sábado, 29 de mayo de 2021

VILLANA VENIDA A MENOS

 

CRUELLA
2021. Dir. Craig Gillespie.

         Se necesita una villana peor para transformar a otra villana en un ser con menos imperfecciones y maldades. Cruella era una nueva alternativa para explotar a personajes que pertenecen como propiedad intelectual a los Estudios Disney, desesperados por crear su propio universo particular, gracias a los prestigios obtenidos desde el pasado. Sin embargo, a la película le sucede lo mismo que en Sherlock Holmes (Ritchie, 2009) o Van Helsing (Sommers, 2004) donde se utilizaba el nombre de un personaje popular, por llamar la atención de un público, ya que las tramas presentadas podrían haber sido ejecutadas por cualquier John o Bill o Paul. En este caso, Disney tuvo la “necesidad” de mostrar los antecedentes de la malvada Cruella De Vil, maravillosa como dibujo animado en La noche de las narices frías (Geronimi, Luske, Reithermann, 1961) o muy sofisticada como Glenn Close en su versión con personajes vivos 101 dálmatas (Herek, 1996) y secuela 102 dálmatas (Lima, 2000). Ante la inmensa necesidad de consumo de entretenimiento, ya no importa cambiar tramas, dulcificar monstruos o mezclar situaciones ya vistas y disfrutadas desde siempre.

 Stella es pelirroja y tiene buenos sentimientos...

         Stella (Tipper Seifert-Cleveland) tiene doce años y su madre la saca de la escuela porque su comportamiento es rebelde y su actitud es estar a la defensiva. Tiene la particularidad de que su cabello es mitad negro y mitad blanco. Su madre la llevará a Londres para iniciar una nueva vida, pero en el camino hará una parada en el inmenso castillo de una baronesa (Emma Thompson), quien es también prestigiosa diseñadora de modas. Stella será testigo de la muerte de su madre cuando unos perros dálmatas la empujan hacia su muerte en un precipicio. Logra escapar y llegar a Londres donde conoce a Jasper y Horace, dos ladronzuelos que se convertirán en su familia. Con el paso de los años, Stella (ahora Emma Stone) podrá entrar a la casa de modas de la baronesa donde subirá de afanadora a diseñadora. Así, se enterará de la verdad detrás de la muerte de su madre. Enojada, se tornará en Cruella, rival y enemiga de la baronesa.

 La baronesa es tan perversa que se torna lugar común...

         A lo largo de la película, el personaje de Cruella se va comportando de manera contraria a lo que conoce todo espectador de las cintas animadas, o en vivo, de los dálmatas. Las culpas serán transferidas a la baronesa haciendo que los perros queden como mascotas, eso sí, inteligentes y fieles, en el caso de un perro que Stella adopta y otro que era cómplice y colaborador de Horace. Más adelante, los perros utilizados para la muerte de la madre de Stella quedarán al lado de Cruella y, de sus crías, saldrán Pongo y Perdita, personajes caninos de la novela original en que se basa esta mescolanza de contradicciones y florituras. Hasta se introduce un antecedente de Blanca Nieves. Tanta explicación y establecimiento de antecedentes produce una película de acción, venganza, lugares comunes, y vuelve al personaje en ser dulce y simpático. La delicia de ver a Emma Stone no es suficiente para que se justifique una cinta que termina siendo soporífica y de la cual no vale la pena seguir repitiendo sus defectos, como la misma película...