sábado, 29 de febrero de 2020

PRIMERO, EL HONOR


EL ACUSADO Y EL ESPÍA
(J’Accuse)
2019. Dir. Roman Polanski.
         En 1894, el capitán francés Alfred Dreyfus fue acusado de espía para Alemania, considerado traidor y enviado con cadena perpetua a la Isla del Diablo. El oficial Georges Picquart (Jean Dujardin, extraordinario) ocupa el cargo de inteligencia militar para justificar y complementar el expediente de Dreyfus, pero se empieza a dar cuenta de que hay algo turbio en la condena de Dreyfus. A pesar de que él mismo es antisemita y no acepta al acusado, prefiere investigar y ponerse del lado de la justicia, porque por encima de todo se encuentra el honor y la verdad. Así, pasarán unos años antes de que pueda haber alguna aclaración.
Un extraordinario Jean Dujardin
que ha demostrado su calidad
a pesar del Óscar y de la truculenta "El artista"
         Utilizando un asunto de la vida real, el maestro Polanski analiza temas que se han vuelto muy vigentes en los últimos años: la manipulación de la mentira, además de las falsas acusaciones, las condenas inmediatas por parte de la sociedad, el racismo feroz. El caso Dreyfus fue muy sonado porque puso en evidencia el antisemitismo, tendencia y actitud de gran hostilidad hacia la raza judía, que alcanzaría su cenit durante la Segunda Guerra Mundial. El título original se refiere al artículo que el escritor Emile Zolá publicó en el diario “La aurora”, donde acusaba a militares y otras personalidades como farsantes y deshonestos. Llevado a juicio, fue acusado por difamación y condenado a un año de prisión. Todo su discurso volvería a exonerarse dentro de un tiempo.
Dreyfus (Louis Garrel), izquierda.
         Polanski se regodea con el personaje de Picquart, que se vuelve protagonista principal en esta narrativa. Personaje complejo cuya situación personal y política no presentaba problema alguno, pero quien decidió buscar la verdad  anteponiéndola a sus propios prejuicios, ventajas y limitaciones, demostrando así gran respeto a la dignidad humana. Pasarán años y habrá muchas acciones temerarias para alcanzar su objetivo. En contraste, los demás oficiales se presentan como fríos y despreciables. Amparados en la “etiqueta” del honor militar que, desgraciadamente, ha sido pisoteado por errores e intereses particulares, escuden sus ocultas perversiones, odios y defectos. Cuando se expresa que no es posible que la gente desconfíe de quienes representan al honor militar, uno tiembla y se enoja ante la corrupción rampante y tantos ejemplares que son modelos perfectos para todo lo contrario a la rectitud.
Zola, en el juicio (André Marcon)
         Polanski, acusado de violación en 1977, y luego de un largo juicio, e instancias legales (donde la misma víctima quiso retirar los cargos sin que se le permitiera), tuvo que radicar en Francia desde donde ha filmado sus siguientes obras maestras. En 2002 tuvo su gran éxito con El pianista que le llevó a ganar un Óscar como mejor director (para que luego la Academia, en su afán político, lo expulsara de la misma) para demostrar que el hombre y el artista son diversos: no puede juzgarse a uno como ser humano junto con su obra. Una carrera cimentada desde los inicios en calidad y talento no puede negarse de ninguna manera.
El caso Dreyfus (Mèliés, 1899)
¡Yo acuso! (Ferrer, 1958)
Prisioneros del honor (Russell, 1991)
El acusado y el espía (Polanski, 2019)
         El asunto de esta película ya había sido filmado por Georges Mèliés desde el aspecto documental, en varios cortos de un minuto, en 1899 (L’affaire Dreyfus), cuando Dreyfus fue retornado a Francia para su nuevo juicio. Posteriormente, en 1958, el actor José Ferrer dirigió y actuó en la producción británica de la MGM, Yo acuso donde se centraba en el propio oficial condenado. En 1991, Ken Russell filmó Prisionero del honor, cinta para la televisión donde Richard Dreyfuss interpretaba al Coronel Picquart. Con un elenco de primera categoría, Polanski nos ofrece su vigesimotercer largometraje para hablarnos de la intolerancia y la injusticia como elementos que han sido fatales para la humanidad y que él los ha vivido en carne propia.
El maestro Polanski dirigiendo a Dujardin...


