domingo, 15 de enero de 2017

MUCHA TRAMA


VIVIR DE NOCHE

(Live by Night)

2017. Dir. Ben Affleck.





         Joe Coughlin (Ben Affleck) luchó en la Primera Guerra Mundial pero retornó desmoralizado porque quienes imponían las leyes y las órdenes no eran sujetos de respeto. Se torna, entonces, en asaltante de bancos. Sin embargo, son los años veinte. La prohibición alcohólica ha hecho que las mafias se apoderen de este producto para venderlo ilegalmente. Luego de un asalto que le sale mal y lo envía a prisión, Joe decide aliarse con el jefe de la mafia irlandesa pero comete el error de enamorarse de la amante del tipo. Al descubrirlo, es golpeado terriblemente por lo que Joe cambia de bando y va con el rival del otro para iniciar una nueva aventura en Florida. Ahí conocerá a diversos personajes que tendrán peso en su existencia: amor y matrimonio, personajes corruptos dentro de la ley, el Ku Klux Klan, chantajes, entre muchas otras cuestiones.





         Pueden darse cuenta que es una cinta rica en argumento. La trama se va desenvolviendo para interés del público con la inclusión constante de otros personajes y hechos que van marcando la vida de Joe. La película cumple con su recreación de época pero algo falla: es el ritmo que tiene variaciones. De pronto la acción se detiene y luego se torna vertiginosa. La narración del personaje nos va indicando la historia: sabemos de antemano que no puede sucederle nada, entre tantos tiroteos y asesinatos, pero eso es tal vez lo que no logra que la cinta sea redonda.





         Basada en una novela de Dennis Lehane (a quien le debemos estupendas versiones fílmicas de sus otros libros: Río Místico, Desapareció una noche o La entrega), se va a una etapa histórica donde la violencia se acentuó debido a decisiones equivocadas (prohibir algo solamente anima a la desobediencia) que, posteriormente, se aunó con la Gran Depresión Económica. Joe vive bajo sus propias reglas morales (no se considera gangster pero mata y roba porque no respeta a la autoridad) en su búsqueda del sueño americano: el triunfo acorde con los logros económicos y de poder. Esto es lo que podría destacarse de la cinta en cuanto a gran tema. No es una mala cinta, simplemente le faltó contundencia y mayor cohesión en su ritmo narrativo.