celebraba y exaltaba el amor hacia su mascota, peligrosa compañera en sus hazañas bélicas. En esta primera experiencia como directores del guionista Carolin (quien fuera el creador de Magic Mike, así como productor de La caída de la Casa Blanca) y el actor Tatum, tenemos un comentario social que va más allá de los elementos de comedia y drama que conlleva la trama.

         Briggs no encuentra la manera de reinsertarse socialmente, mucho menos debido a las lesiones que sufrió: su adicción a medicamentos contra el dolor, además de los trabajos miserables a los cuales puede aspirar, son ejemplos de los resultados (mínimos, entre otros casos posibles de investigar) para quienes son reclutados, viven para la milicia y el enfrentamiento de guerra: es muy difícil retornar a un mundo que ya les resulta desconocido y, por lo tanto, el anhelo de volver a combate, a la acción, a donde se sentían pertenecer y poseer una identidad. Más allá del ser humano, también está la bestia entrenada, “nacida para este oficio” (como lo menciona uno de los personajes) que no tiene otra salida más que su extinción porque ya no puede ser "la" mascota sino "una" amenaza, aparte de que su adiestramiento podría resultar fatal. De esta manera, Briggs se va identificando con Lulú. Las diversas etapas del viaje le permitirán irla comprendiendo.

         Será un viaje de atención y autorreflexión. Dentro de sus limitaciones personales, Briggs tiene la capacidad de irse reflejando en Lulú. Nadie la quiere, lo mismo que el ejército al veterano Briggs (y en sus relaciones personales, como en algún momento se sabe). En otra etapa, habrá el descubrimiento de ciertas razones internas de Rodríguez que ponen en tela de juicio al accidente donde perdió la vida. Lulú verá como amenaza a un individuo que viste acorde con el estereotipo oriental y del cual ha sido alimentado para el odio y condicionado al ataque. Por eso, no es una película amable en el sentido de otras comedias con perros (Marley y yo o Siempre a tu lado), ni tampoco Briggs es el personaje que despierte simpatía o compasión. El tono inicial que parece ser sobre los líos que vivirá un tipo por una bestia, irá cambiando, produciendo también otros sentimientos en el espectador. Una cinta que va de menos a más porque su discurso es válido pero podrá confirmarse hasta los últimos momentos.

         Channing Tatum ha sido otro de los casos excepcionales dentro de los actores-productores inteligentes de Hollywood. Luego de un inicio como actor secundario o bailarín (Step Up  Up y secuela), sin jamás esconder su pasado como stripper, supo seleccionar el material para seguir adelante (en ocasiones, hasta en papeles especiales), sin dejar de explotar el físico, pero mostrando su calidad actoral, participando en proyectos arriesgados, siempre con buenos realizadores. Su presencia es clave para el buen desarrollo de la trama: dentro de su rudeza existe un sentido de vulnerabilidad, apropiado para que uno crea esa relación que se conforma entre bestias.

viernes, 13 de mayo de 2022

MITO Y VIOLENCIA

EL HOMBRE DEL NORTE
(The Northman)
2022. Dir. Robert Eggers.

         En las postrimerías del siglo noveno, el pequeño príncipe Amleth anuncia con regocijo, a su madre Gudrún (Nicole Kidman), el retorno del padre, el Rey Aurandvil (Ethan Hawke). Sin establecer lugares precisos, se sabe que son territorios del norte de Escocia. Poco tiempo después, Amleth es testigo del asesinato de su padre, a manos de su propio hermano Fjölnir (Claes Bang), por lo que tiene que huir, aunque jurando cobrar venganza. Pasan los años, ahora Amleth (Alexander Skarsgård) es un hombre musculoso y fuerte, que asuela poblaciones para conseguir esclavos a diversos señores. Al enterarse que uno de los cargamentos irá hacia Islandia, donde vive ahora Fjölnir, destronado y condenado a vivir como granjero, se hace pasar como esclavo para poder cumplir con su destino. En el camino conoce a Olga (Anya Taylor-Joy), quien será su cómplice y amante. Estamos ante la elaboración de un mito nórdico que daría lugar, años más tarde, al Hamlet de Shakespeare.

         Sin poseer la sutileza ni contención de las anteriores cintas de Eggers (La bruja, El faro), estamos ante la gran saga épica, una historia de venganza situada dentro de la cultura vikinga, mercenarios y salvajes, aunque sin la usual imagen de estos personajes. Hay una secuencia que muestra la irrupción, dominio y muerte en una población para conseguir esclavos: es un plano-secuencia que va mostrando la crueldad y el derramamiento de sangre, para después caer en la calma. En una escena que recuerda a Ven y mira (Klimov, 1985), se incendia una cabaña donde se encuentran encerradas muchas personas, solamente para que se vea al guerrero Amleth con rostro impávido, quizás pensando en el destino. La violencia siempre estará inherente en cualquier circunstancia: ya sea en la infancia de Amleth, en su crecimiento como guerrero, y luego, ya más adelante, como perpetrador de venganza, que es su destino. Desde la muerte del padre, Amleth repite tres frases: “te vengaré, padre; te salvaré, madre, te mataré, Fjölnir”.

         Amleth se reunirá con una chamán (Björk) que le hará la predicción exacta de los acontecimientos que vivirá: será su destino, que habrá de cumplirse. La cinta juega, entonces, gracias a la esencia de su naturaleza mítica, con la realidad y fantasía. Habrá personajes mágicos alternando con otros presentes. Amleth tendrá que luchar contra un caballero místico para conseguir una espada flamígera y la manera para conseguirla se confundirá entre el sueño y la nada. Eggers introduce estas confrontaciones a lo largo de la trama: jamás nos dejará olvidar que estamos entre el mito, el sueño, la realidad. Es en estos momentos cuando recordamos sus cintas anteriores. No obstante, esta cinta es más ambiciosa y tiene mayor presupuesto: efectos especiales, momentos de grandeza, mucha sangre.

