sábado, 2 de noviembre de 2019

LA VERDADERA SECUELA


TERMINATOR: DESTINO OCULTO
(Terminator: Dark Fate)
2019. Dir. Tim Miller.
         En imágenes de VHS nos vamos a Guatemala en 1998 para encontrarnos con Sara Connor y su hijo John luego de haber salvado al mundo. Inesperadamente llega otro Terminator que mata a John. Luego, la acción se traslada a la Ciudad de México en 2020 a la cual llegan en dos momentos separados por horas, sendas personas: una mujer que es humana “mejorada” (el subtítulo traduce como “aumentada”) y un hombre que es otro modelo de Terminator ahora bajo el título de Rev-9. Andan en busca de Daniela Ramos: la primera para protegerla y el segundo para eliminarla. A partir de este momento, la cinta se convierte en otro lanzamiento de la misma base argumental de la inolvidable Terminator (Cameron, 1984) y verdadera secuela de Terminator 2 – día del juicio final (Cameron, 1991) para hablarnos de que la humanidad llegó a la misma imbecilidad de crear máquinas que la dominaron. Ahora la líder de la salvación de lo que queda todavía de seres pensantes será la mencionada Daniela para que tengamos otro juego con el tiempo y la relatividad, darle otra vuelta a la fábula que conocíamos (para situarla en realidad alterna) y que permitió un paliativo a la destrucción, insistir en que el mundo se encuentra siempre bajo amenaza, aparte de otra demostración impactante de lo lejos que han llegado los efectos especiales desde que aquellas cintas de Cameron hicieron lo mismo para quienes éramos treintañeros en los años ochenta. Ahora Cameron no se encuentra dirigiendo pero produce, escribe y guía a la dirección de Tim Miller (quien ya nos había atrapado con su delicioso Deadpool en 2019).
Mackenzie Davis y Natalia Reyes
         Y de hecho, lo que sucede con la generación de esta segunda década del siglo XXI al presentarle otra lectura de la misma trama, nos coloca en una realidad alterna (como lo sugería la previa cinta de 2015 Terminator – Génesis, que como la otras dos anteriores: Salvación y La rebelión de las máquinas nos siguieron mostrando a un John Connor en su crecimiento y madurez) para tener como punto de partida que las otras tres supuestas secuelas no ocurrieron. Aparentemente, Cameron estableció que esta sería la cinta que daría continuidad a la cinta de los noventas y cerraría la trama total. Ahora, Daniela Ramos será la líder del futuro que, de cualquier manera, caerá en la destrucción. Para apoyarla, como líder constante, base de todo, será Sara Connor al considerarla eje principal quien recibe señales de coordenadas, mensajes ocasionales e inexplicables, que le dan cierto sentido a su amargura de madre. La humana “aumentada” será un soldado del futuro que tiene fuerza imponente pero es débil ya que tiene una fuente de energía que debe alimentarse luego de gran esfuerzo y el nuevo “Terminator” será todavía más indestructible y hasta tendrá el poder de desdoblarse entre su figura humana y su esqueleto metálico. 
Gabriel Luna, la nueva máquina
         Es indudable que el objetivo fundamental de esta cinta es mantener su punto de vista de peligro para la humanidad. De hecho, la evolución tecnológica suscitada y desarrollada desde las primeras cintas, ha sido casi proféica. Al final de cuentas, se mantiene que la humanidad llegará a estar dominada por las máquinas y ya es un hecho básicamente como metáfora al notar cómo todos dependemos de ellas para seguir adelante cada día: fuera de personas de otras generaciones mayores (entre las que me cuento) que se han acomodado a las funciones básicas del apoyo de celulares y computadoras, la generación del milenio está totalmente sustentada sobre su utilización. Al final de cuentas, la energía es la base de todo, pero ya hay fuentes automáticas de la misma y los panoramas generales del mundo no son tan halagüeños (ya estamos viviendo la sobrepoblación, el aislamiento y el daño atmosférico). 
Las máquinas envejecen...
...la rudeza permanece.
         Lo que resulta entrañable en esta entretenida y dinámica película es la presencia de Schwarzenegger y Linda Hamilton para quienes estamos recuperando las experiencias originales que nos llevaron al deslumbramiento: está presente la rudeza y fuerza de ambas personalidades; mientras el original Terminator muestra que también las máquinas envejecen, la rudeza y pasión de Sarah Connor permanece invariable. Sí vale la pena destacar que el personaje de Daniela es de nacionalidad mexicana y que el aspecto del nuevo Terminator es amenazante y netamente de descendencia latina, algo que es importante en estos tiempos de desprecio trumpiano (Natalia Reyes es colombiana y Gabriel Luna es mexiconorteamericano de Austin, Texas), pero dejando lo caucásico a los tiempos anteriores cuando no era tan importante la tonta “corrección política” que ahora obliga a la diversidad. Mackenzie Davis es canadiense y aquí tiene una gran oportunidad estelar. 
El nuevo Rev-9 contra
la máquina original
La alternativa de esperanza que proporciona la saga Terminator es de reconstrucción luego de la devastación: primero habrá caos y luego, supervivencia. Las imágenes finales de las tres cintas base son hermosas, con una realidad de aspecto normal y continuo, siempre quedando latente el peligro, la advertencia, y tal parece que no habrá otro destino enfrente del planeta.
Las actrices con el realizador Tim Miller