domingo, 25 de septiembre de 2011

LOS GRANDES ACTORES (III)



CLIFF ROBERTSON
(1923 – 2011)


Durante la entrega de los premios Emmy el pasado 18 de septiembre me sorprendió enterarme, en la sección donde se rendía homenaje a las personalidades fallecidas, la mención de la muerte de Cliff Robertson. Ya que investigué, me di cuenta que acababa de suceder una semana antes, un día después de haber cumplido sus 88 años de edad. Su nombre será indiferente para muchas personas, sobre todo con la gente joven, pero si les comento que fue el actor que interpretó al tío Ben Parker, cuyo sobrino era nada menos que Peter, “el hombre araña”, podrán ubicarlo fácilmente. Robertson fue uno de los grandes actores del cine norteamericano (también en la escena y por la televisión). Se ganó el Emmy y luego, sorpresivamente, un Óscar. Merece que se le recuerde.

Nacio en California en 1923 dentro de una familia económicamente estable. Su madre murió cuando tenía dos años y fue educado por su abuela materna. Empezó a actuar desde los veinte años, algunos papelitos en cine pero más que nada en el teatro y en la incipiente televisión en vivo, todo ello entre su estancia en la Marina y luego de dejar los estudios en una universidad privada en Ohio.

Su debut formal fue en Picnic (Joshua Logan, 1955) donde interpretó al novio millonario de Madge (Kim Novak), la chica más bella del pueblo, quien lo dejaba por el aventurero Hal (William Holden).
La cinta fue muy taquillera y la personalidad de Robertson lo ayudó para que llamara la atención y, de esta manera, pasar a otro éxito Tal como somos (Robert Aldrich, 1956) donde interpretaba a Burt, un hombre joven que se enamoraba de Millicent (Joan Crawford), una solterona mayor en edad, con la cual se casaba antes que se revelara su enfermedad mental.



Fueron las dos producciones de la Columbia Pictures que le dieron un lugar en el espectáculo. Todavía habría otros títulos que seguirían: La coquetona, Los desnudos y los muertos o Los practicantes. Logró uno de sus mejores papeles en La ley del hampa (Samuel Fuller, 1961) como un criminal absoluto con sed de venganza contra los asesinos de su padre.


Fue seleccionado especialmente por el presidente John F. Kennedy para que lo interpretara en la producción de un hecho que le había sucedido durante la Segunda Guerra Mundial en PT 109, lancha torpedera (Leslie H. Martinson, 1963).

Luego vendría El mejor candidato (Franklin J. Schaffner, 1964) como un candidato sin escrúpulos con tal de alcanzar la presidencia. Entre todos estos papeles, Robertson nunca tuvo el pudor de dejar la televisión de lado. Eran los tiempos en que las estrellas de cine no aparecían en series de la pantalla chica porque era considerado un medio menor. El actor interpretaba personajes recurrentes o filmaba episodios individuales.

Charly (Ralph Nelson, 1968)
fue la cinta que produjo y actuó para ganarse un Óscar. Este premio vino a coronar una carrera sólida pero nunca reconocida ni tomada en cuenta en todo lo que valía. La historia de un hombre con retraso mental
que era sometido a un experimento químico que lo convertía en un ser brillantísimo.
Sin embargo, el proceso era implacablemente reversible. Charly se daba cuenta de lo que le sucedería y se preparaba emocionalmente para ello.
A partir de entonces, entró en una carrera de altibajos: nunca dejó de trabajar pero jamás alcanzó el estatus de popularidad en el caso de un Paul Newman o Rock Hudson, por mencionar a dos contemporáneos suyos.

Cliff Robertson fue el villano “Shame” (Vergüenza) en la serie de televisión Batman; apareció en Obsesión (Brian de Palma, 1976) ; tuvo un papel recurrente en Falcon Crest; y nunca dejó de trabajar hasta llegar a la franquicia de El hombre araña (Sam Raimi, 2002, 2004 y 2007) que sería (en la tercera cinta) su última aparición en pantalla. Un hombre atractivo, con personalidad y calidad que siempre se subrayaron en sus actuaciones ya fuera personaje cálido, psicópata, dulce o villano. Qué suerte que existió y que está en el vídeo para verlo y volver a verlo. Descanse en paz.