PASIÓN: UN
ASESINATO PERFECTO
(Passion)
2012. Dir.
Brian de Palma.
La mejor película de enero 2015 en
nuestras pantallas es una cinta de 2012 con Brian de Palma como autor completo:
guionista, a partir de una cinta francesa de Alain Corneau, con un concepto
suyo que sirve como compendio general del cine de De Palma, o sea, un cineasta
apasionado, más bien, una filmografía plena de pasiones y homenajes, que se
refleja en el título original. Por desgracia, fue programada en los complejos
periféricos de Cinépolis, sobre todo en zonas de difícil acceso, donde
solamente las personas que viven cercanas a ellos tienen más posibilidad de disfrutarla.
Ni modo, siempre tendremos al Blu-ray. Sin embargo, esa misma “Pasión” nos hizo
correr a verla.
La fea Noomi Rapace con la atractiva Rachel McAdams
logra fuerte contraste y gran química...
Isabelle (Noomi Rapace) es directora
creativa en una importante agencia publicitaria. Cuando crea un comercial
bastante exitoso, su jefa Christine (Rachel McAdams) le roba el crédito.
Inicialmente, Isabelle acepta hasta que se da cuenta que está siendo manipulada
y toma cierta ventaja que provoca el enojo y deseo de venganza por parte de
Christine. Entre otras subtramas, Isabelle tiene una aventura con el novio de
Christine quien le revela ciertas actividades íntimas que tiene con ella.
Christine humilla a Isabelle frente a los demás empleados de la compañía.
Empieza la batalla.
De Palma se regodea con sus secuencias
acompañadas de una música selecta (nuevamente con su antiguo colaborador Pino
Donaggio). Se apoya en la pantalla dividida en dos partes para mostrar un juego
visual: lo que vemos no necesariamente es lo que miramos. Otra vez están las
secuencias oníricas y los falsos hechos que se confunden con la realidad. La
admiración hacia Hitchcock nunca queda de lado: están el falso culpable o las
falsas intenciones. Y luego, la textura. Ahora, apoyado en el fotógrafo español
José Luis Alcaine (colaborador habitual de Almodóvar, entre otros grandes), De
Palma nos devuelve al ambiente de pesadilla, a la geometría escenográfica, al
delirio ensoñador.
Las imágenes alucinantes y de pesadilla a las que nos
ha acostumbrado el cine de Brian de Palma.
Sobre todo, los personajes. Isabelle es
una mujer aparentemente sumisa y sin gracia que acepta la humillación pensando
en el concepto de equipo que Christine le ha querido inculcar. Christine es una
mujer ambiciosa, con perversiones secretas, amoral, que utiliza a las personas
para su beneficio. Es una cinta de mujeres que mientras más distintas parecen
ser, en realidad son casi imagen de espejo. De hecho, la trama se torna en cierta
forma circular. No puede contarse el final, pero es completamente irreal. Tal
vez no.
Rapace logra aproximarnos al delirio
Vuelvo a la secuencia de la pantalla
dividida: Isabelle va al teatro para ver la coreografía de “L’aprés midi d’un
faune”, sobre la pieza de Debussy inspirada en el poema de Mallarmé. Al mismo
tiempo vemos a Christine mientras despide a los invitados a una fiesta y se
prepara para recibir a un amante.
Los bailarines nos miran ¿o temen mirar?
La mirada que puede abrirse a tantas posibilidades...
No cabe duda: una gran película que ha
sido cruelmente despreciada por la exhibición comercial. Brian de Palma sigue siendo un gran maestro.
Brian de Palma (1940) a quien le debemos grandes películas:
"Carrie", "Obsesión", "Doble de cuerpo", "Vestida para matar",
"Misión: imposible" o la que ahora nos ofrece...