lunes, 25 de octubre de 2010

LA ADICCIÓN AL YOUTUBE



Leo en el periódico la nota sobre un libro donde la autora confiesa su ludopatía y pienso en las adicciones. Uno las relaciona usualmente con vicios (tabaco, alcohól, en este caso el juego), pero hay otras formas más inofensivas… aparentemente. En mi caso está el YouTube. Aunque siempre caigo en las mismas justificaciones de mis colegas adictos (“puedo controlarlo”, “no es tan grave”, “no es constante”), cada vez que el tiempo me lo permite, entro al YouTube y me quedo por horas.

Ahora bien, la base de mis búsquedas son siempre con música, películas, estrellas de cine, pero siempre están las referencias o los vídeos afines. Así que si llego por ejemplo a una escena de una película de los años treinta con Libertad Lamarque, ya estuvo que busqu “El choclo” y me vaya a otra película como “Gran Casino” de Buñuel que es donde la canta y pasaré a “Madreselva” para que me transporte a otro cantante que la interpreta y que es tanguero pero que a su vez tiene otros tangos.

El YouTube me ha permitido encontrar canciones de las cuales ni me acordaba. Me ha remitido a imágenes del pasado que me ofrecen un momento de atmósfera añorada porque entre los audífonos y el cierre de ojos, la imaginación vuela… He descubierto cantantes que ni me imaginaba o escuchado canciones en versiones tan disímbolas como extrañas: “Tico Tico” cantada por Carmen Miranda me deja escuchar a Los Machucambos y a una estupenda Ná Ozzetti. Luego la encuentro con una japonesa que la canta en portugués, o la versión modernizada de Ney Mattogrosso, para llegar a conocerla en francés y en inglés o en una secuencia de película de Hollywood para terminar oyéndola ¡en esperanto!

Hace poco comencé a buscar canciones de los años sesenta, mi época de adolescencia. Partí de Angélica María y Mayté Gaos para luego encontrar la referencia de Violeta Rivas con sus “Besos de papel” que me dirigieron a su interpretación de “Eso, eso, eso” que fue un éxito de Los TNT a los cuales pude disfrutar. Otra referencia de Violeta me trajo “¡Qué suerte!” cuyos vídeos semejantes me dieron una grabación casera donde dos jovencitas adolescentes de Argentina la hacían con fonomímica de manera bastante graciosa. Este vídeo tenía como semejantes otras interpretaciones de las mismas chamacas. Una de ellas era una cumbia llamada “Toma la mema” donde bailaban sabrosamente. Y claro que ahí estaba el vídeo original de “Toma la mema” (la letra es tan inspirada y compleja que dice solamente: “Nena, a tu cola le falta crema, a tu boca una mamadera y los pibes te lo vamo a dar”) con un grupo uruguayo llamado El Empuje que aparentemente fue un exitazo en los bailes de esos lares sudamericanos. Y cuando me di cuenta, ya habían pasado tres horas y en otras pocas tendría que irme a trabajar.

Sin embargo es algo que puedo controlar, no es tan grave y no lo hago todos los días… pero el placer que me produce es inesperado siempre y cada vez descubro cosas nuevas (o viejas con estos ojos que rejuvenecen), además solamente les conté algo de música sin mencionar las películas completas que me he encontrado y, bueno, imagino que debe llamarse “Youtubepatía”.