sábado, 13 de febrero de 2021

SIN ACCIÓN, TEDIOSA Y POBRETONA

 

EL CAZADOR DE MONSTRUOS

(The Head Hunter)

2018. Dir. Jordan Downey.

Han vuelto a abrir las salas de cine y, tal parece, se están estrenando películas de bajos presupuestos, con uno o dos años de antigüedad, como una manera simple y poco costosa para que la gente vuelva a estos lugares. Ahora anda en Cinépolis, EL CAZADOR DE MONSTRUOS (The Head Hunter), cinta de 2018, dirigida por Jordan Downey en locaciones de Portugal y California, con el actor noruego Christopher Rygh, con largos cabellos y barbas, además de ser un chaparro fortachón. Con menos de 70 minutos de duración si se le quitan los créditos iniciales y finales, estamos ante una época medieval a la altura de los videojuegos. La trama es acerca de un guerrero que busca monstruos para matarlos y cortarles sus cabezas que cuelga en un muro de su cabaña. Además, el hombre es hechicero que crea pociones mágicas que lo curan de heridas cuando las sufre en batalla. Filmada con apenas 30,000 dólares, se nota la economía necesaria porque toda la acción sucede fuera de cámara: la cinta se limita a mostrar al tipo caminando o cabalgando en bellos escenarios naturales y solamente lo reencontramos malherido, sangrante, con las cabezas de las criaturas que nunca veremos. Sin embargo, se sabe que busca venganza en un ente al cual siempre espera y quien fuera la culpable de la muerte de su hija pequeña a la cual ha enterrado al pie de un árbol. Tediosa, sin acción de interés, llega a un clímax igualmente contenido con final sorpresivo que, de todas maneras, no vale tanto la pena esperar, aunque sea simplemente una hora. Viene a ser una variante, en otro nivel, de la estupidísima El proyecto de la bruja de Blair, cinta suprema de la nada cinematográfica, ya que podrá apantallar a ingenuos que “sienten lo que se sugiere”. Con este tipo de oferta, mucho menos van las salas a lograr que retorne un público que tiene mejores opciones en las plataformas de “streaming”. Como antecedente, le diré que el director es el responsable de “Thankskilling” (2009) donde un pavo asesino, notoriamente de plástico, asesinaba a cinco estudiantes universitarios (interpretados por sendos actores tan antipáticos como los personajes), en el día de acción de gracias. El tema de venganzas personales es apasionante, pero al menos se exige que esté bien hecho… ¡Un fraude!