Sobre todo cine, efemérides y mucho más: inquietudes que deseo compartir... luego, el infinito.
martes, 21 de junio de 2011
LOS GRANDES ACTORES (II)
Julio Villarreal
(1885 - 1958)
Eugenia Grandet (Emilio Gómez Muriel, 1952) , película basada en la novela de Balzac, transpuesta a la provincia mexicana, permite conocer la triste historia de una muchacha sometida (Marga López), junto con su madre (Andrea Palma), a la codicia de su padre. Hombre rico, dueño de muchas propiedades así como astuto inversionista, impide que su hija acceda al amor de un ambicioso y pusilánime sobrino, condenándola a la soltería. A punto de morir revela a Eugenia su fortuna, le muestra los centenarios escondidos en un secreter. Cuando está agónico, lo único que le permite el último aliento es expresar la palabra “¡oro!” mientras toca el crucifijo del sacerdote que está oficiando la extremaunción. Este papel fue interpretado por un talentoso actor que así pudo conjuntar una serie de roles excepcionales que han quedado para la historia.
Julio Villarreal (1885 – 1958) , madrileño, cuyo nombre real fue Julio Crochet Martínez Villarreal, descendía de actores y cantantes, de los cuales heredó su gusto por el teatro al cual se dedicó desde la corta edad. A los 18 años llegó a México donde tuvo una carrera por los escenarios hasta que el llamado de Hollywood no se hizo esperar, sobre todo con el inicio del cine hablado y la realización de cintas “hispanas” (versiones al español de tramas filmadas en inglés, ya que todavía no se habían implementado los subtítulos ni el doblaje).Luego de varias experiencias (entre ellas, la versión española de El proceso de Mary Dugan que en su original marcó el debut de Norma Shearer) regresó a México donde participó en la segunda cinta nacional con sonido directo Águilas frente al sol (Antonio Moreno, 1932) para empezar una larguísima carrera como actor característico en el cine mexicano. Llegaría a filmar 130 películas.
Si se considera que al iniciar su carrera en películas nacionales contaba con 47 años, puede explicarse que fuera requerido para roles como hombre mayor o esposo maduro.
Ya no podría ser galán joven. Fue contramaestre de barco, piloto de aeroplano, amante adúltero, bohemio. En la época de oro le tocó interpretar a personajes históricos (Hidalgo en La virgen que forjó una patria; el papel protagónico de Cristóbal Colón)
o roles prestigiosos como psiquiatra o prior de convento (Crepúsculo; El monje blanco)
y en la primera cinta mexicana de Luis Buñuel (Gran Casino), con quien luego trabajaría en uno de sus melodramas más subestimados y muy apasionante, basado en Maupassant: Una mujer sin amor.
Será en los años cincuenta cuando la edad que empata con sus personajes le permite interpretar dos de sus papeles más importantes: el que ya he mencionado en Eugenia Grandet, aunque anteriormente había estado impecable en Doña Perfecta (Alejandro Galindo, 1950).
Su papel como don Inocencio, abogado que siempre está como buitre volando sobre quienes podrán ser cadáveres de una época; delator de lo que se considera pecado y falta de cortesía en Pepe Rey (Carlos Navarro), sobrino liberal de la imperfecta doña Perfecta (Dolores del Río) quien quema libros que ofenden la rectitud de su casa. Inocencio será su guía durante esa época juarista de las Leyes de Reforma (“Estaría bien que valuara el terreno del convento que utilizaban las Ursulinas antes que el gobierno lo confisque”) y su cobarde, rastrero amigo. Julio Villarreal tenía la presencia, el rostro, los gestos necesarios para darle vida a este tipo de personajes falsos, dobles, inmorales.
Hay otros 123 títulos para que lo comprueben: un gran actor.
Filmografía corta y selecta:
Águilas frente al sol (1932, Moreno)
Chucho el Roto (1934, De Fuentes)
Monja casada, virgen y mártir (1935, Bustillo Oro)
El gendarme desconocido (1941, Delgado)
Historia de un gran amor (1942, Bracho)
Bugambilia (1945, Fernández)
La devoradora (1946, De Fuentes)
La malquerida (1949, Fernández)
Felipe de Jesús (1949, Bracho)
La noche avanza (1951, Gavaldón)
La bruja (1954, Urueta)
La culpa de los hombres (1954, R. Rodríguez)
Los salvajes (1957, Baledón)
El gran premio (1957,Orellana)