domingo, 3 de mayo de 2015

MUCHOS HÉROES, POBRE TRAMA

AVENGERS: ERA DE ULTRÓN
(Avengers: Age of Ultron)
2015. Dir. Joss Whedon.



         Cuando comenté hace tres años la cinta previa de Los vengadores, me centré en que había muchas historias de cada héroe y que faltaba corazón, pero que su base estaba en el efecto multiplicador: más personajes, más aficionados que pagarían un boleto. La primera secuela, luego de tres años, se ha tornado en otra empresa muy productiva. Era de esperarse. La cinta fue construyéndose sobre la primera y aunque fuera peor de lo que es, no habría problema de que los aficionados retornaran a las salas.

Los héroes que combaten el mal


         Al recuperar el cetro de Loki, que ahora posee un oficial de Hydra, Tony Stark (Robert Downey Jr.) se da cuenta que puede darle forma de inteligencia artificial a un programa pacificador. Gracias al apoyo de Banner (Mark Ruffalo), se logra, pero el personaje trae una idea equivocada sobre la manera en que los vengadores quieren utilizarlo y los considera enemigos. Piensa que para lograr la paz, debe destruir la tierra para que vuelva a conformarse desde cero. La cinta nos llevará a la lucha de los héroes para evitarlo.

Visión es una gran inteligencia artificial
y lo interpreta Paul Bettany, nada menos...


         La película alterna, entonces, momentos de acción con otros que desean darle un sentido humano a la trama. Así conocemos a la familia del arquero Hawkeye (Jeremy Renner) o se permiten interludios amorosos entre Natasha (Scarlett Johansson) y Brenner. Sin embargo, no es suficiente. Los efectos especiales son extraordinarios, pero ya los hemos visto muchas veces. Uno se pregunta si las cintas con estos personajes heroicos ya han llegado a su tope (aunque la taquilla lo niega). El ritmo es irregular: de pronto se pierde para luego retornar vigoroso. Visualmente, la edición es tan rápida que uno se imagina la lucha porque solamente ve cuadros, momentos (bueno, dirán los incondicionales, como cuadrito de historieta: pero no lo es).

Pietro, o sea Quicksilver, o sea Aaron Taylor-Johnson
(el héroe, también, en "Godzila")


         La respuesta de aceptación está, como lo dije en mi reseña de la cinta original, en los repartos. Al ser atinados, proporcionan un elemento importantísimo para el éxito (es lo que sucede con las series de televisión: ¿se imaginan a The Big Bang Theory sin esos actores maravillosos?). Son bellos o hermosas; magnéticos o seductoras. Aquí se introducen a tres nuevos personajes: los gemelos Wanda y Pietro, además de Visión: Elizabeth Olsen, Aaron Taylor-Johnson y Paul Bettany: todo está dicho.

Wanda, o sea Scarlet Witch, o sea Elizabeth Olsen
(pareja de Taylor-Johnson en "Godzila"
y ahora salen como hermanos gemelos)



         Volvemos a la esencia obvia de estas películas: el cuento moral. La lucha entre buenos y malos viene desde las mitologías o los poemas homéricos, o sea desde siempre. En este mundo tan corrupto, aparentemente sin solución, podemos soñar con ese universo perfecto de las historietas donde finalmente todo llega a un equilibrio y, a pesar de esfuerzo y sufrimiento, las cosas se arreglan como por arte de magia, el mal siempre queda acechante (como lo indica la pequeña secuela luego de los créditos finales), aunque estemos seguros que habrá otra lucha para aniquilarlo y así, continuar con el imperio de la razón. Pero hay mejores películas con otros héroes...

El director Joss Whedon con Thor, o sea Chris Hemsworth