jueves, 29 de julio de 2021

EL BRILLO ANTES DEL FIN

 

SUPERNOVA

2020. Dir. Harry Macqueen.

         Tusker (Stanley Tucci) es un novelista norteamericano que ha sido diagnosticado con una primera etapa de demencia. Su pareja de toda la vida ha sido Sam (Colin Firth), pianista británico. Los encontramos mientras viajan por las carreteras del norte de Inglaterra en un bellísimo otoño, antes de llegar al lugar donde Sam brindará un concierto. Será un viaje definitivo, donde saldrán a la luz sus propósitos, pero también sus temores. Habrá una visita al lago donde tuvieron su primera cita y luego llegarán a la casa donde vive la hermana de Sam con su familia. 

         El título de la cinta se muestra literalmente en un prólogo donde aparece un hermoso firmamento pleno de estrellas. De repente, un punto se torna brillante y luego desaparece. Más adelante, Tusker, aficionado a la astronomía, dará una explicación a la pequeña sobrina de Sam. Le comenta que cuando una estrella pierde su energía estalla para convertirse en miles de fragmentos que nos componen como seres humanos (en el tiempo y en el espacio): una supernova que adquiere su mayor brillo antes de desaparecer. Esos fragmentos de amor y vida permanecerán en la relación que se va extinguiendo por motivos fuera de su voluntad. Una pareja de artistas que ha sabido compenetrarse en cuerpos y almas.

         La cinta muestra una relación que perdura contra todo contratiempo. Tusker no quiere ser una carga para Sam quien le asegura que no es así y que está dispuesto a todo con tal de tenerlo a su lado. Por su parte, Tusker está consciente de la angustia, pero le afirma a Sam que está bien sentirse triste cuando alguien se ha ido, porque confirma que significó algo cuando estuvo presente.  Su mayor preocupación es que llegue el día cuando olvidará a quienes ahora, apenas y de momento, reconoce: no desea tornarse en un vegetal viviente. A Sam no le importa: le ama.

         No suceden grandes cosas. La cinta está centrada en esta relación de dos hombres sesentones que todavía se abrazan, besan, acarician y hacen el amor. Los paisajes maravillosos de esa carretera que parece sacada de una novela del siglo XIX, gracias a la espléndida fotografía de Dick Pope, enmarcan esta relación cuyas mayores consecuencias se están viviendo interiormente: por eso era necesaria una pareja de grandes actores que pudieran interpretar estas emociones en actitudes, más que con palabras.  

 El director Harry Macqueen entre sus dos actores de primera