EL TRABAJO DE MIS SUEÑOS
(My Salinger Year)
2020. Dir. Philippe Falardeau.
Joanna (Margaret Qualley) deja la universidad en California y se muda a Nueva York para desarrollar sus ambiciones literarias. Consigue trabajo en una añeja agencia literaria, pero sus labores son netamente secretariales. La agencia la maneja Margaret (Sigourney Weaver) de manera convencional, sin aceptar la modernidad de computadoras o sistemas electrónicos (es 1995). A Joanna le toca recibir las cartas de admiradores del escritor J. D. Salinger, quien vive aislado en New Hampshire, para responderlas de manera impersonal, y luego destruirlas en la trituradora de papel. No obstante, Joanna piensa que debería atenderse dicha correspondencia. Así, la cinta se va desarrollando por dos caminos: el crecimiento personal de Joanna al introducirse en las entrañas del negocio literario, además de su toma de conciencia personal, luego de sentirse rebasada por sus obligaciones cotidianas. Alrededor de esto, existe una relación romántica.
J. D. Salinger (1919 – 2010) es un escritor emblemático para la literatura norteamericana: su novela The Catcher in the Rye, publicada en 1951, se convirtió en lectura obligada para todo adolescente que descubrió sus semejanzas con el inolvidable personaje, Holden Caulfield, quien no sabe lo que quiere y vive inquieto por esa razón. (El título, intraducible, se refiere a una alusión de Holden para alguien que debe atrapar a niños que juegan en un sembradío de planta de centeno, al borde un abismo: la novela se conoce en español como “El guardián entre el centeno” que resulta título enigmático). Salinger se apartó de la vida pública luego del gran éxito de su novela. La película muestra esa aceptación a través de las cartas que lee Joanna donde cada lector (admirador) ha percibido que Salinger escribió directamente para él o ella. Fue tanta la correspondencia que debieron de tomarse esas medidas de respuesta. Joanna llega a escribir a una adolescente cuya carta le parece definitiva, sin imaginar que el resultado será contraproducente. Una forma de comprender la intimidad que se crea entre lector apasionado y la novela que le atrapa.
Esta será una de las
tantas experiencias que la golpearán anímicamente: una editora que vive en el
pasado y tiene conflictos para aceptar el presente, además de que vivirá una
tragedia colateral. Un novio que escribe una novela que luego Joanna leerá,
corregirá y rechazará como espejo de su propia limitación, ya que tampoco sabe, en realidad, lo que quiere de la vida en todos sus aspectos. El embrujo de lo
cotidiano, del Salinger mítico (que llega a conocer por teléfono), de su
triunfo a través de un camino inesperado (y equivocado), ha evitado que se
dedique a la creación, a la consecución de sus objetivos primarios. El
realizador canadiense Falardeau nos introduce al romanticismo que existe entre
Nueva York y la historia literaria norteamericana (la revista The New Yorker, la vida bohemia que
puede detonar una carrera). Una joven aspira a ser escritora quedando atrapada
por una realidad distinta a la que ofrecen los sueños, los ideales, la ilusión:
deberá buscar la manera para retornar a ellos.
El director, originario de Québec, Philippe Falardeau