        

miércoles, 26 de febrero de 2020

INSPIRACIÓN PARA CREAR Y COMPARTIR


VARDA POR AGNÈS
(Varda par Agnès)
2019. Dir. Agnès Varda.

            Agnès Varda era consciente de su mortalidad desde que estaba a punto de cumplir los ochenta años. De ahí que se tomara el tiempo para ir cerrando inquietudes personales en cuanto a su trabajo artístico o estableciendo un testamento visual. Varda por Agnès se presentó en el Festival de Berlín en febrero del 2019 y a finales de marzo, un mes más tarde, falleció por cáncer. Ella bromeaba acerca del hecho que por la edad recibía premios por toda una vida de filmar a pesar de que sus películas no fueron taquilleras ni ella era digna de crédito financiero. Fue declarada “la abuela de la nueva ola” porque inició su carrera con un largometraje (La Pointe courte) en 1954 que ya predecía las formas narrativas y los procesos de filmación que sus sucesores utilizarían para sus propias creaciones: locaciones, blanco y negro, 16 mm (en ocasiones), actores jóvenes, historias con personajes de carne y hueso donde la esencia del ser humano era indispensable.
Varda mirando por la cámara de 16 mm,
mientras filma su primer película
            Varda por Agnès viene a ser un resumen de esa carrera, en sus propias palabras. Sentada frente a un público en una sala de teatro, Varda rememora lo que ha hecho y que se resume en tres palabras: Inspiración, para aclarar y aterrizar lo que se quiere hacer y decir; Creación, donde se incluye la forma para conseguirlo y los pasos para que se lograra; Compartir, porque nada tiene sentido si no sirve para hablar de algo o alguien y mostrárselo a otros para que guíe, aleccione, defina, complemente, explique sus acciones y circunstancias. Con imágenes de sus películas: largometrajes o cortos, ya sean de ficción o documentales, colocándolas en los contextos de espacio y tiempo diversos, o la referencia (tanto visual como oral) de su trabajo como artista visual (instalaciones y exposiciones o recursos que fueron efímeros, pero que dieron sustancia a sus documentales), Varda nos muestra cómo su trabajo se tornó en parte de vida… o viceversa.
             Demasiado plena de detalles, imágenes e historia personal o colectiva, Varda por Agnès es una herencia intelectual que las nuevas generaciones deben atesorar para que a su vez se inspiren, realicen sus propias creaciones y sirvan para compartir y mejorar a este mundo cada día más caótico. Obligatoria.
Con la cámara digital
en su última película


martes, 25 de febrero de 2020

DESCUBRIR LA ESENCIA


EL LLAMADO SALVAJE
(The Call of the Wild)
2020. Dir. Chris Sanders.
         Buck es una mezcla de inmenso y torpe San Bernardo y Pastor Inglés que vive mimado en la casa del juez Miller (Bradley Whitford) en California. Cierta noche es robado para venderlo como perro de trineo en Alaska donde se necesitan ejemplares fuertes y grandes. De esta manera, Buck pasa de la comodidad a la dureza de algo que nunca ha hecho previamente. No obstante, su nuevo dueño, el cartero Perrault (Omar Sy) quien cubre una ruta de 800 millas en el helado norte, junto con su esposa Françoise (Cara Gee), es amable y se irá dando cuenta del valor del perro, sobre todo cuando éste va haciendo méritos que despertarán el enojo del perro líder de la jauría, Spitz, un Husky Siberiano, al cual derrotará en una pelea. Todo va bien hasta que la ruta se cancela debido a la llegada del telégrafo, por lo que Buck pasará a otras manos, tortura y posterior alegría.
El buen Perrault (Omar Sy)
La nueva vida de Buck
         No es conveniente contar toda la trama que, en este caso, se vuelve más fiel a la novela original de Jack London en que está basada. De cualquier manera, pensando en una cinta familiar, se diluyó la violencia que se muestra discretamente, además de sugerirse. Lo más importante es que se mantiene el espíritu original de la tesis darwinista de London donde el instinto natural es pasado por el material genético. Buck piensa en la supervivencia del más fuerte, utiliza su sentido de lealtad hacia su equipo y semejantes, aparte de sentirse poderoso. Cuando llegue, más adelante, hacia los valles del Yukón donde viven los lobos, se sentirá en familia. En su rudo camino de aprendizaje se le ha aparecido su esencia en forma de un inmenso y poderoso lobo que le guía instintivamente. Buck, en la novela, mantendrá el recuerdo de Jack Thornton (Harrison Ford), su último y protector amo que tendrá un triste final, aparte de reintegrarse con la manada cánida que le corresponde.
Descubrir la esencia

