jueves, 27 de diciembre de 2012

LAS OCTOGENARIAS DEL 2013


PELÍCULAS MEXICANAS DE 1933

         Hace ochenta años, la producción cinematográfica fue de 21 títulos. En 1931 solamente se había filmado “Santa” y en 1932 tuvimos seis títulos (de los cuales, por fortuna, se conservan cinco, aunque… ¿les importa todavía a alguien?).

         En ese 1933 se filmaron cintas que ya son entrañables para el cinéfilo e importantes piezas culturales para la definición de lo mexicano (“El compadre Mendoza”, “El prisionero trece” y “La mujer del puerto”). 

(María Luisa Zea, Julio Villarreal y Adriana Lamar en "Sagrario")

         Debutó Juan Orol (1897 – 1988) como productor exitoso ("Sagrario", dirigida por Ramón Peón) y como actor del cine mexicano al cual le brindaría películas que son inclasificables y únicas. 

(José "Ché" Bohr apareció en la primera película hispana filmada en Hollywood, hablada en español, llamada "Sombras habaneras", en 1929)

         También, para el cine mexicano apareció el chileno José Bohr (1901 – 1994) cuyo cine ingenuo y libre lo equipararía transversalmente con Orol.


         Otro genio incomprendido y debutante, con películas que pasarían de basura a delirio, de cine vulgar a joya olvidada, fue Chano Urueta (1904 – 1979), de dinastía célebre por su cercanía con el medio intelectual a través de sus cintas “Profanación” y “Enemigos”


        Aparte está Sara García (1895 – 1980) quien hizo su primer papel sonoro en “El pulpo humano”, para aparecer después en “El vuelo de la muerte” y “La sangre manda” para convertirse en personaje imprescindible de nuestro cine en más de 150 títulos.


         Andrea Palma y Domingo Soler debutaron en “La mujer del puerto” como hermanos largamente separados y desconocidos a quienes el destino une incestuosamente para dar lugar a la tragedia. La cinta posee una atmósfera de sordidez y lujuria bastante audaz para su tiempo. El gran acercamiento que tuvo el cine mexicano al ambiente  naturalista alemán con la misma posibilidad de su Marlene Dietrich.


         El padre del cine mexicano sonoro, Fernando de Fuentes (1894 – 1958), ofreció cuatro cintas con temas de pueblo, revolución, sabor de antaño, pero logró una obra maestra con el cuento de Mauricio Magdaleno, “El compadre Mendoza” , retrato del rico hacendado convenenciero, rostro indirecto de la política mexicana, de la hipocresía, de las veleidades del destino, de la ambición inescrupulosa.

(Rubén C. Navarro fue autor de "El cristo de mi cabecera", entre otros populares poemas, muy adecuados para los declamadores. Filmó su única película en 1933: quizás pudo haber aportado otros delirios. Al menos existe "Corazones en derrota").

         Una de las películas más raras, elementales, pocas veces exhibida, única obra de su autor Rubén C. Navarro (1897 – 1958) quien además era poeta y luego participante de la política en el cine mexicano “Corazones en derrota” mostraba una trágica y extrema historia de amor (una hermana paralítica deseaba ocupar el lugar de la otra en su lecho de bodas), represión sexual (la paralítica mataba a un canario como metáfora), culpas revolucionarias (esa paralítica era producto de una violación), que llegaba al delirio (la paralítica envenenaba a su hermana y ella misma se suicidaba antes que dejarla saborear las mieles del matrimonio). Por su mala factura, quizás, no ha sido tomada en cuenta al lado de las otras joyas soberbias de nuestro cine pionero.

(María Luisa Zea es la hermana que resulta víctima de una reprimida sexual, plena de rencores, en "Corazones en derrota", de Navarro, 1933)

         Estas son las maravillas del cine mexicano sonoro, primitivo. Cuando en Hollywood y algunos países europeos ya estaba dominada la técnica y el sonido, en nuestro país se experimentaba y se adquiría experiencia. Nuestros cineastas incipientes filmaban con pasión, no solamente por el hecho del negocio o el deseo de “hacer una película”. Se exploraban temas y se ingresaba en la audacia. No estaba presente la vieja (o nueva, si se piensa bien) moralidad todavía.
        
Aquí están las 21 películas que en 2013 llegan a la  ochentena… (algunas perdidas para siempre):

     Almas encontradas – Raphael J. Sevilla
Su última canción – John H. Auer y Fernando de Fuentes
El prisionero trece – Fernando de Fuentes
La llorona – Ramón Peón
Juárez y Maximiliano – Miguel Contreras Torres
La noche del pecado – Miguel Contreras Torres
La calandria – Fernando de Fuentes
Sagrario – Ramón Peón
Profanación – Chano Urueta
El tigre de Yautepec – Fernando de Fuentes
El héroe de Nacozari – Guillermo Calles
Enemigos – Chano Urueta
El pulpo humano – Jorge Bell
Tiburón – Ramón Peón
Águilas de América – Manuel R. Ojeda
Corazones en derrota – Rubén C. Navarro
Pecados de amor – David Kirkland
El vuelo de la muerte – Guillermo Calles
La mujer del puerto – Arcady Boytler
La sangre manda – José Bohr
El compadre Mendoza – Fernando de Fuentes