lunes, 25 de septiembre de 2017

LAS APARIENCIAS QUE ENGAÑAN


ME GUSTA PERO ME ASUSTA
2017. Dir. Beto Gómez




         El sexto largometraje de Beto Gómez vuelve a la comedia (como en su exitosa Salvando al soldado Pérez, 2011) para narrar una historia de amor y reflexionar sobre los temores que nos rodean, nos asustan, pero nos atraen como todo peligro. Claudia (Minnie West) y Brayan (Alejandro Speitzer, simpatiquísimo) son personas fuera de lo común. Han sufrido el rechazo social desde niños y adolescentes, pero ahora, ya como jóvenes adultos, tienen que enfrentar sus realidades. Todo indica que Brayan pertenece a una tenebrosa familia ranchera de Sinaloa. Claudia es hija de un empresario de bienes raíces. El deseo de Brayan es ser chef de alta cocina; Claudia simplemente no quiere tomar la rienda de su vida hasta que su padre le exige que trabaje en su empresa. Brayan debe ir a la capital para extender el negocio y va acompañado por su tío-padrino Norris (Héctor Kotsifakis, excelente). Requieren rentar una casa y da la casualidad que encuentran a Claudia. Surge la atracción pero también el temor de la muchacha (y sus compañeros de departamento) al pensar que el joven es narcotraficante.


Los actores-productores

         Una comedia de enredos y de apariencias que engañan. La cinta se va desenvolviendo de manera fluida y ágil sin caer jamás en baches narrativos. Beto Gómez es un excelente director de actores y sabe filmar: uno ve sus películas y es absorbido por el ritmo y los personajes. Una constante en sus argumentos es que presenta a seres en la encrucijada de sus vidas: Brayan no desea continuar en el negocio de la familia y Claudia está apenas probando si su existencia tiene sentido. Alrededor de ellos se encuentra un grupo de actores en roles de soporte que afinan y enfatizan el desarrollo de la trama, además de los toques de cultura popular omnipresentes en sus películas (canciones como “Eres” de Napoleón o “Así no te amará jamás” de Amanda Miguel; referencias fílmicas al mostrar una mansión que se supone fue de Pedro Infante y de la cual Claudia responderá que es “Un rincón cerca del cielo” luego de pasar ahí la noche; los estereotipos del charro y el jaripeo o la serenata, entre tantas cosas). Una cinta que refleja amablemente el temor que se siente alrededor de quienes ya son considerados dueños de nuestro país.

Un grupo carismático de actores

         Aparte de los actores principales-productores Minnie West y Alejandro Speitzer, más conocidos por series de televisión, se repite la presencia, aunque incidental, de quienes han sido constantes en las cintas de Gómez (el travesti Roberto Espejo o Rodrigo Oviedo), además de conocidas personalidades del cine contemporáneo, aunque estereotipadas en sus roles (Joaquín Cosío, Silverio Palacios). Extraordinarios están los coestelares Kotsifakis y Camila Selser. Sin ser la mejor película de su carrera, estamos ante una comedia digna que no utiliza lugares comunes ni copias de tramas extranjeras ni abusa de las situaciones para extraer la falsa carcajada. Beto Gómez sigue fiel a su temática, filma con gusto, aporta su sutil sentido del humor, vuelve entrañables a sus personajes, y todo eso se transmite al espectador que lamenta que la cinta llegue a su fin.

Beto Gómez, uno de los mejores directores
del cine mexicano contemporáneo