DOCTOR STRANGE: HECHICERO SUPREMO
(Doctor Strange)
2016. Dir. Scott Derrickson.
El
arrogante y efectivísimo neurocirujano Stephen Strange (Benedict Cumberbatch)
sufre un accidente que le provoca múltiples facturas, sobre todo en sus manos,
por lo que su carrera se encuentra en un callejón sin salida. Al enterarse que
otro hombre, Jonathan Pangborn (Benjamin Bratt), logró recuperarse de una
desgracia similar, va a buscarlo y éste le sugiere que vaya a un lugar en Nepal.
Strange viaja y conoce a la hechicera (Tilda Swinton) que se
convertirá en su maestra y mentora para poder dominar la energía a través del
conocimiento, la disciplina y la reflexión. Antes de esto, ha ocurrido un
prólogo donde un villano, Kaecilius (Mads Mikkelsen), roba las páginas de un libro
antiguo donde viene el conjuro para entrar a la Dimensión Oscura donde existe
un personaje que desea invadir a la tierra, produciendo su extinción.
Hasta
ahí le cuento la trama porque todo se reduce, como siempre, desde siempre, a
las batallas entre el bien y el mal. Desde el momento en que estamos hablando
de héroes, existirá su némesis. Las fábulas morales son milenarias. Lo que
importa es la forma en como se narran. Y luego de haberse tenido experiencias que
ya son repetitivas en las cintas de los Estudios Marvel, nos deslumbra el
estilo visual así como el desarrollo de los efectos que ahora tuercen
edificios, provocan cambios de ángulos y hacen que las imágenes se deformen en
otra dimensión alejada de la real. Igualmente, las circunstancias de los
personajes: estamos ante un médico cuya vida es normal para luego tornarse en
ser que maneja elementos sobrenaturales y, por tal motivo, reconocerse como un
ser previamente débil y pleno de defectos. De hecho, en la película se habla de
tener que saltarse de pronto las reglas para alcanzar el bien común. Un
problema moral que se vive todos los días en diversos ámbitos y es algo acorde
con los tiempos en que estamos situados. Ese es el discurso más importante en esta película, sobre todo para llegar al punto clave y básico del argumento: el dominio del tiempo y su uso para revertirlo.
Cumberbatch
muestra su versatilidad: del Hamlet
en los escenarios del mundo al Sherlock
Holmes de la televisión británica a las interpretaciones excelsas en la
pantalla grande con dramas contemporáneos como El código enigma, ahora entra de lleno al papel estelar en
superproducción que seguramente lo volverá a traer en el personaje (de hecho la
cinta lo expresa al final: “El Dr. Strange volverá”). Fue estrenada en otros
países previamente a los Estados Unidos y puede afirmarse que será un éxito de
taquilla. El realizador Derrickson nos ofreció la interesante Siniestro luego de haber intentado
rehacer El día que se paralizó la tierra
con resultados fallidos, aquí logra salir adelante al manejar el inicio de otra
saga con personaje trascendente.