sábado, 1 de febrero de 2014

EL PRESENTE LIBRE


GLORIA
2013. Dir. Sebastián Lelio.

 
        Gloria (Paulina García) es una mujer cercana a los sesenta años. Divorciada, vive sola, llama por teléfono a sus hijos que no la procuran mucho, trabaja, pero por las noches va a bailar a los centros nocturnos que frecuentan las personas mayores de edad. Cierta noche conoce a Rodolfo (Sergio Hernández), militar retirado que ahora tiene un campo de diversiones (bungee y rifles de pintura) con el cual inicia una relación sexual. Sin embargo, Rodolfo tiene dos hijas que dependen de él y a las cuales no revela su lazo con Gloria.

 
        Esta producción chilena destacó en festivales internacionales y llamó la atención hacia la actriz García que interpreta el personaje principal (ganó el Oso de Plata a la mejor actriz), sobre todo por presentar cierta etapa de la vida cercana a la tercera edad, sin juventud pero sin llegar tampoco a la ancianidad. El momento en el cual hay impulso sexual aunque los cuerpos ya no sean lozanos ni firmes. Gloria se siente viva y por eso busca todavía la satisfacción sexual y si, por consiguiente, llega el amor, pues perfecto. Rodolfo era obeso y ahora ha adelgazado, usa faja y se entrega con facilidad a Gloria. Él es quien insiste en seguir la relación. No obstante, la niega ante sus hijas porque siente una responsabilidad hacia ellas, que no estudiaron y una tiene problemas para caminar.


        La trama viene a mezclar imágenes de un Chile presente donde hay manifestaciones y protestas, pero la idea que se siente socialmente es que el pasado no existió: las nuevas generaciones no recuerdan a la dictadura ni todo aquello que se tuvo que sufrir. Por su parte, Rodolfo, viejo oficial, se siente todavía protector de su familia: no puede dar rienda suelta al sentimiento y debe mantener esa actitud conservadora que recuerda lo que el viejo régimen proponía: cuidar toda situación para que no se salga de los límites. Gloria practica una libertad que no se permite alguien que simboliza al pasado: a pesar de la soledad, o quizás por ello, trata de mantenerse viva.