miércoles, 28 de enero de 2015

LA MIRADA DIALÉCTICA

PASIÓN: UN ASESINATO PERFECTO
(Passion)
2012. Dir. Brian de Palma.


         La mejor película de enero 2015 en nuestras pantallas es una cinta de 2012 con Brian de Palma como autor completo: guionista, a partir de una cinta francesa de Alain Corneau, con un concepto suyo que sirve como compendio general del cine de De Palma, o sea, un cineasta apasionado, más bien, una filmografía plena de pasiones y homenajes, que se refleja en el título original. Por desgracia, fue programada en los complejos periféricos de Cinépolis, sobre todo en zonas de difícil acceso, donde solamente las personas que viven cercanas a ellos tienen más posibilidad de disfrutarla. Ni modo, siempre tendremos al Blu-ray. Sin embargo, esa misma “Pasión” nos hizo correr a verla.

La fea Noomi Rapace con la atractiva Rachel McAdams
logra fuerte contraste y gran química...


         Isabelle (Noomi Rapace) es directora creativa en una importante agencia publicitaria. Cuando crea un comercial bastante exitoso, su jefa Christine (Rachel McAdams) le roba el crédito. Inicialmente, Isabelle acepta hasta que se da cuenta que está siendo manipulada y toma cierta ventaja que provoca el enojo y deseo de venganza por parte de Christine. Entre otras subtramas, Isabelle tiene una aventura con el novio de Christine quien le revela ciertas actividades íntimas que tiene con ella. Christine humilla a Isabelle frente a los demás empleados de la compañía. Empieza la batalla.


         De Palma se regodea con sus secuencias acompañadas de una música selecta (nuevamente con su antiguo colaborador Pino Donaggio). Se apoya en la pantalla dividida en dos partes para mostrar un juego visual: lo que vemos no necesariamente es lo que miramos. Otra vez están las secuencias oníricas y los falsos hechos que se confunden con la realidad. La admiración hacia Hitchcock nunca queda de lado: están el falso culpable o las falsas intenciones. Y luego, la textura. Ahora, apoyado en el fotógrafo español José Luis Alcaine (colaborador habitual de Almodóvar, entre otros grandes), De Palma nos devuelve al ambiente de pesadilla, a la geometría escenográfica, al delirio ensoñador.

Las imágenes alucinantes y de pesadilla a las que nos
ha acostumbrado el cine de Brian de Palma.


         Sobre todo, los personajes. Isabelle es una mujer aparentemente sumisa y sin gracia que acepta la humillación pensando en el concepto de equipo que Christine le ha querido inculcar. Christine es una mujer ambiciosa, con perversiones secretas, amoral, que utiliza a las personas para su beneficio. Es una cinta de mujeres que mientras más distintas parecen ser, en realidad son casi imagen de espejo. De hecho, la trama se torna en cierta forma circular. No puede contarse el final, pero es completamente irreal. Tal vez no.

Rapace logra aproximarnos al delirio


         Vuelvo a la secuencia de la pantalla dividida: Isabelle va al teatro para ver la coreografía de “L’aprés midi d’un faune”, sobre la pieza de Debussy inspirada en el poema de Mallarmé. Al mismo tiempo vemos a Christine mientras despide a los invitados a una fiesta y se prepara para recibir a un amante.
Los bailarines nos miran ¿o temen mirar?

Los ojos de Isabelle están atentos; los movimientos de los bailarines son sensuales y miran al frente, como si fuera hacia el espectador o hacia Isabelle. Es el gran ejemplo de una mirada dialéctica: hay contradicciones por descubrir y De Palma sabe perfectamente la manera de demostrarlo. ¿Qué vemos o pretendemos mirar?

La mirada que puede abrirse a tantas posibilidades...



         No cabe duda: una gran película que ha sido cruelmente despreciada por la exhibición comercial. Brian de Palma sigue siendo un gran maestro.

Brian de Palma (1940) a quien le debemos grandes películas:
"Carrie", "Obsesión", "Doble de cuerpo", "Vestida para matar",
"Misión: imposible" o la que ahora nos ofrece...