Hacía rato que no iba al cine por motivos laborales y tuve la mala suerte de retornar para ver dos películas que resultaron ser insoportables y con ese tono contemporáneo que quiere ser audaz y revolucionario para terminar siendo ridículo y provocador del bostezo. Además, las tramas son tan endebles e insulsas. Salí muy enojado porque perdí mi tiempo y una buena tarde que me habría dado otras satisfacciones si no hubiera tenido que ver cine mexicano (por pasión y obligación) y una cinta uruguaya, engañado por el buen sabor de boca de otros ejemplos de ese país.
"Perras" (Guillermo Ríos, 2010)es otra ópera prima que se basa en una obra teatral escrita por su realizador y que narra las historias individuales de diez alumnas de una secundaria que se encuentran detenidas en un aula mientras se investiga el caso de una de sus compañeras encontrada muerta en el baño, toda ensangrentada. Mientras tanto, cada una habla sobre sus experiencias, sus ilusiones, sus motivaciones, lo que saben de las otras, pero todo es tan poco interesante que repite al lugar común y desmerece la atención. No se llega a nada. La narración es fragmentada y mezcla tonos. Las atmósferas son plenas de teatralidad. Las actuaciones (de actricitas repulsivas) son del mismo nivel que el grado de estudio de estas alumnas y no sobrepasa las exigencias de una telenovela, aunque ésta sea hecha con mucho presupuesto ("Capadocia" que viene a ser el antecedente ¡destacable! en el curriculum del autor-director). No hay compasión porque la misma cinta establece una distancia, debido a la inexperiencia y arrogancia del director, y lo que impera es la frialdad.
"La casa muda" (Gustavo Hernández, 2010)se supone basada en hechos reales y se dice que fue filmada en una sola toma. Una muchacha y su padre llegan a una vieja casa que repararán porque se va a vender. La muchacha escucha ruidos por la noche, le dice a su padre quien sube a investigar para luego aparecer muerto. La muchacha tiene que enfrentarse a alguien que está ahí, o quizás sea su mente o tal vez el hecho de que ocurrieron cosas sexuales terribles en el pasado. Lo que es cierto es que parece que los jóvenes que desean penetrar en el mundo del terror deben sustentar su narrativa en la oscuridad, los sonidos, el momento sorpresivo, y terminar con una estupidez redomada (acuérdense del final de la estupidísima "El proyecto de la bruja de Blair"). Una mujer que desea alejarse del horror de una casa y que luego regrese al lugar para entrar otra vez es la incongruencia total y la peor ridiculez. Otra película que se distingue por su frialdad: uno quiere que mejor maten a la mujer en vez de estar soportando sus lloriqueos y quejidos. ¡Y se exhibió en la Quincena de Realizadores en Cannes 2010! ¡Y luego quieren que uno crea en esos eventos que ya son mero prestigio y mucha nulidad! La decadencia del mundo.