         La cinta utiliza una mezcla de efectos digitales creados por computadora con acción viva. Buck fue generado para que pudiera ser el personaje principal, aquel que el narrador de la novela iba explicando para que se le leyera como animal que entendía los sucesos a su alrededor, las reacciones de los demás. Con la fotografía impactante de Janusz Kaminski, quien ha sido colaborador múltiple de Spielberg (La lista de Schindler o Rescatando al soldado Ryan), el realizador Sanders, especializado en animación previamente  (Cómo entrenar a tu dragón) nos ofrece un espectáculo visual pleno de auroras boreales, lagos helados, avalanchas de nieve. Una película que nos habla del encuentro con nuestro destino, nuestra esencia, nuestra supervivencia.

1935 - 2020
2020
Antes de 1935

Nota curiosa: Con esta película Disney, nueva propietaria de lo que era la 20th Century-Fox, ha despojado de la palabra Fox al vetusto logotipo que ahora es 20th Century Studios. Casualmente, una versión de esta misma novela (muy alejada de la narración original) titulada, erróneamente, en español “Un grito en la selva” (cuando el panorama era el hielo y la montaña) filmada en 1935 y con Clark Gable, fue la última que llevó el logotipo de 20th Century Pictures, Inc. antes de la fusión con Fox Films para convertirse en la conocida marca que vimos en infinidad de películas: una triste destrucción de nuestro pasado por el poderío económico...

miércoles, 12 de febrero de 2020

ASFIXIA SOCIAL


LOS MISERABLES
(Les misérables)
2019. Dir. Ladj Ly.

No hay malas hierbas,
ni hombres malos,
sino malos cultivadores.
Víctor Hugo
         El adjetivo miserable tiene muchas acepciones que van desde la descripción de una persona que es muy desgraciada o infeliz; o de alguien que vive en estado de pobreza extrema; o alguien que es avaro y mezquino; o alguien despreciable que causa daño a los demás. Víctor Hugo, en su inmortal novela, acaparó todas las definiciones y las mostró entre sus múltiples personajes. Algo semejante sucede con esta película que adopta el mismo título y hasta tiene un epígrafe final del propio autor que nos habla de los males de la sociedad.
Stéphane, Chris y Gwada
         Stéphane Ruiz (Damien Bonnard) es un policía de provincia que se ha mudado a París. Es su primer día en el barrio de Montferneil y ha sido asignado al lado de los rudos Chris (Alexis Manenti) y Gwada (Djebril Zonga) quienes patrullan por el lugar como Brigada Anticrimen. Stéphane se da cuenta que utilizan métodos completamente irregulares ante un barrio cuya población principal es de inmigrantes de color y musulmanes. Se crea un enfrentamiento entre gitanos que han instalado un circo en los alrededores, el alcalde del barrio y los policías.  Exigen la devolución de un cachorro de león que ha sido robado. Los policías descubren que el ladrón fue el pequeño Issa, rebelde e inquieto. Lo encuentran, el niño huye, se le persigue, pero en algún momento Gwada dispara y lo lastima. No obstante, todo ha sido filmado por un dron que sobrevolaba el área, manejado por otro niño, Buzz (Al-Hassan Ly). Esto representa un conflicto que los policías deben ocultar.

