EL ÚLTIMO PACIENTE
(Chronic)2014. Dir. Michel Franco.
El
último paciente nos muestra la entrega prácticamente religiosa de un enfermero,
David (Tim Roth en una actuación formidable), hacia sus pacientes, usualmente terminales o en estado
delicado. Al morir una de ellos, informa que ha quedado viudo a quien no lo
conoce. Al asistir a un arquitecto, busca unos libros de ese medio y cuenta a
la dependienta que practica dicha profesión. David tiene un gran dolor y
secreto en el pasado. Está divorciado y tiene una hija que ahora estudia
medicina. El destino le colocará a una paciente que pondrá en prueba su sentido
apostólico hacia la profesión. El mismo destino le tendrá una justa sorpresa.
David platica sobre su "viudez"
David vuelve a ver a su ex esposa
con la cual le une un terrible hecho del pasado
Tercer
largometraje en la carrera de un realizador sólido: Michel Franco (1979) nos ha brindado dos cintas previas de gran
fuerza y coraje, ejemplos de la cruda realidad en la cual nos encontramos que
lleva a sus protagonistas a determinaciones límite: Daniel y Ana (2009) narraba el secuestro de un par de hermanos que
eran obligados por los delincuentes a tener relaciones sexuales para
videograbarlos y luego soltarlos con el alma destrozada. Después de Lucía (2011) era una visión personal sobre el malhadado bullying que sufría la protagonista para
que su padre, enfermo de dolor ante la idea de que la chica se ha suicidado, le
dé su merecido al iniciador de los ataques.
El extraordinario Michel Franco
En
esta cinta, David es un enfermero dedicado en cuerpo y alma a su labor. Crea
una relación personal con sus pacientes y es tanto el involucramiento moral y
sentimental que cada muerte es otro clavo en su existencia. La relación con un
paciente masculino que ha sufrido un infarto hace que sus deseos de bienestar
se confundan con acoso sexual, por lo que pierde el empleo y debe reiniciar en
su pueblo original. No puede contarse más para que Ud. disfrute de una película
excepcional. Una visión ascética debida a los errores de un pasado, producto de
este sentido cristiano de hacer el bien y amar al prójimo.