martes, 8 de marzo de 2022

EXCESO

BATMAN
(The Batman)
2022. Dir. Matt Reeves.

         Ciudad Gótica se encuentra sobrepasada por el crimen y la violencia. El mismo Batman piensa que todo se ha desbordado y debe de estar alerta. Pronto habrá elecciones y uno de los candidatos es muerto de manera cruel y desalmada. Su asesino deja vídeos o tarjetas con acertijos dirigidos al personaje enmascarado. Así, empieza una serie de crímenes donde las víctimas pertenecen a las autoridades locales, todas acusadas como corruptas. La principal demanda es que todo ha sido mentira desde que Thomas Wayne (el padre del millonario Bruce) pensó en la reconstrucción de la ciudad. Así, Batman tendrá que sumergirse en la investigación de los hechos, la búsqueda del criminal, pero, sobre todo, ya que se ha involucrado a su padre, conocer la verdad. En este relanzamiento del personaje de DC, se ha optado por el género del cine negro, del mundo sombrío y oscuro donde suceden perversiones y hay malas intenciones.

         Lejos del esquema de otras versiones previas, este Batman se decide por una atmósfera adecuada para el público contemporáneo, acotado por los hechos cotidianos. Ciudad Gótica se convierte en alegoría de esperanza y, dado el tiempo en que fue filmada, la cinta posee un discurso contra la realidad de una etapa política. La corrupción plagada por las mentiras se denuncia y Bruce Wayne – Batman irá sufriendo el descubrimiento de acciones jamás imaginadas. Los personajes de Gatúbela, el Pingüino y Acertijo serán meros accesorios para demostrar que nada está en blanco y negro, sino que siempre hay fallas, acuerdos, conveniencias personales que afectan a sus personajes. De esta manera, la historieta se transforma: ya no es el típico y aleccionador cuento moral donde el bien sale triunfante y limpio. Las redes sociales multiplican la confusión y crean la rebeldía y el caos. Cambia el tono de intriga y serenidad hacia la acción y las secuencias obligadas de persecuciones. Todo se alarga hasta tres horas que bien pudieron evitar el exceso que también se transforma, pero en tedio.