         Dentro de los puntos reales, Eggers recrea un juego fatal, violento, una especie de hockey sobre tierra, donde la defensa de una pelota traía como resultado la muerte o la victoria. Los jugadores iban siendo eliminados según se eliminaban entre ellos mismos. Luego estaban los trabajos cotidianos de esclavos y guardianes. Los señores tenían derechos de uso de mujeres. La vida era insegura: cada día podría ser el último por algún capricho o por estar en el lugar equivocado. Sabemos que el cine es un documento, reflejo de la realidad. En este caso, como sucede con cintas situadas en el pasado, la tendencia reside en que se conviertan en metáfora de nuestros tiempos contemporáneos.

         Visualmente impecable, sus imágenes se tornan pequeñas obras de arte. Eggers nos desmenuza el mito. Ahí está la figura paterna, convertida en cuervo vigilante en lugar de fantasma; la madre que se torna cómplice, de orígenes dudosos, con implicaciones incestuosas, además del desprecio absoluto. El tío, enfermo de poder, que llega al crimen sin imaginar que luego sería degradado. El niño que debe de morir y cuya desaparición se torna falsa verdad. Y todo sucede en tiempos de violencia, de delirio total, con gran apasionamiento antes de poder alcanzar el paraíso…

El coguionista Sión, Anya Taylor-Joy, Robert Eggers y Alexander Skarsgård en el estreno de esta gran película... 



jueves, 12 de mayo de 2022

ACCIDENTE AÉREO

CAJA NEGRA
(Boîte noire)
2020. Dir. Yann Gozlan.

         Una cinta de intriga acerca de la ambición que se sobrepone a los intereses sociales. A través de un accidente aéreo, donde uno de los aviones más modernos, se estrella en los Alpes franceses, mientras realizaba un vuelo Dubái – París, donde murieron tripulación y pasajeros por entero, se resuelve, aparentemente, bajo el lugar común de un acto terrorista provocado por los ideales religiosos o de etnia. Sin embargo, el analista de cajas negras, Mathieu Vasseur (Pierre Niney, excelente como siempre) empieza a notar ciertas discrepancias. Cuando su colega y rival Víctor (Olivier Rabourdin) desaparece repentinamente, además de que su extraordinario sentido acústico va identificando ciertas irregularidades, el hecho se convierte en reto personal, en compromiso ante las 300 familias que perdieron a alguno de sus miembros. A Mathieu no le importará poner en riesgo su vida personal, ni su integridad física, mientras exista la alternativa de ofrecer una solución.

         El coguionista-realizador Gozlan llega a su cuarta película con mayores conocimientos técnicos, una trama más elaborada y redonda, la repetición de actores competentes, para darle otra dimensión a las conocidas tramas de conspiraciones y corrupciones institucionales. Caja negra va más allá del esquema: Mathieu, como personaje, siente un compromiso moral con su trabajo y con aquellas personas en las cuales incide. Un problema de su vista le impidió dedicarse al pilotaje, por lo que su extraordinario sentido acústico le ha hecho imprescindible para los análisis de cajas negras. No obstante, hay una mancha en su trayectoria al escuchar “de más”, según había sucedido en otro caso que se menciona. El hecho de que Mathieu piense que hay algo más dentro de lo que escucha, del tiempo que transcurre entre lo auditivo y lo visual (que también puede rescatarse). Es impactante cómo va creciendo la obsesión del joven ante su encomienda. La coincidencia de que su esposa trabaje en la compañía que fabrica el modelo de avión que estuvo en el accidente hace que transgreda los límites éticos. Mathieu llega a extremos para comprobar su teoría y llegar a una solución.

         La cinta va jugando con los espectadores introduciéndolos en las posibilidades de los hechos. Mathieu imagina el interior del vuelo y las acciones de algunos pasajeros haciendo que uno se convierta en cómplice. Si a ello se le añade la desaparición de Víctor, su colega y rival, llegará al grado de buscar su casa e investigar el interior, ofreciendo toda una dimensión de suspenso. Así como va descubriendo pistas, otras suposiciones se arruinan. La gran cualidad de esta película es que, más que seducirnos con una intriga, se centra en las pasiones del personaje. Gozlan, de manera magistral, llegará a una conclusión donde entra el sentido auditivo, como metáfora de vida que termina. Junto con Adiós, idiotas y Delicioso, esta película formó parte del Tour de Cine Francés del año pasado que, debido a la pandemia, no tuvo la difusión adecuada. Definitivamente que fue una edición sobresaliente como todas estas cintas lo han comprobado.

 Dos generaciones de grandes actores franceses: 
Niney y Dussollier

         Es importante destacar al elenco: Pierre Niney se ha convertido en uno de los actores importantes y camaleónicos del cine francés contemporáneo con el cual se comprueba cómo ciertos físicos adquieren otra dimensión por el talento (Un hombre ideal fue la cinta previa donde trabajó con Gozlan, además de una versión como Yves Saint Laurent). André Dussollier, como el viejo supervisor de Mathieu, nos trae recuerdos de su debut como el sociólogo Previne que entrevistaba a la tramposa Bernadette Lafont en Una chica bella como yo de Truffaut (1972), además de sus participaciones en cintas de Rohmer, Rivette y, sobre todo, los dramas personalísimos de Resnais en los años ochenta. Elenco más trama, fórmula perfecta, cuando los ingredientes tiene calidad.

El realizador Yann Gozlan