Los niños
         La cinta nos habla de los miserables representantes de la ley que la imponen a su modo y para su propio beneficio: policías que abusan al revisar a damas, que entran a casas sin órdenes de cateo, que ejercen componendas con delincuentes y han establecido su poder sin límites. Por otro lado están los miserables olvidados de la fortuna que se tornan en víctimas de su entorno, en presas de la delincuencia, en la necesidad de sobrevivir sin imponerse reglas morales
Salah, mediación inútil
El guion nos introduce a dos personajes intermedios como equilibrio en cada uno de los bandos opuestos. Stéphane es un policía más puro, intocado por la corrupción citadina quien todavía posee algo de inocencia y de honestidad: su mudanza a París es porque su exmujer se vino a la capital con su hijo y el policía quiere estar cerca de él. Salah (Almamy Kanoute) es un Imam que procura observar las leyes islámicas y establecer, dentro de lo posible, un orden. Y también ofrece otro aspecto negativo: los gitanos que no tienen escrúpulos en castigar al pequeño ladrón, a su manera, con crueldad miserable.
El realizador Ladj Ly
El realizador (y coguionista) Ly sitúa su trama en el barrio de Montferneil que fue precisamente el lugar donde Víctor Hugo escribió su novela en el siglo XIX en cuyo prólogo habla sobre la asfixia social. El inmenso panorama de pobreza, sometimiento y supervivencia se torna universal (Usted puede darse una vuelta por los lugares de puesteros o un barrio bravo de nuestra ciudad y extrapolar los hechos de esta película) desde las primeras imágenes que suceden en el festejo del triunfo de un partido de futbol (como lo que ocurre cuando la afición se vuelca sobre la Explanada de los Héroes ante el triunfo de los equipos locales o en el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México). En otro momento, cuando Stéphane trata de negociar el retorno de la memoria donde está el video que evidencia la brutalidad policiaca menciona los hechos de 2005 cuando París vivió una serie de zafarranchos sociales debido a los inmigrantes del Norte de África y de musulmanes en Francia donde hubo destrozos y nulas soluciones: más que menos, la intención de Víctor Hugo al plasmar lo que era la atmósfera en su país 250 años atrás donde las circunstancias eran distintas pero la problemática semejante, de nunca acabar.



        

lunes, 10 de febrero de 2020

CORTAR LA CABEZA


REINA DE CORAZONES
(Drönningen / Queen of Hearts)
2019. Dir. May El-Toukhi.

         La abogada Anne (Trine Dyrholm), defensora de jóvenes indefensas que sufren abusos sexuales o acoso, está casada con el médico Peter y tiene dos hijas: viven en la campiña danesa, en las afueras de una ciudad. Cuando Gustav, el hijo adolescente de Peter tenido en otro matrimonio, viene a vivir con ellos, Anne trata de hacerle sentir en casa. Cierto día hay un robo en casa y Anne descubre que Gustav fue quien lo cometió. Le dice que no lo denunciará si pone algo de su parte. Luego le permite que traiga una amiga a casa y de esta manera el joven empieza a sentir confianza. Anne, por su parte, caerá presa de la lujuria y una noche entra a la recámara del joven para provocar una relación sexual. Así seguirá hasta que la mujer piensa poner un alto por el peligro de que sea descubierta. Gustav reacciona negativamente.
Madre amorosa
         La realizadora egipciodanesa El-Toukhi logra una cinta perturbadora acerca de la doble moral y la hipocresía. Anne, abogada excelente en su profesión, se convierte en aquello que combate al seducir a un joven adolescente. Guion y dirección van conformando el retrato de una mujer capaz, esposa y madre amorosa, aunque se nota que hay cierta indiferencia por parte de su marido. Su instinto empieza a pulsar cuando escucha los gemidos de los jóvenes cuando Gustav lleva a su amiga a casa y a su recámara. Paulatinamente, Anne empieza a demostrar su afecto: primero la invitación a tomar una cerveza, luego un beso. Cierta noche en que se encuentra solitaria, se dirige al cuarto del joven para masturbarlo y luego entregársele. Así inicia una serie de encuentros sin que a Anne le importe que cerca se encuentren sus hijas o que, de pronto, llegue su marido. 
Esposa amable
         Al término de la relación inicia la inquietud y la amenaza de que se revele su verdadera naturaleza. Ante ello, Anne tendrá que reaccionar de una manera inesperada a lo que se esperaría de una persona honesta y recta, interesada en la verdad y en la justicia. La cinta nos lleva hacia el descubrimiento del monstruo que reside dentro de Anne y que mostrará su egocentrismo y su falsedad. Anne es ejemplo de falsedad que satisface sus necesidades y luego se refugia en la mentira. Anne abusa de su poder: mi palabra contra la tuya. Utiliza sus armas de mujer, su fingimiento de esposa fiel, su imagen de madre abnegada para salvarse sin que importe la víctima.
Amante ilegal
         El título original se traduce como “La reina” para dar ejemplo del poder. Al agregar “de corazones” es para darle sentido a que lee “Alicia en el país de las maravillas” a sus hijas, algo que luego seguirá haciendo Gustav en el tiempo en que empieza a sentirse parte de la familia sin imaginar el destino que le espera, donde aparece el personaje de “Reina de corazones” que simplemente ordenaba que se le cortara la cabeza a sus súbditos a la menor ofensa. Aunque Gustav no era ningún joven virgen ni inocente, Anne abusa de sentimientos e induce a su confusión: reprobable en adultos. Al tornarse problema, no queda más que cortarle metafóricamente la cabeza. Trine Dyrholm es una excelente actriz danesa que muestra las dos caras de un personaje discutible. La cinta muestra escenas de sexo explícito que la actriz realiza con gran erotismo en el personaje alejado de su imagen primera como dama honesta y recta.
La realizadora May El-Toukhi

