EL NIÑO
(The Boy)2016. Dir. William Brent Bell.
Greta (Lauren Cohan), una joven
americana, llega a una mansión victoriana, en el campo británico, a cuidar del
hijo del matrimonio Heelshire que saldrá de vacaciones. Se sorprende al darse
cuenta que el niño de ocho años es, en realidad, un muñeco de tamaño adecuado.
Al principio cree que es una broma pero todo va tomando seriedad. Al partir el
matrimonio, Greta no hace caso de las instrucciones y empiezan a ocurrir cosas
extrañas: su ropa desaparece y el muñeco cambia de posición. Gracias al joven
Malcolm (Rupert Evans) se entera que el niño original murió a los ocho años en
un incendio y el matrimonio pensó perpetuar su presencia. Luego el pasado de
Greta se hace presente además de una sorprendente revelación.
Al no deber contar el final de la
cinta, solamente puede alabarse la atmósfera bien lograda, el suspenso que se
va adueñando del espectador y lo que significa el homenaje indirecto al cine de
horror surgido a finales de los años setenta para la creación de posibles
personajes futuros. Vamos por partes: 1) la atmósfera alcanzada por una hermosa
mansión de varios pisos, inmensa casa que puede explicar la resolución
narrativa, donde uno imagina pasillos, corredores, recovecos que jamás acabarán
de ser visitados y que nos devuelve al cine británico de décadas previas. 2) el
suspenso y la imagen del muñeco que representa al niño Brahms permiten que se
inflame la imaginación del espectador para creer en la historia de fantasmas y
la presencia de un espíritu maligno: se siente miedo. 3) Al ver la película habrá ecos de un
Jason Vorhees o Michael Myers, sobre todo por las imágenes finales de la
película que dejan apertura para continuidad. El espectador sale complacido. El
purista pondrá pretextos inútiles para rechazar lo que es una buena película de
suspenso y terror en una época cuando los excesos ya han disminuido la
capacidad de asombro. Se comprueba que el ámbito de lo desconocido siempre será
amenazante para el espectador.