jueves, 23 de febrero de 2012

EL RACISMO TRIVIAL


HISTORIAS CRUZADAS
(The Help)
2011. Dir. Tate Taylor.


Basada en una exitosa novela, la película narra ciertos hechos que suceden en una ciudad sureña a principios de los años sesenta cuando Kennedy es presidente y Luther King está planeando su marcha por los derechos civiles. El retorno de Eugenia, llamada Skeeter (Emma Stone)
luego de haber estado en la universidad, dará lugar a pequeñas situaciones que vendrán a demostrar los abusos racistas, la permanencia de los prejuicios entre blancos y negros, impensables en un siglo XX moderno, en el país más rico del mundo.

Skeeter quiere ser escritora. Su editora la impele a que busque un tema que tenga trascendencia si es que quiere publicar un libro. Ella nunca ha sido radical en su forma de pensar ni irrespetuosa contra sus sirvientes negros. Las actitudes y acciones de sus amigas de la infancia, ahora vistas desde otra perspectiva, además de la falta de la nana que la crió, y quien había aparentemente renunciado mientras ella estaba fuera de casa, le da la idea de entrevistar a las sirvientas del pueblo para conocer sus impresiones sobre las personas con las cuales han trabajado en el tiempo. Busca primero el apoyo de Aibeleen (Viola Davis, contenida)
quien será la que detone el interés de otras mujeres, sobre todo luego de varias injusticias recientes.

La cinta es narrada por Aibeleen, aunque la trama se dirige hacia diversos personajes entre las señoras, otra sirvienta llamada Minny (Octavia Spencer, graciosa)
y la propia vida familiar de Skeeter. Los mundos de blancos (caprichosos, prepotentes, con ciertas excepciones) y negros (su vecindario, iglesia, circunstancias) se muestran en ciertos aspectos para mostrar el contraste.

Y esa es la base argumental de una empresa peligrosa (la venganza del blanco, impune y soberbio, era extrema: los negros eran ciudadanos de ínfima clase)que vuelve todo superficial (la casa de Aibeleen es amplia, con comodidades, algo que en la realidad era imposible, por ejemplo). La cinta es muy entretenida y el reparto está conformado por varias de las mejores actrices que tiene el Hollywood contemporáneo. Sin embargo, todo ha sido trivializado y no hay ninguna aportación distinta, ni tampoco una confrontación. El secreto de Minny sobre la convencional y temible villana racista Hilly (Bryce Dallas Howard) es una broma privada que debe mantenerse así para evitar su desprestigio y muestra vulnerabilidad. Todo es inofensivo y se satisfacen las fantasías del espectador para que las villanas paguen lo que deben y las actitudes de algunos personajes cambien. Es el cine que le gusta a los Óscares: simple, sin complicaciones y con finales rosas. El realizador Taylor
realizó su segundo largometraje con mucho presupuesto y gran colmillo sobre los elementos que logran el alcance del público, aunque se perdió en el estilo de algo que no tenía mayores aspiraciones ni conflictos: la novela se lee de tirón, algo que animaba a que fuera filmada.