EL JUSTICIERO 3:
CAPÍTULO FINAL
(The Equalizer 3)
2023. Dir. Antoine
Fuqua.
Lo que ya es el cierre de una trilogía apasionante, nos
remite al tono del género del oeste. Tenemos al forastero que llega al pueblo,
amenazado por una banda criminal, para convertirse en su defensor. En este
caso, reencontramos a Robert McCall (un orgulloso, calvo, maduro Denzel
Washington) en un viñedo siciliano, donde ha realizado una masacre de
traficantes de droga. Resulta herido, y es trasladado a la casa del doctor en
una villa costera cercana a Nápoles, donde comienza a recuperarse. Atestigua
que los habitantes del lugar están siendo extorsionados por una banda que llega
en motocicletas para golpearlos o quemarles sus propiedades. McCall tendrá que
tomar acción.
Mismo guionista y realizador que cumplen con la coherencia
narrativa y el ritmo adecuado. Si en la primera cinta McCall, exagente FBI,
ahora empleado en un gran almacén, se lanzaba contra un explotador de mujeres,
en la siguiente secuela partía a resolver un crimen en Bruselas, mientras una
de sus excompañeras era brutalmente asesinada en Boston, por lo que tenía que
encontrar al culpable para llevar a cabo el magnífico y satisfactorio “ojo por
ojo”, esencial en estas cintas, para que se cumpla como el título promete, la
justicia.
Esta siguiente, y última, secuela inicia con el justiciero
enfrentando al cabecilla para mostrar, de manera efectiva y veloz, sus técnicas
de supervivencia. Una bala inesperada lo llevará a un lugar donde la convalecencia
le permitirá disfrutar de la paz y tranquilidad, de la amabilidad, del ambiente
paradisiaco (que como espectadores aceptamos por convención: los pueblos
europeos son una delicia). La perfecta construcción del guion nos va adentrando
en los hechos precedentes, además de incluir una relación que el propio McCall
establece con una agente de la CIA, Collins (Dakota Fanning), para seguir con
una de las variables de la serie de televisión que dio lugar a estas extensiones
cinematográficas: el justiciero tiene relación con un representante de la ley
que le solapa irregularidades y con quien colabora en las soluciones de los
casos que investigan.
Por eso, “El justiciero 3” desconcierta inicialmente. Uno no
imagina que el héroe sea atacado, ni se muestre vulnerable. Los hechos en el
viñedo no tendrán mayor explicación hasta casi la mitad de la cinta, para luego
ir conectando cabos sueltos, como ocurre con la banda extorsionadora, la mafia
siciliana, la agente de la CIA. Lo que siempre resulta alentador es que McCall
se transforme de ciudadano tranquilo y consecuente, en bestia de sangre al
atacar a los villanos de la trama. Estos personajes sufren antes de llegar a su
exterminio: si la cinta predispone al espectador contra el malvado por su
cinismo y crueldad, le ofrece gratificación al desechársele como cualquier
alimaña, pero lentamente.
Por otro lado, hay cierta aura de nostalgia y romanticismo
al ver reunidos nuevamente a Denzel y Dakota reunidos luego de aquel “Hombre en
llamas” (2004, Tony Scott), cuando ella era pequeña,
con apenas diez años,
ahora una mujer casi treintañera y Washington casi septuagenario. Y por su
parte, esta es la quinta colaboración entre el extraordinario Antoine Fuqua y
Washington (quien ganara su Óscar como mejor actor por “Día de entrenamiento”,
en 2001, su primera cinta en conjunto). Y vuelvo a mi comentario inicial del
tono de cinta del oeste: no olvidemos que Fuqua dirigió “Los siete magníficos”,
en su segunda versión, donde la esencia de estas cintas ya estaba presente,
donde se confirma que los verdaderos directores filman la misma película siempre,
de una u otra manera.
El director Antoine Fuqua