domingo, 1 de noviembre de 2015


UNA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
2014. Dir. Noé Santillán-López.
 
 

         Otra película que tuvo paso efímero por nuestras salas de cine pero que gracias al DVD tenemos oportunidad de conocer y darnos cuenta de las buenas opciones que, de pronto, nos ofrece nuestra ya excesiva producción nacional. Con esta cinta ocurre algo semejante a ¿Qué le dijiste a Dios? (2013, Teresa Suárez) cuando comenté que es una película no apta para exquisitos, ni intoxicados europeos, ni adoradores de la acción a la joligud”.
 
Un elenco de gran calidad
 

         Siete viejos amigos que viven en Arandas, Jalisco, y que conforman un mariachi llamado Tierras rojas, recibe la invitación para participar en un concurso donde el premio principal, aparte de dinero, será cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe. De esta manera Picho (Héctor Bonilla), Gaspar (José Sefami), Aurelio (Hernán Mendoza), Chelupe (Cesar Rodríguez), Martín (Oliver Nava), Joaquín (Ernesto Loera), Virgilio (Mauricio Argüelles) y Marcial (Roberto Medina) emprenden el viaje hacia la capital donde saldrán a relucir  secretos, viejos rencores, o el refrendo de la amistad. Martín es el más joven que vendrá a ser el octavo mariachi.
 
El padre y el hijo rebelde
 

         Marcial es padre de Martín quien al crecer se ha tornado en joven rebelde que reniega del mariachi y ahora se dedica a un grupo de rock pesado, para denotar el desprecio hacia la falta de atención por parte de su padre desde que enviudó. Chelupe es hermano de Joaquín y pretende a Rosa (Martha Higareda) quien es hermana del celoso y protector Virginio. Aurelio tiene problemas con su dominante esposa Carmelita (Claudia Bollat) con la cual no ha tenido hijos. Picho es el peluquero del lugar, amigo del locutor Gaspar, otro que enviudó y se alejó del trato femenino.
 
Virginio, Joaquín y Chelupe, los jóvenes mariachis (arriba)
Aurelio con su esposa Carmelita (abajo)
 

         En el camino tendrán problemas que se derivarán del hecho de su condición como mariachis y donde las circunstancias harán que exploten interiormente y saquen a flote todo lo que estaba oculto. Lo más importante es que todo tiene gracia y posee excelente ritmo. Lo que enfatiza a estas cualidades es el atinado reparto: cada actor queda perfecto en su papel correspondiente y todos son talentosos. La cinta es sencilla: hay que disfrutar del momento y hay que aprovechar el tiempo; hay que valorar a la persona que queremos; hay que satisfacer las metas; el sentido de triunfo y éxito es totalmente relativo.
 

Un experimentado Bonilla
y un galardonado Sefami (foto derecha)
 
Luego está el tributo al mariachi cuando ya era imagen anticuada del cine mexicano en esta cinta que se olvida de mostrar las miserias nacionales y vuelve la mirada al campo, a una realidad tranquila, a personajes ajenos a la tragedia o el melodrama extremo, como las comedias rancheras de calidad filmadas por Ismael Rodríguez o Fernando de Fuentes.
 
Chelupe (César Rodríguez, coguionista-actor) 
y Rosa (Martha Higareda, coproductora) son amantes en secreto
por temor al hermano de ella
 
Virginio, el celoso hermano de Rosa
(el productor-guionista Mauricio Argüelles)
 


A todo esto, debe mencionarse el otro reparto, el complementario: la prostituta Hilda (Mariana Treviño, extraordinaria y divertida) que recogen en la carretera sin malas intenciones aunque ella lo vea como una ganga por tanto posible cliente; o el policía de caminos abusivo, ignorante, con discurso incoherente (Alejandro Calva con gran vis cómica) que los utiliza para quedar bien con el presidente municipal del lugar.
 
El mariachi "Tierras rojas" de Arandas, Jalisco
 

Uno agradece (otra vez y tantas veces como sea necesario, cuando se viven películas como la que estamos comentando) que se haga este tipo de comedia sin caer en lugares comunes o mala calidad de producción. Uno se regodea con los integrantes del elenco que va desde el experimentado actor internacional (Roberto Medina) hasta el novato en sus primeras películas (Oliver Nava o Ernesto Loera); los guionistas-productores que también actúan (y muy bien: César Rodríguez y Mauricio Argüelles); o el colmillo que da la experiencia (Héctor Bonilla, José Sefami y Hernán Mendoza). Este es el cine mexicano que no copia fórmulas ni quiere equipararse con Hollywood o se filma por filmar. Está disponible en DVD para que la disfrute (mucho) en su casa.
 

         Noé Santillán-López
ofrece su ópera prima