sábado, 13 de febrero de 2016

UNA TIBIA PASIÓN


CAROL
2015. Dir. Todd Haynes.




         Carol (Cate Blanchett) conoce a la joven Therese (Rooney Mara) en la tienda departamental donde ésta trabaja. Lo que es una simple interacción entre clienta y dependienta es en realidad una sutil seducción entre mujeres que se atraen. Carol ha olvidado una prenda en la tienda y Therese le llama para informarle. La invita a su casa para que comience una relación primero platónica, ya que Carol tiene problemas con su matrimonio, y luego carnal, cuando emprenden un viaje por carretera.




         Todd Haynes ha sido un extraordinario recreador de épocas y cultivador de la relectura de melodramas. Lejos del cielo (Far from Heaven, 2002) es un homenaje indirecto a las cintas de Douglas Sirk, realizados en la Universal de los años cincuenta, al mostrar el romance entre un hombre de color y una convencional ama de casa de suburbio norteamericano.

Mildred Pierce (2007) es una miniserie para televisión donde volvía a narrar, con mayor libertad, la trama de una novela audaz de los años treinta, donde una mujer lograba enriquecerse, por el bien de sus hijas, para recibir el desprecio y traición de la mayor.



Ahora en Carol, regresa a los años cincuenta.




         El interés principal del realizador reside en la denuncia del sufrimiento por la presión social. Así, en Lejos del cielo, la protagonista vivía dos crisis: descubrir la homosexualidad de su marido y, sobre todo, la imposibilidad de consumar su amor por un hombre negro, al estar limitada por el qué dirán dentro de su medio social. Acá tenemos a  Carol es un ama de casa, madre y esposa, con inclinación lésbica. Su marido, alcohólico, rico, está enterado de ello y es lo que hace que la persiga para chantajearla emocionalmente (el divorcio, la custodia de su hija) y dejarla caer en un vacío social. En una época cuando era difícil ser un homosexual declarado, Carol busca la amistad y cercanía con mujeres que comparten su sexualidad. Al encontrar a Therese se enamora. La cinta está narrada como un gran retroceso en el tiempo para enterar al espectador del inicio de la relación.




         La gran cualidad de la película reside, como mencioné anteriormente al hablar de Haynes, en la extraordinaria recreación de época. Cate Blanchett viste un abrigo de mink sobre sus exquisitos vestidos. Los automóviles, los objetos, la tecnología de entonces, dan idea perfecta de lo que eran esos represivos años cincuenta. Rooney Mara es la contraparte humilde en ropa y accesorios (como la cámara fotográfica que recibe por parte de Carol). Sin embargo, además de actuaciones correctas, que no son mejores que las insignes actrices han dado en otras películas, esta cinta se siente tibia y no se muestra, en toda su extensión, la pasión que supuestamente se da entre las mujeres. Carol queda desdibujada y Therese no enfatiza su atracción a la mujer.




         Está basada en una novela de Patricia Highsmith, publicada bajo seudónimo en 1952, con el deseo de mostrar una pasión existente pero negada usualmente, y tal vez con tintes autobiográficos, que ocurría en los años cuarenta, cuya gran distinción era el final feliz, algo inesperado e impensable para esos tiempos cuando la homosexualidad era considerada enfermedad mental que merecía el castigo. No cabe duda que Haynes es un distinguido realizador, aunque en este caso el resultado queda lejos de ser satisfactorio como en sus otras cintas, aunque se respete en la adaptación los intereses de la novela.