lunes, 31 de diciembre de 2012


1963  EN EL MUNDO…

Estas son algunas de las películas que nos deslumbraron en aquellos años o que pudimos ver más adelante en el tiempo, pero que dan idea de un mundo impensable para esta época en que vivimos…

Búsquelas y disfrútelas…

ARGENTINA

Las ratas – Luis Saslavsky

La terraza – Leopoldo Torres Nilsson

La cigarra no es un bicho – Daniel Tinayre


CHECOSLOVAQUIA

Concurso – Milos Forman

ESPAÑA

El verdugo – Luis G. Berlanga

Del rosa al amarillo – Manuel Summers

La cenicienta del barrio – Sergio Grieco

Marisol rumbo a Río – Fernando Palacios

Nunca pasa nada – Juan Antonio Bardem

ESTADOS UNIDOS

Los pájaros – Alfred Hitchcock

El gran escape – John Sturges

El cardenal – Otto Preminger

La pantera rosa – Blake Edwards

Charada – Stanley Donen

Desliz de una noche – Robert Mulligan

El mundo está loco, loco – Stanley Kramer

FRANCIA

Muriel – Alain Resnais

El desprecio – Jean-Luc Godard

Cuentos morales – Eric Rohmer

Landru – Claude Chabrol

INGLATERRA

Tom Jones – Tony Richardson

El regreso del agente 007 – Terence Young

El sirviente – Joseph Losey

ITALIA

8 ½ - Federico Fellini

El gatopardo – Luchino Visconti

Las manos sobre la ciudad – Francesco Rosi

El diablo – Gian Luigi Polidoro

JAPÓN

El cielo y el infierno – Akira Kurosawa

POLONIA

Pasajera – Andrzej Munk – Lesiewicz.




















sábado, 29 de diciembre de 2012

Y LAS SEXAGENARIAS...


PELÍCULAS MEXICANAS DE 1953

Al revisar la producción cinematográfica de 1953, que consistió en 84 películas, podemos darnos cuenta de la riqueza de temas y la importancia del tiempo para rendirle justicia a las propuestas creativas de los productores y realizadores de una industria que no se diferenciaba en su fin primordial con otras semejantes: sacar ganancia de un público ávido de historias, admirador de personalidades creadas para su consumo y mostrar una visión del mundo.

Los viejos directores, surgidos desde los inicios del cine sonoro o en la década siguiente, mantenían su prestigio y eran efectivos en sus resultados. Algunos de ellos lograban trascender al mero producto comercial y otros brindaban soluciones prácticas con viejas fórmulas impuestas por los requerimientos naturales de los empresarios (productores) que invertían para alcanzar el éxito económico. Hubo fracasos plenos de buenas intenciones y objetivos ambiciosos como pasó con “El niño y la niebla” de Gavaldón, por ejemplo, que puso al borde de la quiebra al productor Jesús Grovas.

Hagamos un repaso siguiendo la carrera de estos realizadores en esos inicios del sexenio ruizcortinista que continuaría propiciando la modernidad, aunque centrándose en términos de moral y unidad familiar.

Luis Buñuel 

filmó dos películas en el año: una adaptación menor de “Cumbres borrascosas” que no carece de interés (y su gran falla es un reparto débil) 

pero se queda corta respecto a su siguiente creación “La ilusión viaja en tranvía”, plena de humor, comentario social, rica en personajes urbanos y populacheros

además de la inserción de escenas de una surrealista pastorela donde el cómico Mantequilla interpretaba a varios personajes.

Otro maestro, Roberto Gavaldón

filmó una delirante adaptación de la obra teatral de Rodolfo Usigli “El niño y la niebla” 

donde exploraba los temas de adulterio, locura y la fascinación por el fuego. Un ambiente tropical (los yacimientos petroleros del Golfo de México) subrayaba “la muerte del amor” y Dolores del Río brindaba una imagen brillante de la esposa invadida por el temor y el tedio, la frustración y la amenaza de la locura que utiliza a su hijo para deshacerse del marido. Sus otras películas del año fueron "Camelia" una adaptación moderna, correcta pero fría, de “La dama de las camelias” con María Félix como actriz enamorada de un aspirante a torero; y una coproducción con Walt Disney, “El pequeño proscrito”, visión folclórica de un niño que se hace amigo del caballo de un general.

Al maestro Alejandro Galindo 

le debemos “Espaldas mojadas”, primera cinta que trataba de manera seria el problema de los indocumentados que se lanzaban a conquistar a Estados Unidos entre humillaciones, soledad y riesgos. 

Por su tema polémico, tardaría dos años en ser estrenada y con el paso de los años sería un género completo durante la década de los setenta. Su otra gran cinta del año fue “Los Fernández de Peralvillo”

un fresco retrato de la familia clasemediera que, repentinamente, se encontraba enriquecida (por corrupción y ambición)sin poder manejar sus circunstancias. De todas maneras, el maestro Galindo filmaría todavía otros dos melodramas de importancia: “La duda” y “Las infieles” que denunciaban las debilidades de una clase alta que no olvidaba sus orígenes.

