domingo, 30 de octubre de 2016

SALTARSE LAS REGLAS


DOCTOR STRANGE: HECHICERO SUPREMO

(Doctor Strange)
2016. Dir. Scott Derrickson.




         El arrogante y efectivísimo neurocirujano Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) sufre un accidente que le provoca múltiples facturas, sobre todo en sus manos, por lo que su carrera se encuentra en un callejón sin salida. Al enterarse que otro hombre, Jonathan Pangborn (Benjamin Bratt), logró recuperarse de una desgracia similar, va a buscarlo y éste le sugiere que vaya a un lugar en Nepal. Strange viaja y conoce a la hechicera (Tilda Swinton) que se convertirá en su maestra y mentora para poder dominar la energía a través del conocimiento, la disciplina y la reflexión. Antes de esto, ha ocurrido un prólogo donde un villano, Kaecilius (Mads Mikkelsen), roba las páginas de un libro antiguo donde viene el conjuro para entrar a la Dimensión Oscura donde existe un personaje que desea invadir a la tierra, produciendo su extinción.





         Hasta ahí le cuento la trama porque todo se reduce, como siempre, desde siempre, a las batallas entre el bien y el mal. Desde el momento en que estamos hablando de héroes, existirá su némesis. Las fábulas morales son milenarias. Lo que importa es la forma en como se narran. Y luego de haberse tenido experiencias que ya son repetitivas en las cintas de los Estudios Marvel, nos deslumbra el estilo visual así como el desarrollo de los efectos que ahora tuercen edificios, provocan cambios de ángulos y hacen que las imágenes se deformen en otra dimensión alejada de la real. Igualmente, las circunstancias de los personajes: estamos ante un médico cuya vida es normal para luego tornarse en ser que maneja elementos sobrenaturales y, por tal motivo, reconocerse como un ser previamente débil y pleno de defectos. De hecho, en la película se habla de tener que saltarse de pronto las reglas para alcanzar el bien común. Un problema moral que se vive todos los días en diversos ámbitos y es algo acorde con los tiempos en que estamos situados. Ese es el discurso más importante en esta película, sobre todo para llegar al punto clave y básico del argumento: el dominio del tiempo y su uso para revertirlo.





         Cumberbatch muestra su versatilidad: del Hamlet en los escenarios del mundo al Sherlock Holmes de la televisión británica a las interpretaciones excelsas en la pantalla grande con dramas contemporáneos como El código enigma, ahora entra de lleno al papel estelar en superproducción que seguramente lo volverá a traer en el personaje (de hecho la cinta lo expresa al final: “El Dr. Strange volverá”). Fue estrenada en otros países previamente a los Estados Unidos y puede afirmarse que será un éxito de taquilla. El realizador Derrickson nos ofreció la interesante Siniestro luego de haber intentado rehacer El día que se paralizó la tierra con resultados fallidos, aquí logra salir adelante al manejar el inicio de otra saga con personaje trascendente.

miércoles, 12 de octubre de 2016

GENIO POR PARTIDA DOBLE


PASIÓN POR LAS LETRAS

(Genius)

2016. Dir. Michael Grandage





        La relación entre Max Perkins, editor formidable de la firma Scribner en los años veinte, y Thomas Wolfe, escritor incipiente (y genial, acorde con Perkins), conforman la trama de este fragmento biográfico filmado con un tono oscuro para dar idea del pasado. Al llegar a sus manos el manuscrito de Look Homeward, Angel (traducida al español como El ángel que nos mira, y en su versión teatral como Acuérdate del ángel), Perkins entra en un vértigo lector que lo hace pensar que se encuentra frente a otro genio literario. Inicia así una relación que lleva a Wolfe a considerar a Max como su mentor y figura paterna.





         La película muestra a Perkins (Colin Firth, contenido, con un perenne sombrero sobre su cabeza) como hombre de familia, esposo paciente y padre de cinco hijas, por lo que la llegada de Wolfe le hizo sentir el arribo de un hijo putativo. Por su parte, Wolfe (Jude Law, excesivo) es representado como explosivo y apasionado, creador de palabras al mayoreo (llega con 700 páginas de su primera novela y 5000 para la segunda: Del tiempo y el río) quien, agradecido, luego de que muchas editoriales le habían rechazado, tuvo para su fortuna al inexpresivo Perkins.





         Con el tiempo se van desarrollando varias cuestiones: la relación entre Wolfe y su amante, la diseñadora escénica Aline Bernestein (Nicole Kidman), que llega a la posesión destructiva; el reconocimiento por parte de Perkins que su familia debe valorarse y ser tomada en cuenta; la separación amistosa entre escritor y editor por resentimientos ocultos que, en realidad, surgieron a posteriori. La cinta toma como punto esencial lo que significa el descubrimiento del genio, como se llama la cinta originalmente, con todos sus defectos y variables. No es solamente Wolfe quien sabía escribir, sino Perkins que poseía el talento para darle sentido y concepto a los textos que recibía (no en balde fue quien le dio paso a la fama a Ernest Hemingway y F. Scott Fitzgerald, por mencionar a dos que aparecen como personajes en la cinta).

