AVENGERS:
ERA DE ULTRÓN
(Avengers:
Age of Ultron)
2015. Dir.
Joss Whedon.
Cuando comenté hace tres años la cinta
previa de Los vengadores, me centré en que había muchas historias de cada
héroe y que faltaba corazón, pero que su base estaba en el efecto
multiplicador: más personajes, más aficionados que pagarían un boleto. La
primera secuela, luego de tres años, se ha tornado en otra empresa muy
productiva. Era de esperarse. La cinta fue construyéndose sobre la primera y
aunque fuera peor de lo que es, no habría problema de que los aficionados
retornaran a las salas.
Los héroes que combaten el mal
Al recuperar el cetro de Loki, que
ahora posee un oficial de Hydra, Tony Stark (Robert Downey Jr.) se da cuenta
que puede darle forma de inteligencia artificial a un programa pacificador.
Gracias al apoyo de Banner (Mark Ruffalo), se logra, pero el personaje trae una
idea equivocada sobre la manera en que los vengadores quieren utilizarlo y los
considera enemigos. Piensa que para lograr la paz, debe destruir la tierra para
que vuelva a conformarse desde cero. La cinta nos llevará a la lucha de los
héroes para evitarlo.
Visión es una gran inteligencia artificial
y lo interpreta Paul Bettany, nada menos...
La película alterna, entonces, momentos
de acción con otros que desean darle un sentido humano a la trama. Así
conocemos a la familia del arquero Hawkeye (Jeremy Renner) o se permiten
interludios amorosos entre Natasha (Scarlett Johansson) y Brenner. Sin embargo,
no es suficiente. Los efectos especiales son extraordinarios, pero ya los hemos
visto muchas veces. Uno se pregunta si las cintas con estos personajes heroicos
ya han llegado a su tope (aunque la taquilla lo niega). El ritmo es irregular: de pronto se pierde para luego retornar vigoroso. Visualmente, la edición es tan rápida que uno se imagina la lucha porque solamente ve cuadros, momentos (bueno, dirán los incondicionales, como cuadrito de historieta: pero no lo es).
Pietro, o sea Quicksilver, o sea Aaron Taylor-Johnson
(el héroe, también, en "Godzila")
La respuesta de aceptación está, como lo dije en mi
reseña de la cinta original, en los repartos. Al ser atinados, proporcionan un
elemento importantísimo para el éxito (es lo que sucede con las series de
televisión: ¿se imaginan a The Big Bang Theory sin esos actores
maravillosos?). Son bellos o hermosas; magnéticos o seductoras. Aquí se
introducen a tres nuevos personajes: los gemelos Wanda y Pietro, además de
Visión: Elizabeth Olsen, Aaron Taylor-Johnson y Paul Bettany: todo está dicho.
Wanda, o sea Scarlet Witch, o sea Elizabeth Olsen
(pareja de Taylor-Johnson en "Godzila"
y ahora salen como hermanos gemelos)
Volvemos a la esencia obvia de estas
películas: el cuento moral. La lucha entre buenos y malos viene desde las
mitologías o los poemas homéricos, o sea desde siempre. En este mundo tan
corrupto, aparentemente sin solución, podemos soñar con ese universo perfecto
de las historietas donde finalmente todo llega a un equilibrio y, a pesar de
esfuerzo y sufrimiento, las cosas se arreglan como por arte de magia, el mal
siempre queda acechante (como lo indica la pequeña secuela luego de los
créditos finales), aunque estemos seguros que habrá otra lucha para aniquilarlo
y así, continuar con el imperio de la razón. Pero hay mejores películas con otros héroes...
El director Joss Whedon con Thor, o sea Chris Hemsworth