UNA ÚLTIMA
Y NOS VAMOS
2014. Dir.
Noé Santillán-López.
Otra película que tuvo paso efímero por
nuestras salas de cine pero que gracias al DVD tenemos oportunidad de conocer y
darnos cuenta de las buenas opciones que, de pronto, nos ofrece nuestra ya
excesiva producción nacional. Con esta cinta ocurre algo semejante a ¿Qué le dijiste a Dios? (2013, Teresa
Suárez) cuando comenté que “es una película no apta para exquisitos, ni intoxicados europeos,
ni adoradores de la acción a la joligud”.
Un elenco de gran calidad
Siete
viejos amigos que viven en Arandas, Jalisco, y que conforman un mariachi
llamado Tierras rojas, recibe la
invitación para participar en un concurso donde el premio principal, aparte de
dinero, será cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe. De esta manera Picho (Héctor Bonilla), Gaspar (José Sefami), Aurelio (Hernán Mendoza), Chelupe (Cesar Rodríguez), Martín (Oliver Nava), Joaquín (Ernesto Loera), Virgilio (Mauricio Argüelles) y Marcial (Roberto Medina) emprenden el viaje hacia la capital donde saldrán a relucir secretos, viejos rencores, o el refrendo de la
amistad. Martín es el más joven que vendrá a ser el octavo mariachi.
El padre y el hijo rebelde
Marcial
es padre de Martín quien al crecer se ha tornado en joven rebelde que reniega
del mariachi y ahora se dedica a un grupo de rock pesado, para denotar el
desprecio hacia la falta de atención por parte de su padre desde que enviudó.
Chelupe es hermano de Joaquín y pretende a Rosa (Martha Higareda) quien es
hermana del celoso y protector Virginio. Aurelio tiene problemas con su
dominante esposa Carmelita (Claudia Bollat) con la cual no ha tenido hijos.
Picho es el peluquero del lugar, amigo del locutor Gaspar, otro que enviudó y
se alejó del trato femenino.
Virginio, Joaquín y Chelupe, los jóvenes mariachis (arriba)
Aurelio con su esposa Carmelita (abajo)
En
el camino tendrán problemas que se derivarán del hecho de su condición como
mariachis y donde las circunstancias harán que exploten interiormente y saquen
a flote todo lo que estaba oculto. Lo más importante es que todo tiene gracia y
posee excelente ritmo. Lo que enfatiza a estas cualidades es el atinado
reparto: cada actor queda perfecto en su papel correspondiente y todos son
talentosos. La cinta es sencilla: hay que disfrutar del momento y hay que aprovechar
el tiempo; hay que valorar a la persona que queremos; hay que satisfacer las
metas; el sentido de triunfo y éxito es totalmente relativo.
Un experimentado Bonilla
y un galardonado Sefami (foto derecha)
Luego está el tributo al
mariachi cuando ya era imagen anticuada del cine mexicano en esta cinta que se
olvida de mostrar las miserias nacionales y vuelve la mirada al campo, a una
realidad tranquila, a personajes ajenos a la tragedia o el melodrama extremo, como
las comedias rancheras de calidad filmadas por Ismael Rodríguez o Fernando de
Fuentes.
Chelupe (César Rodríguez, coguionista-actor)
y Rosa (Martha Higareda, coproductora) son amantes en secreto
por temor al hermano de ella
Virginio, el celoso hermano de Rosa
(el productor-guionista Mauricio Argüelles)
A todo esto, debe
mencionarse el otro reparto, el complementario: la prostituta Hilda (Mariana
Treviño, extraordinaria y divertida) que recogen en la carretera sin malas
intenciones aunque ella lo vea como una ganga por tanto posible cliente; o el
policía de caminos abusivo, ignorante, con discurso incoherente (Alejandro
Calva con gran vis cómica) que los utiliza para quedar bien con el presidente municipal
del lugar.
El mariachi "Tierras rojas" de Arandas, Jalisco
Uno agradece (otra vez y tantas veces como sea necesario, cuando se viven películas como la que estamos comentando) que se haga
este tipo de comedia sin caer en lugares comunes o mala calidad de producción.
Uno se regodea con los integrantes del elenco que va desde el experimentado
actor internacional (Roberto Medina) hasta el novato en sus primeras películas
(Oliver Nava o Ernesto Loera); los guionistas-productores que también actúan (y
muy bien: César Rodríguez y Mauricio Argüelles); o el colmillo que da la
experiencia (Héctor Bonilla, José Sefami y Hernán Mendoza). Este es el cine
mexicano que no copia fórmulas ni quiere equipararse con Hollywood o se filma
por filmar. Está disponible en DVD para que la disfrute (mucho) en su casa.