EISENSTEIN
EN GUANAJUATO
(Eisenstein
in Guanajuato)2015. Dir. Peter Greenaway.
Una ficción cuyo objetivo se expresa al
final por el narrador de la trama (la voz del director): Fueron diez días que estremecieron a Eisenstein, haciendo un parangón
con el título que se le dio a otra de sus películas (Octubre, diez días que estremecieron al mundo). Y es que la cinta nos lleva a la visita que el director soviético
realizó al país al principio de los años treinta para filmar su obra
inconclusa, jamás editada por él, que finalmente se llamaría ¡Que viva México! y que influenciaría a
muchos artistas nacionales en la composición visual y en la narrativa
cinematográfica. No fueron diez días en la realidad, pero hubo un choque cultural impactante.
Elmer Bäeck y Luis Alberti
La cinta inicia con la llegada de
Eisenstein (Elmer Bäeck) a Guanajuato donde es recibido por Diego Rivera y
Frida Kahlo. Se le presenta a Palomino Cañedo (Luis Alberti) quien será su guía
durante la estancia en la ciudad. A partir de este dato falso se continúa con
esos diez días durante los cuales el soviético quedará impresionado con la
cultura de la muerte, del amor, del sexo, de tradiciones familiares y sociales.
Eisenstein hablará de su vida, experiencias, los motivos por los cuales llegó a
Estados Unidos y posteriormente a México. En este tiempo Palomino Cañedo se
volverá su amante y desvirgador.
Lo más interesante de la película es en
el aspecto visual. Greenaway, sin dejar de ser fiel a sí mismo y a su obra
previa, se explaya con múltiples imágenes: cada referencia de personajes que
expresa Eisenstein será ilustrada con el retrato del mencionado; en varios
momentos, la pantalla se partirá en tres para acomodar misma o diversas imágenes
para captar otra vez relaciones o instantes; en una secuencia magistral, la
narración se va moviendo de espacio, unida por columnas que dan paso a otra
perspectiva o lugar. Y, por supuesto, la edición rinde homenaje en ocasiones al
propio Eisenstein, teórico avanzado y primigenio de teorías del montaje,
impecablemente denotado en sus propias cintas de los años veinte. El
descubrimiento de las relaciones homosexuales servirán para que el realizador
juegue con los dibujos eróticos creados por Eisenstein y que en este caso se
animan.
Elmer Bäeck con su calavera
El verdadero Eisenstein con su calavera
de azúcar
Las locaciones y las estilizaciones de
espacios, objetos de culto, artículos folclóricos, son impecables. El reparto
está conformado por un excéntrico Elmer Bäeck, finlandés con fama en su país
como Eisenstein. Luis Alberti, actor mexicano quien hiciera el rol de Modesto,
el sospechoso taxista de Carmín tropical
, es Palomino Cañedo. Otros roles son interpretados por Lisa Owen (excelente
como la ruda esposa de Upton Sinclair quien fuera el productor de la cinta) y
Maya Zapata como la esposa de Cañedo. Todos ellos cumplen a la perfección.
El maestro Greenaway
La cinta de Greenaway viene a ser un
rendido homenaje al inquieto maestro soviético, además de mostrar una pasión
semejante a nuestro México. No deja de haber algunas situaciones que se tornan
folclóricas para nuestros ojos, pero finalmente es una película atractiva,
transgresora, audaz, que puede extrapolarse a nuestros tiempos para decirle a
Putin que sí, que hubo, hay y habrá homosexuales en su país donde lo que nos importa es su obra y
no sus opciones privadas: Palomino, luego de su coito coloca una banderita
soviética en la parte recientemente explorada. Con este comentario despierto su
morbo pero en realidad no es lo fundamental en la película…