lunes, 18 de julio de 2011

DOS PELÍCULAS EN VÍDEO



Con toda la oferta que hay por canales de televisión, por sitios en la web, con los DVD en venta, el cine nos rodea como nunca en la historia del mundo. Una de las grandes ventajas reside en la revisión de títulos que nos golpearon cuando éramos menos viejos. Por otro lado, el descubrimiento de lo que no se nos permitió conocer porque la distribución así lo definía y no teníamos otra alternativa. Aquí hablamos de tres joyas del pasado.

LIMPIABOTAS
(Sciusciá)
1946. Dir. Vittorio de Sica.



La séptima película de Vittorio de Sica significó su ingreso al neorrealismo italiano del cual sería representante de importancia (aunque el año previo con La puerta del cielo ya había hecho un ensayo). Limpiabotas salió a las calles para filmar la realidad de la posguerra y sus actores desconocidos pertenecían a la misma sociedad que quería explicar basándose en el entorno que la rodeaba. Sin actores conocidos, seleccionados de personas comunes y corrientes, De Sica narra la historia de dos jovencitos, amigos, uno de 13 años, Giuseppe (Rinaldo Smordoni) y otro de 15, Pasquale (Franco Interlenghi),

que trabajan como limpiabotas de los soldados norteamericanos que pululan las calles romanas luego de la liberación. Han juntado dinero para comprar un caballo y luego caen en el engaño de un estafador que los involucra en un robo. Por tal motivo caen en un reformatorio juvenil. Aunque se niegan a revelar los nombres de los verdaderos delincuentes (uno de ellos, hermano mayor de Giuseppe), Pasquale es forzado a hablar cuando le hacen creer que se está azotando a su amigo del alma, aunque en realidad era mentira. Esta situación separa a uno del otro. La trama continúa para dar idea de las vueltas que da la vida y sus eternas paradojas. Al año siguiente De Sica filmaría Ladrones de bicicletas, un punto altísimo del neorrealismo y del cine en general. De los dos actorcitos principales de Limpiabotas, solamente Interlenghi (aún vivo a los 80 años) tendría una carrera constante e interesante.

LA HABITACIÓN VERDE
(La chambre vert)
1978. Dir. Francois Truffaut.



Sobre relatos de Henry James sobre la visión morbosa y fanática hacia los muertos, tenemos la historia de Julien Davenne (el mismo Truffaut), quien nunca se ha sobrepuesto a la muerte de su esposa Julie y vive pensando solamente en la manera en que puede venerarla, mantenerla viva en la presencia cotidiana, encontrar a una cómplice (Nathalie Baye es la actriz) que luego le permita su propia continuidad al morir.

La cinta es difícil y nunca adquirió la popularidad ni el seguimiento de los admiradores de Truffaut. Vista a la distancia, uno se da cuenta que significaba otra etapa en la carrera del malogrado realizador (moriría prematuramente a los 52 años por un cáncer cerebral dejando la incógnita de tantas cintas que pudo seguir ofreciendo) y uno se deslumbra por la narración seca y cortada, la fotografía de Almendros que casi vuelve neutros a los colores, los personajes que disertan sobre estar vivo, estar muerto y lo que esto mueve a la reflexión. Una bella experiencia.