MAGIC MIKE
XXL
2015. Dir.
Gregory Jacobs.
Hace tiempo que no veía una película
tan tonta (bueno, si cuento Birdman...).
Una secuela inútil en cuanto a desarrollo de personajes y trama: para nada inconveniente al
verla como excelente inversión y gran taquillazo. Uno va al cine porque quiere
ver la vida en distintos tonos, dimensiones, alcances. Uno quiere saber cómo
son las cosas desde diferentes miradas y experiencias. Eso me sucedió al ver Magic Mike (2012, Soderbergh) porque se mostraban
los peligros del constante placer. Sus personajes eran strippers que vivían lo cotidiano con diversas perspectivas. Mike
(Channing Tatum, quien produce y reaparece en esta cinta) se daba cuenta que la
edad llegaría y que su instrumento de trabajo se tornaría ineficaz entre tanta
sangre joven que diariamente se convertía en su competencia. Se contrastaba al
joven Adam (Alex Pettyfer) con otros de sus colegas. Entre la droga, el sexo
casual, el ritmo de vida, Mike prefería retirarse.
Al inicio de la cinta, Mike (Channing Tatum) reflexiona
frente al mar. No sabemos los motivos, hasta que
después los menciona en la cinta, sin mayor importancia.
Es el único momento "interno" de la película.
Al iniciar esta secuela, Mike tiene su
fábrica de muebles contemporáneos. Recibe la llamada de sus viejos colegas para
invitarlo a que participe con ellos en una convención de strippers. De pronto, vienen los recuerdos, y acepta. Entonces
inicia un largo viaje desde Tampa hasta Carolina del Sur. Sufren accidentes,
reencuentran viejas amistades, se relacionan con mujeres frustradas hasta
llegar a su meta. Sin embargo, nada de esto es interesante. Lo que pudo darle
su picardía, ya que Mike, autoempleado, convive con otros compañeros cuyas
aspiraciones son pequeñas o difíciles, se evita. Ni la participación en un club
gay, ni el encuentro con las mujeres ávidas de pasión, ni la búsqueda de una
vieja amiga en su club nocturno para damas, especie de pequeño burdel, llegan a
los límites que podrían esperarse. Mike tendrá su satisfacción personal al
participar en este retorno a su origen (y hasta encontrará el posible amor),
pero no hay reflexión alguna, no hay gran comicidad, y los números aparentemente
sensuales son en realidad fantásticos ejercicios gimnásticos.
Big Dick Richie (Joe Manganiello) hace una rutina
en una tienda de conveniencia que causa pena ajena.
Fuera de esa estatura y cuerpazo, no hay nada
contundente ni redimible del personaje.
Magic
Mike XXL llama al bostezo y al deseo de que pronto termine. Tatum
baila perfectamente su hip hop. Joe Manganiello tiene el mejor cuerpo de todo
el elenco pero su ridículo número en una tienda de conveniencia es para causar pena ajena. Esto no es suficiente para salvar tramas estúpidas.