LA DAGA EN EL CORAZÓN
(Un couteau dans le coeur)2018. Dir. Yann Gonzalez.
Una coproducción entre México,
Francia y Suiza.
Es 1979 y la productora de cine porno gay Anne (Vanessa
Paradis) acaba de romper relaciones amorosas con su editora Lois quien va a
dejarla al terminar de cortar su última cinta. Alternadamente, uno de sus
actores. Kurt, es seducido por un extraño mientras baila en una discoteca. Se
van juntos, Kurt accede a que lo amarre boca abajo antes de tener sexo pero el
extraño empieza a apuñalarlo con una navaja oculta en un dildo. Así inicia una
serie de asesinatos crueles y despiadados entre los participantes de una anterior
producción de Anne a manos del mismo extraño, así como una investigación personal que inicia
la propia mujer por su cuenta.
El asesino seduce y luego mata
El ambiente gay de finales
de los años 70
La acción sucede durante los tiempos previos a la epidemia
del SIDA y la mezcla de violencia criminal con el final de una relación lésbica
nos permite introducirnos en una barroca trama de viejas vergüenzas, venganzas
transpuestas en el tiempo, el ámbito desfachatado y desinhibido del mundillo
pornográfico. Lo que resulta brillante es la forma: Gonzalez nos va brindando
pistas que se mezclan entre lo real y fantástico (las plumas de un ave ya
extinguida; el cementerio casi olvidado en un bosque), aparte de mostrar al
deseo como eje principal (los actores mueren porque se entregan a la
posibilidad del sexo; Anne está encadenada irremediablemente con un amor loco
por Lois). Son dos tramas
entrelazadas que ofrecen ironía y drama.
El gran amor que acaba
Una mujer entre el crimen y la decepción
Por la época y las temáticas extremas de sexo y pasión
romántica (casi siempre forzadas) que distinguieron al cine de Argento, Fulci,
Dallamano, Martino, se le considera como homenaje al género del “giallo”
italiano. Gonzalez se abre de capa como director con estilo personal y un
peculiar desparpajo. Cine dentro del cine, referencias a historias y personajes
de la industria francesa del porno, sangre por litros, para ofrecer al
espectador variantes sobre tramas ya contadas porque es la única manera en que
el cine actual puede sobrevivir. Una experiencia que se torna satisfactoria
hasta que se llega al último minuto de las imágenes.
Yann Gonzalez, Vanessa Paradis y Nicolas Maury
en Cannes 2018 donde la cinta compitió por
la Palma de Oro.