domingo, 9 de febrero de 2020

DAMAS PELIGROSAS


AVES DE PRESA
(y la fantabulosa emancipación
de una Harley Quinn).
(Birds of Prey and the Fantabulous
Emancipation of One Harley Quinn)
2020. Dir. Cathy Yan.

         Luego del éxito taquillero de Escuadrón suicida (Ayer, 2016) donde los personajes eran delincuentes a los cuales se les daba oportunidad de reformarse combatiendo a una fuerza maligna, uno de ellos fue rescatado para el Universo DC Comics. Harley Quinn (Margot Robbie) quien era la novia del Guasón (interpretado por Jared Leto). Ahora ha roto con su amado y para acabar con toda relación, destruye la fábrica de químicos donde se conocieron. No toma en cuenta el hecho de que una vez que ya no tiene la protección de Guasón, todos los criminales que la odian empiezan a atacarla. Eso es lo que corresponde al personaje principal.
         La cinta inicia con una inteligente animación que nos cuenta la vida de Harley hasta ese momento. Aunque es un ser que actúa negativamente, fuera de la ley, el hecho de romper con su novio le ha permitido adquirir algunos sentimientos. Traiciona y finalmente busca su beneficio, pero las cosas han cambiado. En la cinta, apoyará a Roman, o sea Máscara Negra (Ewan McGregor) para que recupere un diamante cuya estructura cristalina tiene la clave para acceder a una inmensa fortuna en una cuenta secreta. 
         Sin embargo, hay otros personajes que luego conformarán al grupo Aves de Presa, y que tienen que ver con Harley indirectamente: la adolescente ladrona Cassandra (Ella Jay Basco), la cantante vuelta chofer Dinah (Jurnee Smollet-Bell), la policía humillada por sus colegas Montoya (Rosie Perez, siempre magnífica) y una vengadora Cazadora (Mary Elizabeth Winstead) quien debe matar a todos los que tuvieron que ver con el asesinato de su padre.
         La cinta nos lleva a establecer cada personaje y para ello, la narración se fragmenta, se repite desde diversos ángulos, se crean los antecedentes para dimensionarlos, pero se narra una anécdota simple (la adolescente se roba el diamante y se lo traga: Harley tendrá que recuperarlo o será muerta por Roman; Perez quiere resolver el caso, Dinah quiere liberarse de las garras de su patrón, Cazadora quiere venganza). La cinta se dedica a la forma más que a contenido y se dedica, principalmente, a aplicar la fórmula de los ataques cuerpo a cuerpo que se repiten al infinito.
         Ese es el problema de una película que explota a otro personaje, en este caso antihéroe, de otro universo de historietas, pero no pasa del divertimento inane: muy bien hecho, con cierto humor (que nunca alcanza los niveles del desparpajo y cinismo de Deadpool, por ejemplo), elenco atractivo (hay que destacar a Chris Messina quien, como el ayudante mercenario desollador de Roman, aparece sádico y seductor, robando cámara en sus intervenciones), y la total indiferencia final. 
         Cathy Yan, la directora, adquirió fama por su producción previa (Dead Pigs, 2018, que puede verse en algunos servicios de streaming) donde el estilo de narrar era semejante: pasar de uno a otro personaje para establecerlos. La diferencia es que el asunto era más trascendente (manipulación de terrenos, hampones, cerdos muertos por un engaño familiar) y aquí no había más que efectos especiales: al menos posee agilidad en su manejo del ritmo. Aparte, la tendencia de introducir actores, actrices, guionistas, directores, de razas o géneros diversos, para satisfacer a quienes pugnan por la diversidad, tendencia contemporánea, no precisamente resolutoria de viejos atavismos. En fin.