Emilio “Indio” Fernández ofreció su cinta más espectacular del año en una gran producción de la ANDA, con fines benéficos, donde aparecían las estrellas importantes del cine nacional: “Reportaje”. 

Su otra cinta importante que le daría todavía premios internacionales fue “La red”, drama erótico acerca de la pasión que una mujer (la importada italiana Rossana Podestá) despertaba en dos fortachones (Armando Silvestre y Crox Alvarado)con el mar, el calor, el sudor, como elementos fundamentales del deseo.

Todavía filmó otras dos películas menores: una desangelada y desagradable reunión de María Félix con un deteriorado charro cantor (fue su última cinta: daba lástima su aspecto)en “El rapto”; y una coproducción con Cuba sobre la vida de José Martí llamada “La rosa blanca”.

Ismael Rodríguez produjo dos melodramas delirantes, excesivos, con revueltas morales en el centro de su trama porque en uno de ellos se alcanzaba el grado último del cinismo y la resignación, o sea “Romance de fieras” 

y en el otro, una mujer representaba los dos polos morales en la vida de un profesor alcohólico al ser una hermana buena y su gemela, una malvada, en “Borrasca en las almas”.


Alfredo B. Crevenna filmó cuatro melodramas maravillosos, realizados con toda corrección de imagen y eficacia narrativa: “Orquídeas para mi esposa” (que marcó el debut en un papelito de Ana Luisa Peluffo, anunciada simplemente como “Ana Luisa”) acerca de un problema de mujer estéril que descubre que su esposo tiene otra hija fuera de matrimonio


“Si volvieras a mí” donde una mujer es víctima de una rival en amores al grado de que atenta contra ella en su salud y ganándole el aprecio de sus seres queridos; “Casa de muñecas” o adaptación melodramática de la obra de Ibsen donde la liberación femenina se transformaba en alma de sacrificio; y “El gran autor” acerca de la caída del ídolo: un autor de importancia plagia la obra de un joven cuando se le acaba la inspiración. En todas, menos una, aparece la joven Maricruz Olivier, quien siempre fue el amor imposible del maestro Crevenna.

Tin Tan apareció en dos de sus obras maestras: “El mariachi desconocido” 

dirigida por Gilberto Martínez Solares y “El vagabundo” bajo las órdenes de Rogelio A. González. Cantinflas filmó la graciosa “Caballero a la medida”. La argentina Niní Marshall se despidió del cine mexicano con “Dios los cría”. Resortes filmó “Miradas que matan” que aprovechó la popularidad de Ana Bertha Lepe. Clavillazo apareció en la mencionada “Reportaje”.

Se realizaron dos cintas con la intención de proyectarse con el sistema de Tercera Dimensión. Fracasaron en su intento y finalmente se exhibieron de manera regular: “El valor de vivir” de Tito Davison 

y la coproducción “El corazón y la espada” codirigida por Edward Dein y Carlos Véjar Jr.

Por otro lado, el maestro Fernando de Fuentes, padre del cine mexicano sonoro, realizó su última obra fílmica: un mediometraje que conformaba a la cinta “Tres citas con el destino” con otros dos episodios del español Florián Rey y del argentino León Klimovsky. 

En nota similar, pero por motivos ajenos a su voluntad, Meche Barba fue congelada por los productores fílmicos. Luego de “As negro” de Fernando Méndez, no volvería al cine sino hasta más de tres décadas después.

De todas maneras, se filmó una cinta independiente que tuvo gran éxito en Europa: “Raíces”

basada en cuentos de Francisco Rojas González, contenidos en su libro “El diosero”, por el realizador Benito Alazraki quien quedaría como llamarada de petate.


A pesar de la realización de algunos melodramas de interés, pronto cayó en el juego de la industria convencional. Sus ambiciones por hacer un cine distinto se quedaron en buenas intenciones.

Hubo muchas otras películas, pero ya se podrán ir descubriendo solitas… Y esto sucedió hace sesenta años... 
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jueves, 27 de diciembre de 2012

LOS TIEMPOS DE LA ÉPOCA DE ORO


PELÍCULAS MEXICANAS DE 1943

         Hace setenta años, México estaba en plena “época de oro” como se le dio en llamar a los tiempos de Guerra Mundial que propiciaron mucha y muy buena producción en habla hispana, al grado de ganarle a Argentina y a España. Se filmaron 70 películas, muchas de ellas ya consagradas, prestigiosas, parte de la iconografía, mitología, arraigo del mexicano. No se necesita hablar mucho de ellas... Andan por la televisión y en los DVD...
Fue etapa de modernidad y de grandes personalidades.

