viernes, 11 de noviembre de 2016

ALBRICIAS Y DESCARRILAMIENTO

LA LLEGADA
(Arrival)
2016. Dir. Denis Villeneuve

LA CHICA DEL TREN
(The Girl On the Train)
2016. Dir. Tate Taylor

1.- LA LLEGADA



         Han llegado doce naves extraterrestres a sendos lugares del planeta. En Estados Unidos sucede en Montana hacia donde es trasladada la Dra. Louise Banks (Amy Adams), eximia lingüista, junto con el físico Ian Donnelly (Jeremy Renner) para buscar la manera de comunicarse con los seres que han llegado. Previamente hemos sido enterados que Louise ha tenido una bebé que luego creció y falleció. Durante el proceso, Louise va descifrando los signos (algo que también se intenta desde los otros países que tienen a estos huéspedes) hasta que logra enterarse de las intenciones de los visitantes.



         Con esta base argumental estamos ante un acercamiento intelectual dentro de la ciencia ficción que propone al lenguaje como uno de los grandes dones que puede poseer la humanidad para llegar al entendimiento. La disertación sobre la comunicación y los sentidos diversos que las palabras pueden adquirir. De esta manera también el hombre puede apropiarse del tiempo y llegar hasta la visión del futuro. Lo más importante es aceptar el destino que nos ha tocado vivir aunque nos traiga situaciones difíciles. No puede comentarse nada preciso sin echar a perder el punto clave de esta extraordinaria película que no se regodea en el efecto especial buscando llegar al cerebro y no a la panza del espectador. El juego temporal de la narración la torna singular. Simplemente es otra joya del realizador de cintas soberbias como La mujer que cantaba, Intriga, Enemigos idénticos, Sicario y ahora esta obra maestra.

         2.- LA CHICA DEL TREN



Todo lo contrario debe decirse de la fallidísima adaptación de esta novela bestseller a la pantalla grande. La historia de Rachel, una dipsómana (Emily Blunt), que vive frustrada por el fracaso matrimonial y acosa a su ex marido y a la nueva esposa. Rachel pasa todos los días por el tren que la lleva a la ciudad frente a su antiguo hogar (donde ahora sigue habitando el ex marido). Dos casas abajo vive una pareja a la cual ha idealizado porque la considera ejemplo perfecto. Cierto día se da cuenta que la mujer se está besando con otro hombre. Esto la lleva, estando alcoholizada, a bajar del tren, perseguirla para gritarle que es una perdida, pero entonces sufre un accidente del cual no recuerda nada. A los pocos días sale la noticia de que ha desaparecido la joven mujer. Ella empezará a entrometerse para llegar a una inesperada solución.



La novela original mantenía un juego de tiempos que retrocedían de manera distinta según la protagonista femenina de la que se estaba hablando. El suspenso era gradual y la atención se mantenía por esta razón. En pantalla todo resulta lento, un terrible sentido del ritmo, y se va resolviendo de manera simple sin que se sostenga, ni se sienta, esa angustia existencial de Rachel, ni su obsesión por la pareja inicial que daría lugar al desencadenamiento de coincidencias. El realizador Tate Taylor nos había dado previamente Historias cruzadas (2011), otra trama basada en una novela popular, aunque mucho más trivial, donde destacaba el reparto (Viola Davis, Octavia Spencer, Emma Stone). En este caso sucede lo mismo con Emily Blunt, cuya presencia es fuerte, aunque se sienta desperdiciada.