lunes, 3 de febrero de 2020

GRACIOSA Y ELÍPTICA


DOLITTLE
2020. Dir. Stephen Gaghan.
         Alejada de la comedia musical de 1967 que fue un gran fracaso taquillero y fue hundiendo a la Fox: mucho más distante de las comedietas tontas con Eddie Murphy que solamente abusaban del hecho del habla de los animales, estamos ante una encantadora creación del personaje con triste historia de amor que al final de cuentas llevará al perdón, a la redención y al triunfo, como cualquier historia fantástica que se respete.
         El Dr. Dolittle era un portento de sabiduría, de conocimiento de la fauna, de bondad hacia sus semejantes, al grado que la Reina de Inglaterra le otorgó un gran espacio para que mantuviera a sus animales y diera servicio a las mascotas de los humanos, apoyado con sus fieles amigos: un orangután miedoso, una cotorra sabia, un oso polar friolento, entre muchos otros. Al perder a su mujer en una aventura, donde partió solitaria, que le llevaría a otro gran descubrimiento, llegó la melancolía, la indiferencia, el encerramiento. Ahora Dolittle vive jugando ajedrez y pasando los días con una barba crecida, sin bañarse, confinado en su casa. Todo termina cuando llegan a visitarlo la doncella Lady Rose, confidente de la Reina Victoria, quien ha caído misteriosamente enferma, para pedirle que vaya a hacerle una consulta; por otro lado, el joven Stubbins, renegado cazador, quien, por un fallido disparo a instancias de su tío, ha herido a una ardilla y quiere que Dolittle lo salve. La amenaza de perderlo todo si la Reina muere, hace que Dolittle entre en razón (y de paso salve a la ardilla).
         Esto hará que Dolittle se embarque en busca de una extraña fruta y tenga que enfrentar a un malvado rival: Y eso hace que la cinta arranque. La película es un dechado de imaginación y de personajes graciosos. La relación entre ellos va conformando una fauna plena de alegorías del comportamiento humano con errores, defectos y virtudes. Los peligros harán que cada uno busque y encuentre la manera de sobrepasar sus limitaciones y supere sus defectos. El hecho de que podamos escuchar sus quejas, temores e ironías es lo que permite una gracia tranquila que provoca la sonrisa. 
Otra gran cualidad es que Gaghan y sus coguionistas están conscientes de que todo ya ha sido contado. Se juega con la fantasía, por lo que se pueden dar el lujo de la elipsis. La trama se siente apresurada, pero era necesario: ya se sabe que acortar distancias resulta en mayor agilidad. Estamos ante una cinta que dura apenas 100 minutos (contra la musical con Rex Harrison que se sentía eterna con dos horas y media) porque ya conocemos todo lo que hay en medio de una travesía: se muestran unos hechos y ya. Tenemos en cuenta que las soluciones ante dificultades van a ser con obstáculos y aquí se tornan obvios. Y en medio de todo, está Robert Downey Jr. Su acercamiento al personaje es equilibrado y pleno de gracia. Su autocompasión se destruye y su aprendizaje de vida le devuelve la esperanza… El espectador se contamina: felicidad.
                
Stephen Gaghan, director