martes, 12 de enero de 2016

SURGE LA VERDAD...


45 AÑOS
(45 Years)
2014. Dir. Andrew Haigh.
 
 
 
         Kate (Charlotte Rampling) y Geoff (Tom Courtenay) forman una pareja que está a punto de celebrar su 45° aniversario de bodas. ¿Por qué este número? – le pregunta uno de sus proveedores, a lo que Kate responde que cuando fueron los cuarenta, su marido se encontraba enfermo. Esto sucede en lunes y seguiremos a Kate (sobre todo, ella aparece en casi todas las tomas de la cinta) en los acontecimientos de la semana para llegar al sábado, el día de la recepción.
 
 

         Antes de ello, Geoff ha recibido una carta que le informa que se ha descubierto el cuerpo de Katia, su novia alemana, quien se precipitó a la muerte mientras escalaba una gélida montaña en Suiza. El cadáver se ha resguardado por el hielo. Geoff comienza a sugerir que deberá ir a verla, ante la sorpresa y el desencanto de Kate. La película irá mostrando sus diversas emociones, reacciones y sentimientos hasta llegar a la fiesta y a la repetición del baile que ejecutaron durante su boda: Smoke Gets in Your Eyes, interpretada por The Platters.
 
 

         La cinta muestra la irrupción del pasado en la vida cotidiana del presente. Geoff y Kate han sido una pareja unida por la comprensión y la rutina, pero sobre todo por el amor. El descubrimiento del cuerpo y la declaración del interés de Geoff por ir a ver a su antigua amada sirven para golpear a Kate anímicamente. Así como se ha descongelado el glaciar, ha surgido el recuerdo amoroso en su marido. Lo que se va a celebrar ya no posee el mismo sentido que en otro momento.
 
 

         Kate descubre unas viejas diapositivas en el ático donde aparece Katia. Además está un diario de la misma mujer pleno de dibujos, escritos, papeles anexos. Las imágenes le dan otra perspectiva a los sentimientos de Kate por su marido. En un viaje al pueblo, se entera que Geoff ha preguntado sobre traslados a Suiza.
 
 

         Pasado, presente y futuro en la vida de una pareja. Como espectadores estamos siendo testigos del presente, mantenemos nuestra atención. Surge la memoria en la figura evocada del viejo amor y estamos ante la espera del festejo que viene a sellar la unión de 45 años en conjunto, sin que jamás se hubiera tenido la sospecha del antecedente amoroso. Kate tiene que equilibrar sus ambiguas emociones hasta que no pueda más.
 
 

         Charlotte Rampling, a los 68 años, disfruta de su vejez, actriz impecable de Ozon, August o Cantet, entre otros. Iniciada como modelo antes de interpretar un papel pequeño en El Knack (1965, Richard Lester) para ir adquiriendo fama y presencia en Los malditos (1969, Luchino Visconti) y sobre todo en la atrevida Portero de noche (1974, Liliana Cavani). Los años pasaron y ella supo aprovechar la llegada de la madurez. (En México filmó la fallida Foxtrot, 1975, Arturo Ripstein, al lado de Peter O’Toole y Max Von Sydow).
 
 

         Tom Courtenay, a los 77 años, mantiene su categoría de gran actor de la escena inglesa. Iniciado en el cine a finales de los años cincuenta, en Monterrey no pudimos disfrutar de sus grandes éxitos en el cine británico de los jóvenes iracundos de los sesentas, pero nos llegó con Doctor Zhivago (1965, David Lean) o El día que salieron los peces (1967, Michael Cacoyannis).
 
Andrew Haigh con sus geniales actores
 

         La narración seca y contenida del genial Andrew Haigh (cuya cinta anterior es ejemplo de lo que significa el mejor cine gay sin estridencias ni compasiones: Weekend, 2011) permite adentrarse en el personaje de Kate. No hay momento desperdiciado ni que sobre en la trama. La cinta está dividida en los días de la semana hasta llegar al definitivo sábado, esa jornada que ha tardado cuarenta y cinco años para definirse explosivo. Un excelente inicio e año.
 
Andrew Haigh