LAS
OSCURAS PRIMAVERAS
2013. Dir.
Ernesto Contreras.
No pude verla durante su corto paso por
las salas de cine y me había perdido de una excelente película. Pina (Irene Azuela,
sensual y convincente), asistente de oficina, seduce a Igor (José María
Yazpik), empleado temporal de mantenimiento del edificio donde ella trabaja,
pero tienen solamente tocamientos y besos. Pina es madre divorciada y vive una
relación bipolar y conflictiva con su hijo Lorenzo (Hayden Mayenberg). Igor
está casado con la empeñosa Flora (Cecilia Suárez) que tanto hace limpieza en
casas como lavar y planchar ajeno. Cuando se da la oportunidad de encontrarse
en un hotel, Pina no puede asistir a la cita. En otra ocasión, es Igor quien
falta al anhelado ayuntamiento.
Pina e Igor se desean pero tienen cadenas
que los atan para dar rienda suelta al instinto, al deseo.
Mientras tanto, somos testigos de las
difíciles relaciones interpersonales. Igor alterna la dulzura y compañía de
Flora con la insatisfacción sexual. Pina refleja la ausencia del hombre en los
ataques verbales o de acciones contra el pequeño Lorenzo (quien a su vez
realiza juegos sádicos como venganza indirecta). Se llega al aparente absurdo:
Pina tira todos los juguetes de Lorenzo; Igor se gasta todos los ahorros
mancomunados en la compra de una fotocopiadora.
La relación entre madre e hijo es bipolar.
De pronto se agreden, luego se abrazan.
Estamos ante una compleja trama que
muestra las consecuencias del deseo. La insatisfacción sexual va modificando
los comportamientos y las vidas cotidianas de esta pareja encadenada a otros
seres. Lorenzo sabrá cómo chantajear sentimentalmente a su madre y Pina tendrá
que tolerar y adaptarse a la nueva situación de su marido. Sus realidades se
tornarán en copias fotostáticas de una existencia que va perdiendo su fuerza y
tonalidad como la tinta que se agota en la fotocopiadora. O la tinta que, con
fuerza, muestra las manos de Lorenzo en la escenografía del festival de
primavera al cual nunca asistirá y en donde no podía recitar un verso que
hablaba de las cadenas que se romperán al llegar esta estación del año.
Flora viene a ser una carga moral para Igor.
Al inicio de la cinta se nos indica que
es invierno. Al término, sabremos que ha llegado la primavera con su calor, su
liberación, pero igualmente queda latente la culpa, la soledad, el tedio postcoital.
Es una película redonda, perfectamente lograda en todas sus implicaciones. El
elenco es adecuado y efectivo. El realizador Ernesto Contreras ya había
demostrado su calidad como cineasta desde Párpados
azules (2007), otro retrato de la soledad en pareja, tema que tampoco queda
fuera en esta apreciable película que puede disfrutarse en DVD.
Otro de los grandes realizadores
del cine mexicano contemporáneo:
Ernesto Contreras.