Wolfe, feliz, luego de recibir anticipo
por la futura publicación de su primera novela



         Por supuesto que la cinta es una visión romántica de lo que fue un escritor entregado a su pasión literaria, en contraste con la correspondiente entrega y pasión de alguien que amaba su oficio de editor. No ocurren grandes cosas: momentos simples que luego descubrimos significativos en la existencia de dos hombres. Wolfe todavía escribiría otras novelas que se publicarían póstumamente.





         La película atrapa por la pasión. El retorno a una época donde todavía era posible la capacidad de asombro y el establecimiento de temas y situaciones antes inexploradas. Ambiente y tono adecuados para hablar de una época difícil en la vida del norteamericano en ciertos ámbitos. El genio de Wolfe hizo que otro gran escritor, William Faulkner, lo definiera como el talento más brillante de su generación. Afirmación bastante aventurada considerando los nombres soberbios que la componen. Al menos, la cinta, atractiva y nada aburrida, incita a tomar los libros de Wolfe ya sea para descubrirlos o repasarlos.

El verdadero Thomas Wolfe (1900 - 1938)

domingo, 9 de octubre de 2016

UNA PASIÓN NO CORRESPONDIDA


DESDE ALLÁ

2015. Dir. Lorenzo Vigas.





    Desde allá es tan enigmática como seductora. Armando (Alfredo Castro) es un cincuentón, dedicado a la fabricación de prótesis dentales, que ofrece dinero a jovencitos en la calle para que le acompañen a su departamento. No establece contacto físico: les pide que se paren de espaldas frente a él quien, sentado, se masturba cuando se quitan la playera y se bajan ligeramente los pantalones. Todo cambia cuando conoce a Elder (Luis Silva), 17 años y homofóbico, quien lo golpea antes de irse robándole la cartera y una figura de porcelana.





    Armando insiste. Elder le regresa su cartera. Lo invita a comer. El jovencito es víctima de una golpiza por lo que Armando lo lleva a su casa y cuida hasta que se recupera. Elder, todavía intentará abrir una caja fuerte y ataca a Armando antes de irse, pero retornará arrepentido. A partir de este instante, inicia una relación de primera amistad. Elder siente gratitud y se conmueve ante el cuidado casi paternal de Armando, hasta que sucumbe al enamoramiento.





    Hasta aquí se puede contar la trama. La cinta sigue con giros que no se esperan, por lo cual se justifica la aplicación del calificativo “enigmática”. La acción sucede en una Caracas muy bella que sufre la desigualdad social, la inflación, las filas interminables de personas que buscan comprar los artículos básicos para el alimento diario dentro del corrupto sistema político. Así, la cinta se mueve entre el poderoso (una clase media que tiene dinero y cierto pasado acomodado) y el que sobrevive (jovencitos que viven la violencia y el estigma del abuso familiar).





    La trama ofrece múltiples lecturas que van desde la terrible soledad hasta el plan perverso para la realización de un crimen. Armando viene a satisfacer sus traumas personales explotando al jovencito bajo la seducción del dinero. Armando no intenta el contacto físico, simplemente es producto de un pasado que no conocemos, solamente intuimos. Armando busca, hasta que encuentra, a quien le apoyará cometiendo un crimen anhelado. Y todavía quedan más interpretaciones.





    Estamos en las antípodas de Los placeres ocultos (Eloy de la Iglesia, 1977) donde el banquero Eduardo perseguía a un jovencito para seducirlo y enamorarlo. Aquí tenemos a un Armando que, sin ser atractivo, atrapa a su presa para luego deshacerse de ella. No quedaría la frase de “Destruimos lo que amamos” porque nunca nos damos cuenta de que surja amor de Armando hacia Elder, aunque lo contrario sea cierto. Es otra variante de La ley del deseo (Pedro Almodóvar 1987) donde el joven Antonio era quien se consumía de pasión por el director Pablo, mayor que él, para tenerlo y suicidarse. Aquí, la entrega lo destruirá. 


El realizador Lorenzo Vigas con Alfredo
Castro (izquierda) y Luis Silva (derecha).



    El hecho de que “Desde allá” no se centre en la homosexualidad sino en la compleja relación de dos hombres separados por la edad y la clase social para tornarse en una historia de venganza indirecta, hace que la cinta se torne tan atractiva como enigmática. Uno, como espectador, debe imaginar todas las aristas que han quedado ocultas y de las cuales recibimos solamente mínimos destellos. Una cinta que no deben perderse. Ganadora del León de Venecia en 2015 como mejor película.