jueves, 24 de marzo de 2011

EJEMPLO DE ESTRELLA


Elizabeth Taylor (1932 - 2011)

En su cartón de hoy jueves 24 de marzo, Calderón dibuja a Elizabeth Taylor como Cleopatra con mucho busto pero escribe... "además sabía actuar" y ahí es donde discrepamos por completo. La desaparecida Liz era muy bella y fue niña precoz. Tenía una personalidad desbordante y supo rodearse de imponentes actores y actrices. Producto de la publicidad, del escándalo cuando éste era esporádico y, por lo tanto, masivamente explotable, Taylor estuvo en la Metro-Goldwyn-Mayer cuya publicidad enfatizaba que "tenía más estrellas que en el cielo". Desde niña fue cultivada para tornarse en fenómeno mundial, pero jamás se imaginaron hasta qué punto.

De niña amazona en "Fuego de juventud" (National Velvet, Brown, 1945), en poco tiempo llegó a la mayoría de edad casándose con el magnate Nicky Hilton, iniciando una serie de matrimonios ventajosos o publicitarios, teniendo hijos, filmando un éxito tras otro, hasta que le llegó el Óscar en 1960 porque estuvo a punto de morirse ya que si uno ve "Una venus en visón" (BUtterfield 8, Mann)no notará nada excepcional y mucho menos si se comparan las actuaciones de las otras competidoras (¡Deborah Kerr!, ¡Greer Garson!). Seis años después, debido a la interpretación de la terrible Martha en "¿Quién teme a Virginia Woolf?" (Who's Afraid of Virginia Woolf?, Nichols, 1966), donde aumentó de peso (para no volver a perderlo jamás, tornándose en prematura matrona jamona) para subrayarlo como elemento de decepción para su personaje, volvió a ganarse otro de esos desprestigiados premios, imponiéndose contra las hermanas Redgrave y la checa Ida Kaminska, por un rol que era más "sonido y furia" que impecabilidad.

¿Qué podemos rescatar de la carrera de Elizabeth Taylor? ¿Cuáles películas son importantes más por otras cualidades que por ella misma?

1- "De repente en el verano" (Suddenly, Last Summer, Mankiewicz, 1959)como la joven que vio a su primo homosexual ser devorado por los jovencitos que eran su presa.


2- "Ambiciones que matan" (A Place in the Sun, Stevens, 1951) como la rica muchacha que impacta al bello arribista Montgomery Clift para lanzarlo indirectamente al crimen.


3- "Reflejos en tus ojos dorados" (Reflections in a Golden Eye, Huston, 1967) era la hija mimada del general que se casó con un sargento homosexual de closet, o sea Marlon Brando nada menos, para convertirlo en su pelele.


4- "Ceremonia secreta" (Secret Ceremony, Losey, 1968) como la mujer que se hace pasar como madre de la rica y débil Mia Farrow en un juego de identidades y erotismos prohibidos.


5- "Mi cuerpo en tus manos" (Identikit, Patroni Griffi,1974) que la presentaba como la mujer insatisfecha en busca de la persona que aceptara acabar con su vida.


Y por supuesto que la nostalgia nos llevaría a "Gigante", "La furia de Ceylán", "Almas en conflicto", "Ivanhoe", por nombrar unas cuantas.

Elizabeth Taylor fue estrella ejemplar: ejemplo de estrella. Cobró un millón de dólares, por chiste, para que la dejaran en paz, por su rol en "Cleopatra" y se lo pagaron, instituyendo así una nueva tarifa. Los matrimonios eran su fetiche recurrente. Las joyas exuberantes. Los perfumes con diamantes. Las actuaciones especiales en el show de Lucille Ball y hasta en "La niñera" por mencionar algunas. Todo lo que hacía o decía era noticia. La nombran como "última estrella" pero no olvidemos que siguen vivas Sophia, Brigitte, Kim, Gina...


Todo muy bien y se le agradece, pero no salgan con aquello de que sabía actuar o que era una gran actriz con esa voz de niña que nunca creció. Era los ojos violeta y los enormes senos que se tapaba con las manos en una película. Fue la fallida cantante de comedia musical y la frivolidad rampante. Fue una belleza hasta antes de engordar. Descanse en paz.