ANIMAL VERTICAL
(Rester vertical)
2016. Dir. Alain Guiraudie.
Léo
(Damien Bonnard) es un guionista de cine que está falto de inspiración. Debe
entregar su trabajo pero vive prometiendo hacerlo en dos, tres semanas. Viaja
al campo donde conoce a Marie (India Hair) quien es madre soltera de dos hijos
y está temporalmente ayudando a su padre campesino Jean-Louis (Raphaël
Thierry). Tiene relaciones con Marie a la cual embaraza. Meses después nace su
bebé y Léo retorna para cuidarlo. Marie abandona el lugar con sus hijos dejando
al bebé con Léo. Paralelamente, el guionista ha hecho amistad con un viejo
viudo Marcel (Christian Bouillette) al cual acompaña el joven Yoan (Basile
Meilleurat). Léo irá degradándose hasta llegar a un cambio total de su
existencia.
Léo encuentra a Marie en el campo
sin pensar que su vida dará un giro completo
Conformada
por muchas ideas: la vuelta al campo, el sexo natural, las soledades que buscan
complementarse, este quinto largometraje de Guiraudie, quien se hiciera muy
famoso por su cinta previa (“El extraño del lago”, una cinta de suspenso
criminal que ocurre entre la comunidad homosexual que se reúne en el lago del
título), resulta fascinante pero igualmente compleja. El sentido del tiempo no
es convencional ya que toda la narración se permite muchas elipsis. Entre la
relación sexual con Marie y el nacimiento del bebé, por ejemplo, no se sienten
los grandes cambios ni se sugieren los hechos intermedios.
Léo asume su responsabilidad paterna
aunque el mundo a su alrededor se desmorona
Léo
llega al campo buscando el desbloqueo que no le permite continuar con su guion
y se encuentra con la naturaleza, el campo, las ovejas y la amenaza del lobo.
Es lo que vendrá a ser el motor de la película ya que siempre se volverá al
mismo lugar del inicio. Todos los personajes se conocerán por primera vez y
ellos serán los que conformen este universo. Por otro lado, el sexo será
impulsivo sin distinguir género: el joven que juega tanto con un viudo que lo
mantiene como con el campesino padre de Marie. Léo cumplirá con el deseo
homosexual del viejo moribundo como última voluntad en una especie de “suicidio
asistido”.
La sexualidad fluye naturalmente
sin importar género
Léo
descenderá al infierno: sin dinero, agotado por el fracaso personal, cuidando a
su bebé como obligación moral no buscada, asaltado por otros indigentes que
reflejan su situación personal, tendrá que retornar al campo, al padre de su
pareja, para tomar el papel que había encontrado como reflejo premonitorio al
inicio cuando conoció a Marie. Se torna pastor de ovejas y se lanza al campo
para encontrarse con el lobo y permanecer vertical (título original de la
cinta), sin moverse, para que no haya ataques, como una metáfora de lo que ha ocurrido
hasta ese momento.
El realizador Alain Guiraudie enfatiza
su calidad como realizador