domingo, 3 de abril de 2022

TRAGAR OBJETOS

SWALLOW: LA PERFECCIÓN TE TRAGA
(Swallow)
2019. Dir. Carlo Mirabella-Davis.
 

         Hunter (Haley Bennett, admirable) se ha casado con el joven Richie (Austin Stowell), hijo de un rico empresario, con el cual vive una existencia de lujo: casa moderna frente a un río y un bosque, decoración a su gusto y hasta el aprecio de sus suegros Michael (David Rasche) y Katherine (Elizabeth Marvel). Hunter intenta ser la esposa perfecta: cocina a la perfección, limpia la casa, recibe a su marido y hace el amor de manera satisfactoria. Es el típico modelo de la esposa de los años cincuenta donde quedaba haciendo las labores del hogar mientras el marido salía a trabajar. Sin embargo, no es tomada en serio: cuando inicia una conversación, su suegro pierde el interés; el esposo le pone atención mientras no surja una llamada por el celular. Su suegra es la única que subraya lo que considera debe de ser su actuación (¿eres feliz o finges que eres feliz?). Cierto día, Hunter toma en su mano una canica y se la traga. Posteriormente, la rescata al defecar y la coloca en su tocador, a la cual se irán sumando otros objetos: un seguro, una piedra, hasta una batería. En otro instante, la veremos arrancando las hojas de un libro para meterlas en su boca. Al descubrirse embarazada, su trastorno se incrementa, al grado de que irá al hospital, provocando el desconcierto en su familia.

         Swallow (tragar sería la traducción) viene a ser una historia de terror, ante la amenaza que está siempre presente para la descontrolada Hunter, pero jamás será a nivel corporal (como en el cine de Cronenberg) ni se llegará a consecuencias funestas. La trama va permitiendo conocer al personaje de la joven esposa cuyo cuerpo no le pertenece, sino que se ha convertido en propiedad de un esposo y su familia. Tal vez su ansia de ingerir objetos inanimados, peligrosos, sea una forma de manifiesto, de control personal, de llamada de atención. Según pasan los días, se va conformando la relación marital: el joven esposo lleva amigos a la casa porque su mujer está ahí para atenderlos (uno de ellos le pide que le abrace porque se siente solo, a lo que Hunter accede, más por su estatus de persona eficiente que por atracción). Luego de que se descubre el trastorno de Hunter, el interés mayor será por el hijo que se espera más que por el bienestar de la mujer. Su esposo pondrá a un vigilante sirio para que cuide todos los pasos de Hunter: primero rígido con ella (si viviera la guerra, no tendría tiempo para este problema), en otro momento mostrará su compasión al darse cuenta de que es otro tipo de víctima.

         La cinta se divide en dos partes que esclarecen la situación de la joven esposa: primero está su desarrollo como esposa y su trastorno; luego llega una revelación a la psicóloga que la familia le obliga a visitar para que ocurra una confesión inesperada. Así, se van conformando las piezas de un rompecabezas que explica una desazón emocional, además de tornar los hechos de Hunter en discurso político, acerca de la situación de la mujer. Un guion inteligente va transformando lo que inicialmente era un trastorno como muestra de rebeldía, en decisión final para eliminar todo sometimiento. Swallow parte de lo que sería una relación normal, acorde con esquemas tradicionales y autoritarios, para llegar al reclamo de libertad y decisión personal. Magistral.

El director con su excelente actriz