SUPERNOVA
2020. Dir. Harry Macqueen.
Tusker
(Stanley Tucci) es un novelista norteamericano que ha sido diagnosticado con
una primera etapa de demencia. Su pareja de toda la vida ha sido Sam (Colin
Firth), pianista británico. Los encontramos mientras viajan por las carreteras
del norte de Inglaterra en un bellísimo otoño, antes de llegar al lugar donde
Sam brindará un concierto. Será un viaje definitivo, donde saldrán a la luz sus
propósitos, pero también sus temores. Habrá una visita al lago donde tuvieron
su primera cita y luego llegarán a la casa donde vive la hermana de Sam con su
familia.
El
título de la cinta se muestra literalmente en un prólogo donde aparece un
hermoso firmamento pleno de estrellas. De repente, un punto se torna brillante
y luego desaparece. Más adelante, Tusker, aficionado a la astronomía, dará una
explicación a la pequeña sobrina de Sam. Le comenta que cuando una estrella
pierde su energía estalla para convertirse en miles de fragmentos que nos
componen como seres humanos (en el tiempo y en el espacio): una supernova que adquiere
su mayor brillo antes de desaparecer. Esos fragmentos de amor y vida
permanecerán en la relación que se va extinguiendo por motivos fuera de su
voluntad. Una pareja de artistas que ha sabido compenetrarse en cuerpos y
almas.
La
cinta muestra una relación que perdura contra todo contratiempo. Tusker no
quiere ser una carga para Sam quien le asegura que no es así y que está
dispuesto a todo con tal de tenerlo a su lado. Por su parte, Tusker está
consciente de la angustia, pero le afirma a Sam que está bien sentirse triste
cuando alguien se ha ido, porque confirma que significó algo cuando estuvo
presente. Su mayor preocupación es que llegue
el día cuando olvidará a quienes ahora, apenas y de momento, reconoce: no desea tornarse en un
vegetal viviente. A Sam no le importa: le ama.
No
suceden grandes cosas. La cinta está centrada en esta relación de dos hombres
sesentones que todavía se abrazan, besan, acarician y hacen el amor. Los
paisajes maravillosos de esa carretera que parece sacada de una novela del
siglo XIX, gracias a la espléndida fotografía de Dick Pope, enmarcan esta
relación cuyas mayores consecuencias se están viviendo interiormente: por eso era
necesaria una pareja de grandes actores que pudieran interpretar estas
emociones en actitudes, más que con palabras.