LA LEYENDA DE
TARZÁN
(The Legend of
Tarzan)
2016. Dir. David
Yates.
La pregunta más razonable es ¿por qué
revivir a Tarzán en el siglo XXI? Es uno de los grandes personajes de la
literatura clásica, además de un icono fetiche desde 1918 cuando se filmó la
primera versión fílmica con Elmo Lincoln, para después ser tan gracioso y
atractivo como Johnny Weissmuller en 1932 para continuar siéndolo por once
títulos más y quedar irremediablemente encasillado y limitado como actor. Otros
actores tomaron el personaje (Gordon Scott, Lex Barker, entre muchos otros). Se
hicieron series de televisión y hasta Disney le dedicó un largometraje animado.
Luego de ver la película se comprende la necesidad de hablar acerca del
racismo, del trato de personas, de los ecocidios, de los animales, entre otros
temas.
Elmo Lincoln, el primer Tarzán (1918)
Johnny Weissmuller (1904 - 1984), el primer Tarzán sonoro
y el que dejó una huella perdurable
Es 1890 y el rey Leopoldo II de Bélgica
quiere enriquecer a su patria explotando a su colonizado Congo Belga. Envía a
su mensajero León Rom (Christoph Waltz ya estereotipado como villano chaparro)
para conseguir los fabulosos diamantes de Opar, una mítica ciudad de los textos
de Rice Burroughs, el creador del personaje. El jefe de la tribu de Opar
(Djimon Hounsou) le pide que le entregue a cambio de las piedras a Tarzán
(Alexander Skarsgard) quien ahora ha vivido como Sir John Clayton en su
residencia de Greystoke al lado de su esposa Jane (Margot Robbie). John se
niega a aceptar la falsa invitación del rey belga pero un ex militar
norteamericano, George Williams (Samuel L. Jackson), quien está investigando
las injusticias del mandatario, le solicita que acepte. John accede pero se
niega a que lo acompañe la entusiasta Jane quien, finalmente, parte con su
esposo. En el Congo, Rom atacará a los viejos amigos de Tarzán, secuestrará a
Jane, con tal de atraer al personaje a la región de Opar.
La película está muy bien estructurada.
Al inicio de la película unos letreros nos establecen la realidad en su tiempo
del Congo Belga y el estatus actual de Sir John. A lo largo de la cinta, como recuerdos
que se van uniendo entre John y Jane, se revisan los orígenes de Tarzán (quizás
muchos espectadores jóvenes los desconozcan). El personaje de John se ha acostumbrado
a su nuevo entorno urbano. Sin embargo, al retornar a su hábitat anterior, va
reactivando sus cualidades de fuerza física y la revaloración de sus iniciales
compañeros, los animales, junto con los nativos que le acogieron.
Desafía gravedad y vuela con las lianas...
y en dos ocasiones escuchamos el famoso "grito"
aunque nunca lo vemos externarlo
Y es la estructura adecuada la que no
permite que arranque pronto la película. Hay una secuencia de acción y
violencia al inicio que luego pasa a todos los preámbulos del regreso de
John/Tarzán al Congo. Entre la etapa inglesa, los tejemanejes de Rom, los
recuerdos del pasado, las experiencias que cuenta George Williams, se va
retrasando la acción esperada y prometida. Finalmente, todo eso ocurre y el
espectador queda fascinado por los atributos del personaje. Hay una secuencia
maravillosa donde Tarzán y George encuentran a una manada de elefantes junto
con sus crías y el diálogo habla de todo lo que pueden expresar los ojos de
dicho animal. En otro momento, Tarzán prácticamente vuela gracias a la gravedad
y a las indispensables lianas. Todos los personajes son magnéticos por
distintas razones: Tarzán reflexiona y es inteligente (y su físico no es
exagerado), Jane es astuta y audaz (además de muy bella), Rom es detestable (y
provoca antipatía en quien lo mira).
Se nota que los guionistas se
documentaron. El personaje George Williams fue real y denunció las tropelías
del monarca belga (como una especie de tribunal de derechos humanos primitivo)
así que estamos ante una mezcla oportuna y brillante de ficción con realidad
para permitir una trama de corte humanista. En algún momento Rom expresa “el
futuro es nuestro” para que sus palabras nos enlacen con “el mañana nos
pertenece” que presumían los nazis. Finalmente, como dato lateral, fue la
última producción de Jerry Weintraub (1937 / 2015), legendario productor de
Hollywood. Con sus defectos, la película deslumbra y conmueve. Ahí están los
motivos para rescatar a Tarzán en el siglo XXI.
La última producción de Jerry Weintraub
El realizador David Yates cuyas cintas anteriores
fueron las cuatro más recientes de "Harry Potter"