miércoles, 6 de junio de 2018

UNA PASIÓN SUSPENDIDA


SUEÑO EN OTRO IDIOMA
2017. Dir. Ernesto Contreras.



         Un joven lingüista, Martín (Fernando Álvarez Rebeil) llega a una población en el sureste de México. Anda en busca de los sobrevivientes de la cultura (inventada) Zikril para rescatar su lengua a punto de extinción. Se encuentra con la vieja Jacinta (Mónica Miguel) y la triste novedad de que los otros dos restantes, Evaristo (Eligio Meléndez) e Isauro (José Manuel Poncelis) están peleados a muerte y no se hablan, algo que afecta la investigación del joven porque la única manera de escudriñar la casi desaparecida lengua, se requiere escucharla en una conversación. Martín trata de persuadirlos a través de la anciana pero luego, de pronto, ella muere. Martín inicia una relación con la nieta de Evaristo quien le cuenta los motivos del pleito: cuando eran jóvenes, ambos conocieron a María (Nicolasa Ortiz Monasterio). Isauro descubrió a Evaristo teniendo sexo con la muchacha. Cuando volvieron a verse Isauro se le insinuó sexualmente por lo que, primero, fue rechazado por Evaristo quien luego recapacitó y dio rienda suelta a su sentimiento, su verdadera orientación. No puede contarse más sin que se limite el disfrute de la película.

Eligio Meléndez y José Manuel Poncelis

         Estamos ante la pérdida de una cultura porque sus representantes están muriendo o no se hablan. Transversalmente, la estación de radio local que llega a la población de bajos recursos o ascendencia indígena, transmite lecciones de inglés ya que la mayoría de los oyentes pretende emigrar (o sueña trasladarse) a Estados Unidos. Estamos en la época de la multiculturalidad y la pérdida de las tradiciones.  El falso lenguaje zikril es mera metáfora que universaliza la destrucción (ya sea natural o intencional, en nombre del progreso) de un mundo que va quedando en el pasado. Las tradiciones y creencias van también muriendo: los zikriles creen que pueden comunicarse con las aves, además de poder reunirse con los muertos en una gran caverna.



Los viejos recuerdan a sus jóvenes imágenes

         Todas estas grandes pérdidas traen consigo otro tipo de quebranto: una pasión suspendida por los atavismos y las limitaciones sociales que solamente podrá redimirse cuando se llegue a otra dimensión. El realismo mágico de indígenas que permanecen, aves que cantan en momentos cruciales, recuerdos que no se abandonan pero que se continúan reprimiendo. La película toma dos grandes rumbos: uno en cuanto al importante señalamiento de la extinción de especies, lenguas, tradiciones, pero más importante, otro que resulta del amor no permitido que dio lugar a la extinción del alma.