martes, 12 de octubre de 2021

LA FARSA Y EL HUMOR

 

VENOM: CARNAGE LIBERADO
(Venom: Let There Be Carnage)
2021. Dir. Andy Serkis.

         Eddie Brock (Tom Hardy) sigue hospedando al simbiótico extraterrestre Venom dentro de sí mismo, quien desea tener acción, perseguir tipos malos y comérselos. Eddie, enamorado todavía de Anne (Michelle Williams) decide reactivar su carrera como reportero, entrevistando al criminal Cletus (Woody Harrelson) quien se encuentra en espera de ser ejecutado. Un prólogo nos ha mostrado a Cletus en un manicomio, donde conoce a Frances (Naomie Harris), pero son separados, sobre todo porque la mujer puede gritar tan fuerte que afecta a las personas. Al entrevistarlo, Venom sale de Eddie y enfrenta a Cletus mordiéndole un dedo. Así, Cletus absorbe parte del monstruo y, al estar en el momento de su ejecución, adquiere la fuerza necesaria para convertirse en Carnage, versión roja y poderosa de Venom. Enojado por la manera en que Eddie le trató en la publicación de su entrevista, rapta a Anne para atraerlo y enfrentarle.

         Secuela de la excelente Venom (2018. Dir. Ruben Fleischer), ahora se ofrece otra aventura del héroe dual que mantiene dentro de sí a una fuerza malévola, pero controlable, a la cual ha tenido que condicionar para evitar que coma seres humanos y se alimente de pollos y chocolate. A la cinta ya no le importa la naturaleza de los extremos morales, ni las vicisitudes del héroe. Ahora, con buen ritmo y mucho sentido del humor, estamos ante una comedia romántica donde hay una pareja malvada (Cletus y Frances, a la cual apodan “Shriek”, por su potente grito), que se equilibra con otra, cuyo amor no puede resolverse debido a la diferencia de temperamentos y a la realidad de Eddie con su huésped. Sin embargo, Carnage no posee los límites que Eddie le ha puesto a Venom. Mientras Cletus es Carnage, no importa el amor ni la solidaridad de la pareja. Así, se cumple el objetivo de una cinta basada en historieta donde debe de cumplirse el triunfo del bien sobre el mal.

         Personaje considerado menor que se le escapó a Marvel para ser desarrollado por Columbia Pictures (igual que Spiderman, de cuya nueva secuela hay una promoción interna en esta película), en lugar del universo creado por la exFox, y que llegó a ganar 850 millones de dólares en su propuesta original, ahora es obra coescrita y producida por Tom Hardy: actor inteligente que supo darle otra dimensión a su personaje. Era necesario (como sucedió con el genial Deadpool) introducir el humor (toda una secuencia de acción mantiene al espectador en ascuas, además de hacerle reír) y la farsa en el personaje del villano (Cletus mató a su abuela, electrocutó a su madre y asesinó a su padre) al mantener sarcasmo e ironía en sus acciones, su trato de la pareja, su odio hacia Eddie que, en verdad, buscaba otro propósito sentimental y que suena cursi (ya lo descubrirán, sobre todo porque es Woody Harrelson). Lo que en la cinta original era el aprendizaje de vivir con esta fuerza maligna dentro de un hombre cabal y su lucha contra el responsable de la existencia de este monstruo, ahora ya deviene equivalente de “héroe”: muy inteligente enfoque.

El director Andy Serkis y el productor-guionista-actor Tom Hardy