Distinto Amanecer
-Julio Bracho
La gran película urbana del México que iba surgiendo a la modernidad. Denuncia de la corrupción política. Imagen de las ilusiones perdidas. Triunfo de lo correcto contra lo instintivo. El sacrificio como redención. Una Andrea Palma recuperada de sus tiempos como "mujer de puerto" para brindar otro retrato femenino inigualable en el cine mexicano. La mejor película en la carrera de Julio Bracho.


Flor Silvestre
-Emilio Fernández
La primera película mexicana de una belleza nacional que había hecho carrera en Hollywood; primera de cinco películas de un equipo excepcional de director-fotógrafo-guionista-estrellas. Una gran historia de amor donde canta Lucha Reyes.


María Candelaria
-Emilio Fernández
La segunda película del equipo del Indio Fernández, con su escritor Mauricio Magdaleno, su fotógrafo Gabriel Figueroa y sus estrellas Pedro Armendáriz y la única Dolores del Río. El amor simple y sencillo de una pareja de indios de Xochimilco, marcados por la tragedia.


El espectro de la novia, As negro, La mujer sin cabeza
-René Cardona
Trilogía con un ilusionista británico, de ascendencia china (David T. Bamberg), que usaba el nombre de "Fu Man Chu" metido a detective para resolver casos ingeniosos aunque de una extrema ingenuidad, aparte de mostrar lo que eran los espectáculos del teatro de revista de esos tiempos.

El camino de los gatos
-Chano Urueta
La adaptación de veinte clásicos de la literatura internacional da idea del prestigioso contenido que se tuvo en nuestro cine por esos tiempos. La novela del premio Nobel, Herman Sudermann, es un ejemplo. Debutó Carmen Montejo en el cine mexicano.

Divorciadas
-Alejandro Galindo
Una novela de Julia Guzmán (madre de Rita Macedo), luego vuelta obra teatral, para pasar al cine y mostrar con audacia la situación de diversas mujeres estigmatizadas socialmente por el divorcio. Curioso comentario social que el maestro Galindo retomaría casi tres lustros más tarde con "Esposa te doy".

Doña Bárbara
-Fernando de Fuentes
Dicen que Rómulo Gallegos vio a María Félix y dijo que esa era la actriz para darle cuerpo a su personaje popularísimo. Creó la leyenda de "la Doña" para la posteridad. María levanta la ceja y pasa de sometida a dominante para luego perderse en el mito...

Hotel de verano
-René Cardona
Ejemplo de la comedia panamericana de esos años que insistía en el swing, el boogie, la conga, pero más que nada, la aparición breve por primera vez en pantalla de Tin Tan y su carnal Marcelo: se volverían tan importantes y tan significativos en pocos años...

México de mis recuerdos
-Juan Bustillo Oro
El maestro Bustillo insistió en recordar al México porfiriano que amaba y no podía dejar de lado como había iniciado con "En tiempos de don Porfirio", dándole importancia a la música de antaño y al personaje entrañable de don Susanito, interpretado por Pardavé... (volvería a filmarla veinte años después)...

Los miserables
-Fernando A. Rivero
Uno de los grandes escenógrafos, pioneros del cine nacional, que luego nos daría joyas del cine de rumberas con Ninón Sevilla, entró como director a la recuperación fílmica de uno de los grandes clásicos de Víctor Hugo, ahora musical, ahora conocido por todos, leído por pocos...

La mujer sin alma
-Fernando de Fuentes
Otro paso más en la creación del mito de María Félix como devoradora de hombres... ¿Qué más podemos decir? 

Resurrección
-Gilberto Martínez Solares
Aparte de Dumas, de Sudermann, de Víctor Hugo, estaba Tolstoy romántico y furibundo en una versión adaptada al México de la época juarista.

Santa
-Norman Foster
La gran novela mexicana de principios de siglo XX. Retrato de la mujer dulce que no puede alejarse de las garras del pecado y la lubricidad a pesar de sí misma, en la que es la mejor adaptación hasta el momento. ¿Habrá algún otro intento o ya quedará solamente en cuatro búsquedas de 1918 a 1968?

Sota, caballo y rey
-Roberto O’Quigley
Una cinta ranchera, con juego y balazos, pero que tuvo a un debutante de importancia y carisma, Luis Aguilar, y a una regordeta que se distinguiría en el cine de rumba y pecado llamada Meche Barba, entonces Izanda.

La vida inútil de Pito Pérez
-Miguel Contreras Torres
La adaptación de la novela picaresca, por excelencia, del siglo XX, por el michoacano José Rubén Romero, tuvo a un excelente Medel viviendo las aventuras de la nada cotidiana, el sin sentido, la filosofía populachera sobre la estancia del hombre sobre la tierra (que sería sobrepasado, en otro tono, con un humor distinto, por Tin Tan, bajo las órdenes de Bustillo Oro, en poco más de quince años después)