lunes, 12 de septiembre de 2016

LA AMENAZA RESENTIDA


STAR TREK: SIN LÍMITES

(Star Trek Beyond)

2016. Dir. Justin Lin.





         El capitán Kirk (Chris Pine) y su tripulación son víctimas de un engaño. Se trasladan a un planeta lejano donde son atacados, dejando inservible a la nave Enterprise, y todo para que el villano en turno, Krall (Idris Elba), se apodere de una pieza que le permitirá utilizar un armamento poderoso para aniquilar Yorktown, un espacio artificial creado por la Federación para la convivencia de civiles.


La tripulación del Enterprise (a la
izquierda, el malogrado Anton Yelchin)



         La cinta inicia con Kirk ofreciendo el retorno de la pieza a sus dueños originales como símbolo de paz para recibir un ataque al considerarlo más bien ofensivo. Kirk retorna a su nave y guarda la pieza sin imaginar que ella lo llevará a esta aventura sorprendente. Sin embargo, la trama muestra a Kirk aburrido luego de tres años de volar en una misión que todavía durará dos más. Está la alternativa de aceptar el puesto de Vicealmirante que lo dejará en trabajo clerical. Por su parte, Spock (Zachary Quinto) quiere salvar a la raza vulcana buscando a una mujer de su especie y desposarla, sobre todo por el fallecimiento de su padre. La nueva misión pondrá a ambos a dudar sobre sus respectivos futuros.


Un nuevo personaje, Jaylah (Sofia Boutella), quien ayuda
a la tripulación para escapar del planeta incomunicado



         Las secuencias de acción son efectivas, con mucho movimiento y ediciones rápidas, al estilo que su director Lin nos tiene acostumbrados luego de sus episodios de la serie de “Rápidos y furiosos”, además que el guion está escrito por Simon Pegg (quien aparece como el ingeniero Scotty) y Doug Jung (quien aparece como el esposo de Sulu en Yorktown), que lograron darle el tono de los episodios de la serie original por televisión, además de sentido del humor. Esto debe satisfacer a los fanáticos de la misma.


Kirk es amenazado por el villano Krall



         Habrá que destacar nuevamente el sentido de familia que ha sido recurrente e importante para las superproducciones del Hollywood contemporáneo: en el caso de Kirk, la idea de seguir adelante con el honor de su padre; en el caso de Spock, el deseo de ser una especie de Nuevo Adán para reproducir a su especie ahora sin planeta propio; en el caso de Sulu, simplemente la llegada a Yorktown para encontrarse con su pareja masculina que carga a una pequeña, dando idea de que no hay discriminaciones en lo sexual como en la convivencia entre diferentes razas de las galaxias; en el caso del personaje de Jaylah, reivindicar la memoria de su padre, muerto por uno de los soldados de Krall.


El coguionista Doug Chung aparece
como la pareja de Sulu



         Y está el caso de Krall, personaje considerado héroe por su pérdida en el espacio, considerándosele muerto y héroe por la historia, para que surja de las cenizas como villano resentido, pensando que la Federación lo había abandonado, sin saber que no existía comunicación posible. Su mismo rencor lo lleva a metamorfosearse para sobrevivir. Es un personaje entrañable, como todo buen villano de película, que es al que tomamos en cuenta por sus efectos sobre la historia.


Idris Elba, o sea Krall, nunca aparece con su rostro,
excepto en un vídeo de su pasado



         Al finalizar la cinta se recuerda la memoria de Leonard Nimoy (el original Spock de la serie de tv, además de las primeras cintas de la franquicia) y hay una dedicatoria para Anton Yelchin, muerto en un estúpido accidente. Su presencia es la que hace más cálido el recuerdo y permite que reflexionemos sobre la fragilidad de la existencia. Por tantos motivos, se pasa un rato entretenido y conmovedor en esta excelente secuela.

El esplendido realizador Justin Lin