EL CONTADOR
(The Accountant)
2016. Dir. Gavin O’Connor.
Christian
(Ben Affleck) es un hombre autista. Presta sus servicios como contador a
grandes firmas para descubrir errores o delitos. Gana mucho dinero haciéndolo y
eliminando, además, a quienes cometen dichos actos fraudulentos. Cuando una
compañía robótica lo contrata para revisar sus cuentas y éstas salen a la luz,
inicia una serie de crímenes que serán definitivas y cambiantes para el
contador. Tal como se la describo deja fuera toda la riqueza del guion, muy
bien estructurado y bastante elaborado, ya que inserta de manera fragmentada,
la infancia del jovencito autista, la relación con un padre autoritario y una
madre que le abandona, sus diversas experiencias de crecimiento, para llegar al
enfrentamiento final donde habrá una relación familiar. Para que todo esto se
aclare, hay una agente de la tesorería federal y su amenazante jefe, involucrados
en la búsqueda del inteligente autista que sabe realizar sus actividades para
no ser localizado. No se vale contarlo.
Anna Kendrick y Ben Affleck descubriendo
el problema contable que dará lugar a muertes...
La
cinta tiene dos vertientes: aquella que se dedica a mostrar un conjunto de
valores tergiversados. El autista posee un código moral que, al verse roto, le
produce un grave conflicto existencial. Una vez vista y digerida la cinta, se
comprueba la validez de las acciones del personaje, además de la forma de
actuar de las autoridades fiscales. Utilizando a las ricas empresas, y a sus
dueños, como astutos mercaderes cuya única finalidad es la acumulación de
mayores capitales, el aparente villano eliminador se torna en figura heroica.
Cynthia Addai-Robinson y J.K. Simmons como oficiales
de la Tesorería; Jon Bernthal como el letal Braxton.
La
otra tiene que ver con los lazos familiares que nos lleva a la congruencia
temática de su realizador Gavin O’Connor. La
última pelea (2011) mostraba a un par de hermanos que llegaban a
enfrentarse en el hexadrilátero de artes marciales luego de estar separados por
ciertos rencores provocados por su entrenador, el propio padre de ambos,
alcohólico recuperado. Código de familia
(2008) tenía como protagonistas a una familia de policías. Luego de una
masacre en el caso de un narcotráfico, un oficial descubría que su cuñado,
sargento, estaba involucrado. En ambas películas, la base argumental partía de
las relaciones familiares, algo básico para comprender esta cinta y aceptar sus
giros narrativos.
Gavin O'Connor, director congruente
Demasiado
entretenida porque tira muchos cabos que deben atarse. El espectador debe estar
atento y aceptar que todos tienen sus razones y aquello que parece
extremadamente casual posee finalmente una explicación lógica (y hace uso de la
libertad que tiene el cine). El reparto es perfecto desde el protagonista
Affleck pasando por grandes personalidades (John Lithgow, Jeffrey Tambor, Jean
Smart) hasta las jóvenes presencias (Anna Kendrick o Jon Bernthal).