domingo, 23 de agosto de 2009

ARRÁSTRAME AL INFIERNO...


Cómo da gusto encontrar una película a la vieja escuela, entretenida, plena de sorpresas, con personajes cotidianos e imágenes impactantes. Sam Raimi nos ha devuelto aquellas tardes de Cine Rodríguez o Araceli cuando veíamos tres películas, por dos pesos, del viejo Hollywood. Ese cine que ahora podemos releer gracias al DVD pero que de vez en cuando se aparece reciclado con inteligencia en películas como "Arrástrame al infierno" (Drag Me to Hell, 2009).

Me acordé de las producciones de la Universal o de la Hammer Films donde aparecían gitanos con sus maldiciones extremas. Aquí utiliza a una actriz genial, Lorna Saver, que ha hecho sobre todo series de televisión. Ya en la posmodernidad, recordé las primeras cintas de Raimi que lo mostraban exagerado, con atmósferas insólitas, que luego fue refinando gracias a "Darkman" o "Por amor al juego" y sobre todo con esa subvalorada pero extraordinaria revisión del cine del oeste llamada "Rápida y mortal" (The Quick and the Dead, 1995).

Lean mi comentario específico en la página donde colaboro gracias a la querida amiga Diana González: www.dianagonzalez.com.mx