Sobre todo cine, efemérides y mucho más: inquietudes que deseo compartir... luego, el infinito.
viernes, 4 de noviembre de 2011
ESTIRAR LA TRAMA
TEQUILA
Historia de una pasión
2010. Dir. Sergio Sánchez Suárez.
Antonio (Unax Ugalde, el actor español de Cefalópodo) es sobrino del hacendado Vicente (Salvador Sánchez) y amante de Lola (Daniela Schmidt) a la cual visita furtivamente por las noches en su recámara. Antes de partir a un viaje cuatros años antes, eran novios. Al estar lejos, fue obligada por sus padres a casarse con Vicente. En un período de poco tiempo, Antonio descubre que la campesina Milagros (Jimena Guerra), otra de sus aventuras, está embarazada. Vicente revela un secreto íntimo a su sobrino. La madre alcoholizada de Antonio se entera del estado de Milagros. Todo llevará a un final bastante esperado ya que al principio de la cinta se narra un mito donde un dios y una estrella se hicieron amantes hasta que murieron, fueron absorbidos por los agaves y su historia se recuerda por dicha bebida.
Es todo. Un melodrama a la vieja usanza muy bien realizado y ambientado, donde se nota la producción, la buena intención de su realizador para llevar a cabo su empresa y quizás, por eso, sea distribuido por Universal Pictures (a lo mejor les gustó la música “mexican style for gringous”). Se nota la pretensión del director (es su primer largometraje) por capturar las atmósferas del cine mexicano del pasado, sobre todo con el estilo del Indio Fernández, pero no se logra. El mundo posmoderno (los jóvenes o el espectador que antepone engullir palomitas y otros productos a una reflexión fílmica) en que estamos sumergidos ya no reconoce ese ayer aunque se mezcle con otros elementos que quieran impartirle un sabor contemporáneo; pero, sobre todo, el melodrama no consiste solamente en narrar una historia de amantes infieles ni la pasión sucede por meros acostones gimnásticos en una cama o en una alacena, ni por un linchamiento como en Río Escondido, ni por la presencia (inútil e injustificada) de dos norteamericanos (uno de ellos Edward Furlong, irreconocible por lo acabado) como el que andaba en Enamorada, ni por una enamorada (precisamente) despechada tipo La malquerida, por no mencionar más influencias, homenajes o insistencias.
La película no es un fracaso porque está cuidada formalmente y quizás llame la atención al espectador enajenado por las telenovelas ya que es ligera y complaciente. El gran defecto es que la anécdota es mínima y se alarga para ocupar sus poco más de cien minutos. El siguiente defecto es el reparto, aunque ya no quiero entrar en disquisiciones porque no pienso que valga la pena, ni quiero resultar ofensivo. Salió con muchas copias a nivel nacional. Es el cine apoyado por una compañía fuerte de Hollywood, pero no deja de ser tan poco interesante como muchas cintas nacionales. No obstante, esperemos que no le vaya mal en taquilla para que el director pueda tener la oportunidad de filmar otra mejor película que debe traer dentro de sí...