UNA
SONRISA A LA VIDA
(Truman)2015. Dir. Cesc Gay.
Con este título ridículo y cursi se
presenta una cinta cuyo nombre original le da sentido a todo su discurso. La película obtuvo el Goya, premio superior
del cine español, en las categorías de mejor película, director, guion
original, actor secundario y actor principal. Nada de eso se utiliza en la
publicidad de la cinta y, aparte, se le coloca un título estúpido para hacer
creer que es una cinta familiar y complaciente.
Truman es el nombre del perro que ha
acompañado por muchos años al actor Julián (Ricardo Darín) que ahora padece de
un cáncer pulmonar que le da poco tiempo de vida. Recibe la visita de Tomás, su
amigo de siempre, quien vive en Canadá, pero ahora ha querido verlo por última
ocasión.
La película nos lleva por esa amistad
sin caer en retrocesos en el tiempo: es el calor humano, la forma en que se
toleran comportamientos y se debe entender la actitud de un hombre moribundo.
Al amigo no le queda más que ser compañía y dejarle pasar unos días plenos: la
visita al hijo que vive en Amsterdam o el acercamiento a la prima que ya se
siente mal por la próxima pérdida. Luego está Truman que quiere darse en
adopción para que alguien lo trate como Julián quien expresa que él tiene dos
hijos: Truman y Nico.
No puede contarse la trama más allá de
lo que he comentado, pero es un retrato conmovedor, nada complaciente, siempre
alerta, acerca de lo que significa la amistad y la confianza en el otro. Nada
es cursi, como el título plasmado. Un par de actuaciones magistrales. Una cinta
que te lleva hacia el lado extremo de la vida para valorarla por última vez.