domingo, 24 de enero de 2016

MUERTE Y EROTISMO


EISENSTEIN EN GUANAJUATO
(Eisenstein in Guanajuato)
2015. Dir. Peter Greenaway.

 


         Una ficción cuyo objetivo se expresa al final por el narrador de la trama (la voz del director): Fueron diez días que estremecieron a Eisenstein, haciendo un parangón con el título que se le dio a otra de sus películas (Octubre, diez días que estremecieron al mundo). Y es que la cinta nos lleva a la visita que el director soviético realizó al país al principio de los años treinta para filmar su obra inconclusa, jamás editada por él, que finalmente se llamaría ¡Que viva México! y que influenciaría a muchos artistas nacionales en la composición visual y en la narrativa cinematográfica. No fueron diez días en la realidad, pero hubo un choque cultural impactante.

 
Elmer Bäeck y Luis Alberti


         La cinta inicia con la llegada de Eisenstein (Elmer Bäeck) a Guanajuato donde es recibido por Diego Rivera y Frida Kahlo. Se le presenta a Palomino Cañedo (Luis Alberti) quien será su guía durante la estancia en la ciudad. A partir de este dato falso se continúa con esos diez días durante los cuales el soviético quedará impresionado con la cultura de la muerte, del amor, del sexo, de tradiciones familiares y sociales. Eisenstein hablará de su vida, experiencias, los motivos por los cuales llegó a Estados Unidos y posteriormente a México. En este tiempo Palomino Cañedo se volverá su amante y desvirgador.




         Lo más interesante de la película es en el aspecto visual. Greenaway, sin dejar de ser fiel a sí mismo y a su obra previa, se explaya con múltiples imágenes: cada referencia de personajes que expresa Eisenstein será ilustrada con el retrato del mencionado; en varios momentos, la pantalla se partirá en tres para acomodar misma o diversas imágenes para captar otra vez relaciones o instantes; en una secuencia magistral, la narración se va moviendo de espacio, unida por columnas que dan paso a otra perspectiva o lugar. Y, por supuesto, la edición rinde homenaje en ocasiones al propio Eisenstein, teórico avanzado y primigenio de teorías del montaje, impecablemente denotado en sus propias cintas de los años veinte. El descubrimiento de las relaciones homosexuales servirán para que el realizador juegue con los dibujos eróticos creados por Eisenstein y que en este caso se animan.

Elmer Bäeck con su calavera
 
El verdadero Eisenstein con su calavera
de azúcar


         Las locaciones y las estilizaciones de espacios, objetos de culto, artículos folclóricos, son impecables. El reparto está conformado por un excéntrico Elmer Bäeck, finlandés con fama en su país como Eisenstein. Luis Alberti, actor mexicano quien hiciera el rol de Modesto, el sospechoso taxista de Carmín tropical , es Palomino Cañedo. Otros roles son interpretados por Lisa Owen (excelente como la ruda esposa de Upton Sinclair quien fuera el productor de la cinta) y Maya Zapata como la esposa de Cañedo. Todos ellos cumplen a la perfección.


El maestro Greenaway


         La cinta de Greenaway viene a ser un rendido homenaje al inquieto maestro soviético, además de mostrar una pasión semejante a nuestro México. No deja de haber algunas situaciones que se tornan folclóricas para nuestros ojos, pero finalmente es una película atractiva, transgresora, audaz, que puede extrapolarse a nuestros tiempos para decirle a Putin que sí, que hubo, hay y habrá  homosexuales en su país donde lo que nos importa es su obra y no sus opciones privadas: Palomino, luego de su coito coloca una banderita soviética en la parte recientemente explorada. Con este comentario despierto su morbo pero en realidad no es lo fundamental en la película…